En el último tramo del gobierno de Felipe Calderón, funcionarios mexicanos de seguridad se reunieron a puerta cerrada con sus pares estadunidenses para rendir cuentas de lo hecho en la guerra contra el narcotráfico. La Sedena y la Semar presumieron logros conseguidos gracias al apoyo de la Iniciativa Mérida y, en contraposición, el Cisen ofreció un informe alarmante sobre el descomunal poder del crimen organizado. El evidente propósito era obligar al subsecuente gobierno de Peña Nieto a continuar la guerra emprendida por Calderón.
WASHINGTON (Proceso).- Cuando el sexenio de Felipe Calderón estaba por acabar, el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) entregó al gobierno de Barack Obama la devastadora conclusión de un análisis sobre la situación de la lucha contra las drogas en México: Que el narcotráfico tiene capacidad para desestabilizar el estado de derecho en ambos lados de la frontera.
La conclusión entregada al gabinete de seguridad de Obama por parte de Domingo López Buitrón, el último director del Cisen en el gobierno de Calderón, dejo atónita a Hillary Clinton, entonces secretaria de Estado del gobierno estadunidense.
“Quisiéramos enfatizar un ángulo que es indispensable no omitir, y este es que es indiscutible la transformación evolutiva de las organizaciones criminales tanto en el territorio mexicano como sus redes trasnacionales”, dicen los documentos clasificados del Departamento de Estado que recogieron el reporte que López Buitrón presentó al gabinete de seguridad de Obama el 16 de septiembre de 2012.
Los cárteles mexicanos del narcotráfico “han incrementado no solamente su forma de operación violenta, no solamente su expansión en ciertas instituciones a ambas partes de la frontera, sino que han avanzado con gran velocidad en mecanismos tecnológicos, en equipamiento, en disciplinas y en su potencial para poder afectar la estabilidad y el estado de derecho en ambos lados de la frontera”, se lee en los documentos.
El informe del Cisen al gobierno de Obama incluye las conclusiones de los entonces secretarios de la Defensa Nacional (Sedena), Guillermo Galván Galván, y de Marina (Semar), Mariano Francisco Saynez Mendoza sobre su participación en la lucha antinarco.
Fragmento del reportaje que se publcia en la edición 1906 de la revista Proceso, actualmente en circulación.