El doble viacrucis de una familia: hija desaparecida y amenazas de muerte

domingo, 24 de marzo de 2013 · 13:38
CHIHUAHUA, Chih. (proceso.com.mx).- La familia de Cecilia Jazmín Corrales Chavarría vive un doble viacrucis: la ausencia de la joven de 17 años que desapareció el 21 de febrero de 2007 y las constantes amenazas que supuestamente les hace su exnovio Samuel Isidro Duarte Contreras, preso por el secuestro de la adolescente. Duarte promovió un amparo el pasado 28 de febrero contra la sentencia que lo mantiene tras las rejas en el Cereso número 2, ubicado en esta capital. “Estamos muy alarmados no sólo de pensar que se le dé el amparo y salga libre, sino también porque las amenazas de muerte que nos han hecho él y su familia puedan hacerse realidad”, dijo una de las hermanas de Cecilia Jazmín. La organización Justicia para Nuestras Hijas, que coadyuva en el caso, continúa buscando el cuerpo de Cecilia Jazmín debido a que Samuel Isidro confesó que la mató pero después presuntamente se retractó. Las autoridades no han podido fincarle cargos al detenido por homicidio, ya que no han encontrado los restos de la joven, quien estaba embarazada cuando desapareció, según la causa penal 120/2007. La hermana de Cecilia Jazmín dijo que “estamos cansados de que los asesinos y secuestradores estén en las calles, exigimos a las autoridades no conceder el amparo a Samuel, es un asesino confeso, hay más de tres testimonios que lo demuestran, además de pruebas y testigos”. La coordinadora de Justicia para Nuestras Hijas, Norma Ledezma Ortega, explicó que la estrategia de Samuel y sus abogados ha sido torturar a la familia afectada, que ha tenido que huir del estado ante las amenazas de muerte. Incluso, agregó, el detenido les ha hecho llamadas para advertirles que desistan de los señalamientos en su contra. “Samuel Isidro es el autor de la desaparición y privación de la vida de Cecilia Jazmín. La situación se ha convertido en un daño constante a la familia, pues cada vez que llega un amparo contra una resolución todo revive de nuevo. El último amparo es contra la sentencia de 45 años que  impusieron los magistrados, de una condena de 25 que le había dado un juez”, acusó Ledezma Ortega. Según la activista, el presunto asesino tiene toda la protección de la ley, a pesar de que se “comprobó” su culpabilidad y de que no ha podido ser procesado por homicidio. “Cuando Samuel Isidro fue extraditado de Estados Unidos, la policía fue por él a Ciudad Juárez; confesó que privó de la vida a Cecilia y dejó su cuerpo por el ejido de Sacramento, en varios costales. Alegó que la mató porque le dio miedo la paternidad, que él le propuso abortar pero ella se negó”. Sin embargo, aseguró Ledezma, durante el proceso penal dijo que no era cierto lo que confesó y que Cecilia Jazmín se había ido con otro hombre, lo cual “era imposible porque ella había comprado vitaminas y cosas para el cuarto del bebé, su familia la apoyaba”. Las autoridades policiales buscaron el cuerpo de la joven pero no lo han encontrado. Según la familia de la víctima, existe un cómplice de Duarte Contreras que le ayudó a mover el cuerpo de lugar. Norma Ledezma cuestionó si es válido para las víctimas que se sigan interponiendo amparos cuyo único fin, aseveró, es desgastar más a la familia. “Utilizan la ley como amenazas veladas, hay hostigamiento de la familia, se burlan de la familia de Cecilia, es una situación inhumana. Este es un caso paradigmático de cómo se pueden utilizar los recursos legales para delincuente confesos sin tortura. Hay acceso a las leyes, pero no a la justicia para las víctimas”. El 21 de febrero del 2007, Cecilia Jazmín Chavarría Corrales, quien tenía 17 años en ese entonces, desapareció de su domicilio. Ese día salió con su novio Samuel Isidro Duarte, quien la buscó para hablar sobre los problemas que tenían porque ella esperaba un bebé de él. El juicio oral inició en julio del 2008 y los abogados de Duarte Contreras promovieron un amparo contra el auto de vinculación a proceso. El juicio se fue hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación, instancia que negó el amparo. Luego el proceso reinició 9 de marzo del 2009. El 31 de marzo de ese mismo año se dictó condena contra Samuel Isidro Duarte Contreras como penalmente responsable del delito de secuestro. El 27 de octubre del 2009 lo sentenciaron a 25 años de prisión, pero la parte afectada presentó una apelación por considerar que eran pocos años. Por su parte, la defensa de Samuel Isidro consideró exagerada la condena. El caso fue llevado a un tribunal de casación. El 21 de julio del 2010, el juez de Distrito del Centro Auxiliar de la Sexta Región negó el amparo solicitado, pero el defensor interpuso un recurso de revisión. El tribunal de casación emitió la sentencia de reemplazo dentro del expediente C 5/2010 al considerar penalmente responsable a Duarte Contreras por el delito de secuestro y le dio 45 años de prisión, motivo por el cual fue recluido en el penal. La investigación aún está abierta, ya que el cadáver de Cecilia Jazmín no ha aparecido.

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