Ray Manzarek, su vida musical más alla de The Doors

martes, 28 de mayo de 2013 · 11:48
MÉXICO, D.F. (Proceso).- Por la manera en que un amplio sector de la prensa ha manejado la noticia de la muerte de Ray Manzarek, quien ha muerto no es Ray Manzarek sino un tecladista que formaba parte de The Doors. Claro, para una gran porción del público, especialmente en México, lo único que se conoce de su obra musical es lo que hizo al lado de John Densmore, Robby Krieger y Jim Morrison. Y en buena medida el propio Manzarek es responsable del desconocimiento del resto de su obra musical: tanto se empeñó en seguir ofreciendo conciertos con el repertorio de The Doors que parecía no haber tenido vida musical fuera de ellos. Pero no hay que olvidar que Manzarek era un músico interesante por propio mérito, y que lo que ahora podemos considerar como su legado se extiende bastante más allá de los ocho discos que grabó con aquel legendario grupo estadunidense de rock. De entrada, hay que señalar que la versatilidad del sonido de ese grupo se debió en gran parte a la diversidad de estilos que Manzarek conocía, algo perceptible desde el primero hasta el último de los discos de The Doors. Por ejemplo, el disco homónimo, impreso en 1967, incluyó, por iniciativa de Manzarek, una canción tomada de la célebre Ópera de los tres centavos, de Kurt Weil y Bertolt Brecht, a la que Manzarek había llegado a través de su fascinación por el cine alemán de la preguerra. Y una de las mejores canciones de Strange Days, el segundo álbum, “Moonlight Drive”, había sido resuelta, gracias a una atinada propuesta de Manzarek, como un tango, después de muchos días de ensayar otras opciones rítmicas. Manzarek no tuvo una formación musical propiamente académica, pero sí tomó clases de piano desde la niñez gracias al empeño de sus padres, quienes le compraron un piano vertical y contrataron a un profesor centroeuropeo para que empezara a aprender. Así se abrió para él el universo de la música eslava, que pocos años más tarde habría de permitirle apreciar mejor el blues, cuando empezó a escuchar los discos que sus padres compraban en Maxwell Street. La resonancia de la música eslava en la imaginación de Manzarek es evidente en una de las canciones del último disco del grupo, L. A. Woman, aparecido en 1971, semanas antes de la muerte de Morrison. La pieza es “Hyacynth House”, construida sobre los acordes de la Polonesa de Chopin. Todo lo que Manzarek aprendió sobre música culta es muy evidente en los discos de The Doors, lo mismo que su familiaridad con el blues y el jazz de su natal Chicago. Por ello no sorprendió a quienes sabían de la notable formación de Manzarek que la musicalización póstuma de los poemas de Jim Morrison se valiera en parte del conocidísimo Adagio en sol menor, de Tomaso Albinoni, o que en 1983, ya adentrado en su camino como solista, Manzarek decidiera realizar una singular y muy lograda versión de la Carmina Burana de Carl Orff, producida por el famoso compositor Philip Glass. Es un misterio el porqué un músico tan inteligente como Manzarek pudo haber grabado con los otros dos sobrevivientes del grupo una pieza tan pedestre como “The Mosquito” (en el disco Full Circle), que la radio mexicana difundió en 1972, y que llevó a muchos escuchas a prejuiciarse contra las posteriores producciones solistas de los tres músicos. Lo cierto es que, por lo menos en el caso de Manzarek, todos los discos que hizo por su cuenta (diez) son sumamente recomendables. Muestran la amplitud de sus intereses musicales (jazz, blues, funk, new age) y su notable calidad como compositor e intérprete. Hay que escuchar con atención sus colaboraciones con el guitarrista de blues Roy Rogers (con quien presenta muy disfrutables versiones de la Gnosienne número 1, de Eric Satie, y de El amor brujo, de Manuel de Falla), con el trompetista polaco Piotr Bal, con el poeta Michael McClure (que fuera amigo cercano de Jim Morrison), con el compositor Bruce Hanifan. Al escuchar esa decena de álbumes, realizados entre 1974 y 2011, se comprende claramente lo mucho que el grupo The Doors se benefició del talento de Manzarek (cuya obra podría y debería tener un éxito mucho mayor del que hasta ahora ha conocido). Ray Manzarek merece ser recordado no sólo como uno de los pilares de The Doors, sino también como uno de los mejores y más creativos músicos de rock. l Año Título Disquera   1974 The Golden Scarab Mercury   1974 The Whole Thing Started Lemon Recordings With Rock & Roll   1977 Nite City 20th Century   1983 Carmina Burana A&M   1983 Love Lion Shanachie Records (con Michael McClure)   2006 Atonal Head Orchard (con Piotr Bal)   2006 Love Her Madly Oglio Records (con Bruce Hanifan)   2008 Ballads Before the Rain Friday Music (con Roy Rogers)   2011 Translucent Blues Blind Pig (con Roy Rogers)   2011 The Piano Poems Shanachie Records (con Michael McClure)

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