OAXACA, Oax. (apro).- A 17 años de la irrupción del Ejército Popular Revolucionario (EPR), la ola de ejecuciones extrajudiciales en la región Loxicha, considerada el bastión del grupo insurrecto, ha ido en aumento. Se han contado alrededor de 180 crímenes, según el líder de la Organización de Pueblos Indígenas Zapotecos (OPIZ), Juan Sosa Maldonado.
El exprisionero político y víctima de desaparición forzada durante la represión que siguió al surgimiento del grupo guerrillero, considera que las ejecuciones en la región Loxicha “ya ni siquiera aparecen en la nota roja”.
Detalló que desde la aparición del EPR, el 28 de agosto de 1996, las ejecuciones han tenido tres etapas. La primera se dio durante los primeros meses. El gobierno hacía aprehensiones y aplicaba la “ley fuga” o los sospechosos eran ejecutados con el tiro de gracia.
Después, explica, vino una segunda etapa, en la que se dejó operar a los grupos paramilitares que conocían la región. Comienza a fomentarse la delación de parte de los vecinos de los mismos indígenas a los que empiezan a señalar y entregar, lo que incrementa la ola de ejecuciones.
En la actualidad se vive la tercera etapa: Las ejecuciones se han multiplicado, pero lo preocupante es que ya no son noticia ni siquiera de la nota roja. Esta situación, asegura, no es privativa del ámbito local y toda esta cuestión tiene que ver con la represión sistemática, con violación a los derechos humanos.
Como ejemplo citó el caso de los siete indígenas zapotecos acusados de pertenecer al EPR que fueron trasladados inicialmente al Cefereso de Mengolí, Miahuatlán y posteriormente a un penal federal de Tabasco. Sin embargo, ante la presión de organizaciones y familiares lograron que los regresaran a Oaxaca. Purgan condenas que van de los 20 años en adelante.
Precisó que la situación actual de los presos del fuero federal sentenciados es la siguiente: En el proceso número 13/97 se recapituló el caso de Justino Hernández José, sentenciado a 20 años de prisión por los delitos de conspiración, homicidio calificado y homicidio en grado de tentativa. Fue detenido el 29 de noviembre de 1996 y se encuentra recluido en el penal de Mengolí.
En este caso, dijo, se tramita ante el Juzgado Tercero de Distrito Especializado en Ejecución de Penas el beneficio de la preliberación, pues ya ha purgado las tres quintas partes de su condena.
Zacarías Pascual García López, en tanto, fue sentenciado a 20 años nueve meses de prisión, por los delitos de conspiración, homicidio calificado y homicidio en grado de tentativa. Fue detenido el día 26 de abril de 1999 y se encuentra recluidos en el penal de Mengolí.
También se tramita ante el Juzgado Tercero de Distrito Especializado en Ejecución de Penas el beneficio de preliberación.
El proceso número 103/996, que lleva el Juzgado Primero de Distrito en el Estado de Oaxaca, atañe a Eleuterio Hernández García, quien fue sentenciado a la pena de 31 años, siete meses y tres días de prisión y multa de 28 días de salario mínimo, equivalente a 533.40 pesos, por los delitos de homicidio calificado, conspiración, terrorismo, privación ilegal de la libertad, robo, robo de uso y tentativa de homicidio. Fue detenido el 17 de octubre de 1996 y está pendiente de interponerse el amparo en contra de la sentencia.
En el proceso número 39/996 —que lleva el Juzgado Octavo de Distrito en Oaxaca (antes expediente 77/996 del índice del Juzgado Quinto de Distrito de Oaxaca— se encuentra el caso de Álvaro Sebastián Ramírez, sentenciado a 27 años de prisión por los delitos de homicidio calificado, intento de homicidio y conspiración. Fue detenido el 29 de diciembre de 1997 y está recluido en Mengolí.
El exedil de San Agustín Loxicha, Agustín Luna Valencia, también se encuentra preso en Mengolí. Fue sentenciado a 27 años de prisión por los delitos de homicidio calificado, intento de homicidio y conspiración. Fue detenido el 25 de septiembre de 1996.
En estos dos últimos casos se puede interponer un nuevo amparo directo o solicitar un indulto directamente.
Mientras que el exsíndico Fortino Enríquez Hernández preso en Mengolí fue sentenciado a 30 años de prisión. Fue detenido el 25 de septiembre de 1996 y está pendiente de que se resuelva el amparo directo 799/2012.
Respecto de Abraham García Ramírez (igual en Mengolí), fue sentenciado a 30 años de prisión. Fue detenido el 26 de septiembre de 1997 y está pendiente que se resuelva el amparo directo 780/2012 contra la sentencia.
Finalmente, Fernando Santiago Enríquez está en el reclusorio de Miahuatlán de Porfirio Díaz. Está en vías de que se cumpla la sentencia de amparo que ordenó reposición del procedimiento hasta la declaración preparatoria.