Microteatro México, revolución teatral

jueves, 11 de abril de 2013 · 11:20
Un nuevo concepto de relación con el público es el que este proyecto de la Casona, en la calle de Uxmal 520, colonia Narvarte, arranca gracias a un esfuerzo multidisciplinario de calidad. A bajo costo, con cuota voluntaria, el espectador podrá experimentar varias puestas en escena en un solo día (de 15 minutos cada una). Nacido en Madrid y funcionando ya en Nueva York, el Microteatro “es un teatro chiquito pero en realidad es un teatro grande que se está haciendo profesionalmente”, y que llega en el momento adecuado, cuando “México está viviendo una época de oro”, a decir de la actriz Maya Zapata.   MÉXICO, D.F. (Proceso).- Cual novedosa propuesta histriónica bulle Microteatro 2013 por los muros escénicos de una gran casona de la calle de Uxmal 520, colonia Narvarte, para dar vida colectiva a nueve propuestas dramatúrgicas en espacios pequeños, donde no más de 15 espectadores conviven con actores, cara a cara, durante 15 minutos en cada obra, compartiendo así una vivencia teatral fuera de serie. Microteatro México 2013 arrancó el 4 de abril y permanecerá hasta el 5 de mayo, con patrocinios de la Cooperativa Pascual Boing, la cervecería Negra Modelo, el Grupo Lighting y CINETC. Las funciones se presentan de manera simultánea de jueves a viernes a partir de las 20:00 horas, los sábados desde las 19:00 y los domingos a las 18:30, es decir, seis funciones diarias de forma continua, en espacios de 15 metros cuadrados. El principio ha sido retomado por actores, dramaturgos y gente de teatro en nuestro país tras el éxito logrado en foros similares de Madrid y Nueva York, asegura la destacada Maya Zapata, actriz de Accidente o destino, de Emma Beltrán. “Yo creo que el teatro en México está viviendo una época de oro y pienso que Microteatro ha comenzado a sembrarse en el momento más adecuado aquí y ahora. Me dieron muchas ganas de ser parte de este movimiento en el que queremos convertir Microteatro en México, hacer que la gente venga, que no sea un pretexto el costo del boleto, pues hay mucha gente en México que no puede ir al cine porque no puede pagar, mucho menos al teatro y llevar a toda la familia. Queremos que sepan que, si bien es teatro chiquito, es un teatro grande, un teatro que se está haciendo profesionalmente. Se trata de “una renovación en la escena teatral de nuestro país”, según el actor Alfredo Mora, quien interpreta a un sacerdote tacaño en la pieza La cruz de tu parroquia, de Alejandro de Legarreta: “Microteatro es una buena idea artística y fresca que nos ha llegado desde Madrid y que hemos adoptado como nuestra para mostrar a gente de todas las edades; la idea es que puedas ver distintas puestas en una misma noche, porque cada una dura menos de 15 minutos y tiene igual número de espectadores, es teatro a la carta y teatro con lupa, podríamos decir. Es un proceso revolucionario para el teatro nacional.” Originalmente, Microteatro nació en un prostíbulo abandonado de la capital hispana, por el director y dramaturgo español Miguel Alcantúd en colaboración con Pablo Blanco. En México brotó con el objetivo de abrir camino a escritores, desde profesionales a amateurs, siendo el único requisito “contar una buena historia”. Radicada en México desde hace siete años, la joven actriz colombiana Marcela Álvarez (Medellín, 21 de octubre de 1981), quien actúa en El cofre, escrita por el veracruzano de 28 años de edad Francisco de la Reguera, apunta: “Microteatro México es un espacio para apoyar proyectos con nuevos talentos y otros ya reconocidos; conforma una oportunidad increíble para quienes nos gusta estar siempre en acción actoril explorando e investigando. Creo que el momento que vive el teatro mexicano es excelente y este tipo de plataformas refrescan el teatro y la manera de verlo. “Los medios de hoy en día han acelerado todos los procesos de ocio e incluso los procesos de entretenimiento, como son el teatro y el cine. Esta forma de planteamiento artístico en el Microteatro es también para entretener a las personas durante 15 minutos, así nos devuelve la vivencia dinámica de nuestros orígenes teatrales. Las personas quedan muy cerca del actor y del set, en íntima comunión al revigorizar la concepción del teatro como acercamiento e interactuar obra, escena, drama.” Los montajes cuentan apenas con un mínimo de recursos escenográficos lumínicos y de vestuario, elementos que coadyuvan a revolucionar el arte teatral en México, en suma, “así como sucedió en Madrid y con los happenings de Nueva York, Microteatro plantea un mundo de nuevos retos para actores, directores y jovenes dramaturgos”. Microteatro México es un concepto innovador, declaran Alejandra Guevara y Andrea Novelo, coordinadoras generales del proyecto, “que busca promover el teatro independiente y seguir creando espacios especiales para la presentación de eventos culturales de calidad. Incluye además Galerías de Micro Arte, donde exhiben Ricardo Guevara, Antonio Sáinz, Teresa Olmedo, Fernando Álvarez, Adriana González, Rodrigo Aguerre, Gabriel Ortiz de Ora y Checho Hernández, a la vez que en la llamada Casona de Uxmal se ofrecen micro conferencias y micro talleres de arte dramático, taller de clown con Artús Chávez y arte visual con los alebrijes de Cheko Hernández.   Reto teatral   Actriz de larga trayectoria en teatro y cine, Leticia Huijara, quien adaptó Sopa de colibrí, de Ariel Capone y Sonia Sebastián, con interpretaciones vibrantes de Mónica Huarte y Johanna Murillo, expresa: “Desde que yo me acuerdo, el teatro mexicano ha sido un arte valiosísimo en su diversidad y un medio de expresión estética sumamente poderoso con todos los sentidos. Sin embargo, lo realmente preocupante es que el arte se halla atomizado por las políticas burocráticas de los órganos culturales encargados de apoyarlo.” A lo largo de varias décadas, opina Leticia, las personas interesadas en asistir a funciones de buen arte teatral “nos hallamos desilusionadas por un tipo de teatro supuestamente de búsqueda, pero que está estancado en reiterar más de lo mismo”. –¿A qué se refiere? –No al teatro comercial, específicamente, sino que, por ejemplo, las instituciones culturales y artísticas de México apoyan un tipo de teatro que se ha divorciado totalmente del público, al presentar obras que duran hasta cinco horas, ¡no es posible! No hay gente que entienda una obra dizque superartística cuya duración va más allá de tres horas seguidas, es absurdo; aquel director que presente una así es porque no le interesa el público. Son obras subsidiadas, no les importa si van tres chivos o ninguno, pues nunca pierden. Huijara propone un regreso a la comunión artística prístina entre creadores de teatro y público: “Microteatro busca ir al público culto que en verdad vaya en pos de productos artísticos porque está harto de tales abusos y porque busca divertirse. Los funcionarios culturales piensan que cuando la gente se ríe padece de frivolidad y que la risa es casi como un pecado. Pero en el origen del teatro tenemos la comedia; entonces debemos apelar a los jóvenes creadores y actores para crear aquí espacios donde estamos arriesgando toda nuestra búsqueda artística para atraer a públicos de todas las edades.” Sopa de colibrí, ejemplifica, es una puesta de honestidad con el espectador. Las demás obras de Microteatro México son: Quédate con tu cambio, con Cecilia Tamayo y Aarón Balderi, dirección y dramaturgia de Constanza Boquet, y Máquina de escribir, con Luis Fernando Peña y Lilia Mendoza, dirigida y adaptada por Alejandro Ramírez y dramaturgia de Felipe Curiel. Casting porno, con Mariana Martínez y Tatiana Andrews, dirigida por Martín Román; adaptación de Mariana M. Martín Román y dramaturgia de Ignacio Tofé. Dinero caliente, con Emmanuel Suárez, Juan Luis Tovar y Alex Cano, dirigida por Juan Cristóbal Castillo y dramaturgia de Heleanne. Placebo, con Juan Ugarte, Madelaine Sierra y Daniel Fuentes Lobo, con dirección y dramaturgia de Fernanda del Monte. Maya Zapata, quien actúa en Accidente o destino dirigida por Marc Vigil, expuso que Microteatro cristalizó en la calle de Uxmal “como espacio de creación en donde nosotros seamos coautores con las personas con las que realmente queremos trabajar, para hacer un equipo con el que desees crear proyectos acerca de las temáticas que quieres plantear, de la manera en que lo sientas y con un acceso fácil al público”. Un público que, a decir de Maya, vea cumplir las expectativas de un buen teatro.

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