Pese a que en el discurso la relación México-Estados Unidos se volverá “multitemática”, la realidad es que el asunto que obsesiona al equipo que acompañó al presidente estadunidense en su visita a este país es el de la seguridad; concretamente, la creación del Centro Nacional de Inteligencia que, a decir de especialistas, estará en manos inexpertas. Durante el sexenio anterior se les abrieron las puertas a los agentes de la CIA, el FBI, la DEA y otras instancias de inteligencia. Tenían carta blanca. El nuevo gobierno los ha empezado a limitar y acotar, y eso ya prendió los focos rojos en Washington.
MÉXICO, D.F. (Proceso).- El gabinete de seguridad del presidente estadunidense Barack Obama y agentes de inteligencia de Estados Unidos desconfían y recelan de lo relativo a la creación y manejo del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) que se forja en el gobierno de Enrique Peña Nieto para enfrentar al crimen organizado.
La decisión del gobierno mexicano de reducir y acotar el papel de los agentes estadunidenses de inteligencia en México pone a la defensiva al gobierno de Obama y siembra dudas respecto al futuro de la cooperación bilateral para contrarrestar el narcotráfico.
“Nos están ocultando información y está congelado el sistema de intercambio de datos sensibles sobre el crimen organizado”, se queja un agente que opera en México.
“La respuesta formal que han dado a nuestras inquietudes es que se está reevaluando todo el sistema de inteligencia de México. A esto hay que agregar la inexperiencia de Mariana Benítez (subprocuradora jurídica y de Asuntos Internacionales de la Procuraduría General de la República)”, revela el agente que habla con Proceso bajo condición del anonimato (por temor a represalias).
“La subprocuradora”, agrega, “se encargará de coordinar todo el trabajo con las agencias de mi país y no es que dudemos de su integridad, lo que pasa es que desconoce el proceso y manejo de la información de inteligencia”.
Agenda “multitemática”
La breve visita de trabajo del presidente Obama a Peña Nieto no limó las asperezas ni resolvió las dudas sobre el futuro de la cooperación entre los dos países en temas de inteligencia y seguridad.
En la conferencia de prensa conjunta en Palacio Nacional, Peña Nieto dijo que la visita de Obama marcaba el “relanzamiento” de la relación con Estados Unidos centrada en la cooperación económica y comercial, haciéndola más “multitemática” y sin tomar al asunto de la seguridad como punta de lanza. No obstante, la amenaza de las limitaciones a las agencias de inteligencia en sus operaciones en México no evitó que Obama insistiera en aclarar la posición de su gobierno:
“Acordé continuar con nuestra cercana cooperación en seguridad, aun cuando está evolucionando la naturaleza de la misma. Le dije al presidente (Peña Nieto) que obviamente es una prerrogativa del pueblo mexicano determinar sus estructuras de seguridad”, dijo.
Un funcionario de la Casa Blanca puntualiza en entrevista con Proceso: “Estamos conscientes de que el nuevo gobierno mexicano debe hacer cambios; sin embargo debemos estar al tanto de ellos. No se puede ni se debe restringir el intercambio de información de inteligencia, menos en un tema tan delicado como el desmantelamiento de las estructuras del narcotráfico”.
De acuerdo con el agente estadunidense que habló con este semanario, la decisión de Peña Nieto de restringir el acceso que se les concedió durante el sexenio de Felipe Calderón a todas las agencias de inteligencia de Washington, puede ser contraproducente para los intereses y objetivos de seguridad nacional de ambos países.
“Ahora no estamos haciendo nada en conjunto. Nos han dicho que debemos esperar hasta que concluya toda la evaluación sobre seguridad y esté terminado el diseño del CNI. Pero lo que no pueden hacer es poner al frente de la coordinación a una persona como la subprocuradora, que no tiene experiencia en ello. No hay confianza”, puntualiza.
El CNI –que estará bajo el mando directo y exclusivo de la Secretaría de Gobernación (Segob)– tendrá como núcleo de operación inmediato el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen). Lo que llama la atención al gabinete de seguridad de Obama es que todos los planes de trabajo que desarrollará son copia de las labores que llevan a cabo agencias estadunidenses como la CIA, la DEA, el FBI y la Agencia de Inteligencia Militar (DIA) entre otras.
Como lo reveló Proceso (número 1889) en enero pasado, la Segob decidió sacar a las agencias de inteligencia de Estados Unidos de las llamadas Oficinas Binacionales de Inteligencia (OBI) en la Ciudad de México y en Escobedo, Nuevo León.
Las OBI son centros de espionaje comandados por Estados Unidos. La de la Ciudad de México la manejan la CIA; la DEA; el FBI; la DIA; la Oficina Nacional de Reconocimiento; la Agencia Nacional de Seguridad (NSA); el Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos; Inteligencia de la Guardia Costera; la Oficina de Cumplimiento Aduanal y Migratorio y la Oficina de Inteligencia sobre Terrorismo y Asuntos Financieros.
Estas mismas agencias se colocaron en la OBI de Escobedo, pero en ese caso específico la oficina no funcionó porque las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y de Marina (Semar) se opusieron a subordinarse a los agentes estadunidenses (Proceso 1815).
(Fragmento del reportaje que se publica en Proceso 1905, ya en circulación)