Guerrero: dos mil desplazados en un mes

miércoles, 14 de agosto de 2013 · 10:26
En la sierra de Guerrero los gatilleros llegan quemando casas, secuestrando y matando, y a los pobladores les exigen dinero y libre tránsito. Ante la disyuntiva, la gente decide huir. El terror ha provocado que pueblos enteros de esa entidad se vacíen en un solo día. Lugareños entrevistados por Proceso aseguran que las bandas de narcotraficantes están “barriendo” la zona de arriba abajo, y consideran que el despliegue policiaco y militar no solucionará nada. TLACOTEPEC, Gro. (Proceso).- El panorama en la Sierra Madre del Sur es de muerte. El terror se ha esparcido por la montaña guerrerense –una de las zonas más pobres del país– a causa de la guerra entre grupos de narcotraficantes que, en medio de su disputa por los campos de producción y las vías de trasiego, amedrentan y acosan a los lugareños. Esta situación descontrolada ya provocó el desplazamiento de por lo menos 2 mil personas, provenientes de tres municipios. En el último mes, bandas armadas recrudecieron la violencia en 13 poblados de los municipios de San Miguel Totolapan, General Heliodoro Castillo y Apaxtla de Castrejón. Han quemado decenas de viviendas, secuestrado a mansalva y convertido el asesinato en su primer y último argumento. Cientos de mujeres, niños y hombres han dejado sus pueblos y buscado refugio en las cabeceras municipales, se fueron a vivir con familiares en otras regiones del estado o salieron del país. En un principio, el gobierno estatal minimizó la situación. Calificó de “emigrantes internos” a más de mil desplazados de San Miguel Totolapan que abandonaron cuatro comunidades el 17 de julio y se concentraron en la iglesia de San Miguel Arcángel, en la cabecera municipal. La administración del gobernador Ángel Aguirre Rivero (PRD) atribuyó el movimiento de personas a “falsos rumores” de enfrentamientos y ataques. Sin embargo, 15 días después reculó: El miércoles 31 de julio –y también a raíz de la violencia– otras mil personas abandonaron sus comunidades, ubicadas en la parte baja de la sierra. Huyeron hacia las zonas altas para refugiarse en Huautla y Tlacotepec, esta última cabecera municipal de General Heliodoro Castillo. En ambos casos las autoridades estatales –a través de la Subsecretaría de Protección Civil– habilitaron albergues temporales en San Miguel Totolapan y General Heliodoro Castillo, donde se limitaron a entregar despensas, cobertores y colchonetas a los desplazados.   La rapiña   Hace dos semanas, Proceso recorrió la zona del conflicto. Las víctimas explicaron que el corredor de drogas que conecta la sierra con las regiones norte y Tierra Caliente es el escenario de una brutal guerra entre varios grupos delincuenciales. Reportes oficiales consultados por este semanario muestran que la región es disputada por las bandas de Los Rojos, La Familia y Los Guerreros Unidos. El primer grupo tiene su bastión en Tlacotepec (municipio de General Heliodoro Castillo) y Chilpancingo, ciudad vapuleada por el secuestro, la extorsión y los asesinatos en contra de representantes de sectores productivos. La segunda banda está afincada en el municipio de Arcelia y Teloloapan, desde donde controla el paso de droga hacia el Estado de México. El tercero, Los Guerreros Unidos, se ha hecho fuerte en Iguala. Apenas la semana pasada, las batallas entre esos grupos provocaron otro desplazamiento forzado. El pasado viernes 2, mujeres, niños y ancianos provenientes de Pezuapa (San Miguel Totolapan) narraron a Proceso que habían llegado a guarecerse a la Casa de Bienes Comunales de Tlacotepec después de caminar un día y medio a través del monte. En total, eran 400 desplazados de tres municipios. Contaron que un grupo delincuencial venía “barriendo” la sierra desde la parte baja de San Miguel Totolapan. Al llegar a su pueblo incendió casas y secuestró a algunos hombres... Fragmento del reportaje que se publica en la edición 1919 de la revista Proceso, actualmente en circulación.

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