El reggae de la banda Rastrillos, 24 años de resistencia

viernes, 19 de abril de 2013 · 10:15
MÉXICO, D.F. (Proceso).- Han transcurrido 24 años desde 1989 cuando la mística del bailable reggae jamaiquino “enganchó” al bajista y cantante capitalino Gerardo Pimentel, alias El Zopi, para iniciar con otros cuates vecinos de Iztapalapa el proyecto grupal Rastrillos, la banda de reggae más importante hoy por hoy en nuestro país. Su más reciente grabación de 14 rolas, Luces, la dedica Rastrillos a uno de los integrantes del grupo, el trompetista Iván Serrano, quien desapareció a partir del 5 de octubre de 2011. Es el CD que se presentará en concierto el sábado 20 de abril en el Teatro de la Ciudad “Esperanza Iris”, a las 19 horas. “¿Qué pasó con Iván?”, se pregunta Pimentel y él mismo responde: “No se sabe nada. Un día salió de casa y ya no regresó… Es una de las tantas víctimas del sistema injusto que dejó a muchísimas familias mexicanas sin sus seres queridos en el gobierno de Felipe Calderón, como si Iván fuera un simple número, pero en Rastrillos nos negamos a verlo así. Es una persona, un gran músico y excelente camarada. Lo queremos vivo.” –¿Qué suponen que le sucedió? –Parece que hay una cuestión relacionada con la principal sospechosa que es su expareja, su exesposa… Hijo del arreglista y director de orquesta Gustavo Pimentel (autor de la pieza “Magazo”, para el desaparecido cómico Beto El boticario) El Zopi se detiene. Junto a él, Enrique Noguez, apodado El Profe, tecladista de Rastrillos, y la representante del conjunto Sofía Cassia, callan atentos. “Iván se suma a tantos miles de ausentes, pero él no es un número sino una persona más con nombre y apellido en esta espantosa guerra contra el narco; sin embargo, el gobierno de Calderón siempre nos dio la misma respuesta, que fue: ante la violencia, más armamento, en vez de plantear mejores opciones educativas para la población. “Nosotros planteamos en esa canción y en este disco que es para Iván, e igualmente es en memoria de muchas familias, reconociendo el trabajo a la gente trabajadora que hace que las cosas funcionen en México. La idea del disco Luces es también que los chavos que lo escuchen se activen por su cuenta, que no esperen que las cosas sucedan por arte de magia o por dádivas del gobierno.” Los integrantes de Rastrillos han crecido en casi medio siglo hasta formar una banda autogestiva, añade El Zopi, por lo tanto el mensaje a sus fans sería: “los chavos tienen que generar sus propios espacios”, apunta. –¿Existe el rock en México? –Yo creo que sí existe el rock mexicano, le tengo fe al rock mexicano, hay gente valiosa, joven, que está haciendo cosas allá abajo con la banda y sigue creyendo en lo que hace. Creo que también tiene que ver con una actitud, pues el rock y reggae existen porque hay necesidad de crear espacios y de responder a las necesidades de la comunidad. El Profe anima el comentario: “Antes que nada, la base de Rastrillos es la amistad, lo que significa la amistad en todo el entorno, tratamos de ser sinceros y honestos pese a que sea muy difícil en México serlo al cien por ciento hoy; pero creo que tratamos de ser congruentes en ese sentido para transmitir con las canciones y apariciones en concierto esa parte de la amistad, del aprecio verdadero, de la ayuda y de la hermandad. “De todos esos años juntos yo llevo diez en la banda, pero me siento muy cerca de todos los Rastrillos porque vivimos en las mismas colonias: Unidad Modelo, la Sector Popular y la Sifón, de la Delegación Iztapalapa. Rastrillos es una de las primeras bandas en el D.F. y de este movimiento de finales de los ochenta que en busca de un estilo musical se encontró con el reggae y con una ideología que collevaba al rastafarianismo. Entonces, creo que Rastrillos sí es una de las bandas más importantes del país y hemos tratado de traspasar fronteras para poder enseñar lo que hacemos aquí en México al mundo.” –¿Cómo han conseguido seguir unidos? –Creo –responde El Zopi– que lo que caracteriza a Rastrillos es nuestra resistencia ante las carencias y la crisis para manifestar lo que estamos viviendo. “De la decena de integrantes quedamos dos fundadores, el baterista Miguel Chino Velázquez, y tu servidor; los demás han ido también sumándose y aportando cosas. Rastrillos ha sido una especie de escuela taller donde hemos aprendido a hacer música sobre la marcha y obviamente entender qué parte de la historia nos ha tocado hacer. En este concierto por 24 años en el Esperanza Iris vamos a invitar al grupo Tribu y otros colegas para festejar en vivo… “En el principio era hacer la música por el gozo, por el placer, por el jugar entre amigos, y ahora, después de 24 años, el reggae se ha tornado en una forma de vida y también es una necesidad de expresión en torno a temas importantes que están sucediendo como son la violencia y los desaparecidos. Nuestra música nos ha mantenido juntos, hemos podido transformarnos a nosotros mismo y aportar a nuestra comunidad, al barrio, obviamente regresando cosas como cuestiones de promoción o dar clases de música que puedan transformar a nuestra comunidad donde nos tocó vivir.”   Reivindicar la cultura   La agrupación se completa con el percusionista Rubén Pastor Pérez, el baterista Johnatán Yonky Salazar, los guitarristas Hernán Perikles Campodónico y Arturo Galván, y los instrumentistas de viento: Sergio Sorcia al trombón y Alejandro Acere al sax. En marzo de 1993 Rastrillos participó en el Concierto por el sí con bandas del calibre de Tex Tex, Santa Sabina, Botellita de Jerez, Real de Catorce, El Tri, Juguete Rabioso y La Lupita para alentar el voto juvenil en la consulta popular con objeto de convertir al D.F. en el Estado número 32 de la Federación (Proceso 851). Durante el verano de 1995, presentó su ópera reggae Puskeondismo en la Sala Miguel Covarrubias de la UNAM (Proceso, 974). Suma El Zopi: “Escogimos el reggae como la columna vertebral pues fue la música que nos enganchó y cautivó en los ochenta. La banda surge por el 89 con la mística que tenía el reggae, su rollo militante y su parte espiritual, lo rastafari. El reggae en su origen tiene que ver con las necesidades, con las carencias y obviamente con las poblaciones más jodidas, viene de una comunidad cuya población fue esclavizada en Jamaica y posee un espíritu de mantener y reivindicar tu cultura, tu origen como africano. Es ese espíritu que se mantiene hasta la fecha, su mensaje del rollo místico y su rollo combativo y crítico del sistema, son más 40 años del reggae en su existencia y sigue vigente gracias a que las condiciones se siguen repitiendo.” Remata Pimentel: “Los chavos escuchan reggae porque buscan identidad, un lugar para poder crear una trinchera para decir sus cosas. Sobrevivir a lo que estamos viviendo, al olvido, a la falta de espacios para estudiar, trabajar, recrearse, para la cultura. El reggae se volvió una respuesta inmediata a todo eso, habla de amor, de espiritualidad, de revisarte a ti mismo y fue lo que antes tuvo el rock. El reggae llegó como relevo salvador.”

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