MÉXICO, D.F. (apro).- Con una inversión de casi 40 millones de pesos, el gobierno del Distrito Federal buscará, por segunda ocasión en menos de cuatro años, “limpiar” de vagoneros la red del Sistema de Transporte Colectivo (Metro).
La apuesta ahora es reinsertarlos a la economía formal, previo curso de capacitación laboral que ofrecerá la Secretaría del Trabajo del gobierno capitalino.
No es la primera vez que el GDF intenta ‘meter’ en orden a los vagoneros. En 2010, durante la administración de Marcelo Ebrard, se echó a andar un programa similar, con la entrega de locales a los comerciantes informales que utilizan la red del Metro para vender sus productos, la mayoría de ellos ‘piratas’.
El experimento no cuajó porque actualmente una buena parte de esos espacios se encuentran cerrados y la cantaleta de los vagoneros volvió a los trenes: “Si mire, en esta ocasión le venimos ofreciendo…”.
Con algunas variantes, el gobierno de Miguel Ángel Mancera revivió dicho proyecto. Para justificar el aumento en el precio de la tarifa -de tres a cinco pesos-, el director del STC, Joel Ortega, ofreció, entre otros puntos, erradicar a los vagoneros del Metro.
El siguiente paso fue amedrentar a los líderes de las 21 organizaciones oficialmente reconocidas con el uso de la fuerza pública y el endurecimiento de la legislación con penas de prisión -y no administrativas como ahora- en caso de ser necesario.
Por último, el exjefe de la policía capitalina y el secretario de Gobierno, Héctor Serrano, sentaron en la mesa de negociaciones a los líderes y ayer, miércoles 6 de febrero, les arrancaron un acuerdo a 19 de los 21 representantes de las organizaciones de vagoneros, para abandonar las instalaciones antes del 16 de febrero, fecha límite.
Serrano, Ortega y el secretario de Desarrollo Económico (Sedeco), Salomón Chertorivski, presentaron este jueves en conferencia el “Programa para la integración a la Economía Formal de los Comerciantes al Interior del Sistema de Transporte Colectivo”.
Ahí, los funcionarios dijeron que los líderes de los vagoneros se comprometieron a “abandonar en forma definitiva su actividad apenas reciban los apoyos prometidos”. Sin embargo, ninguno de los representantes de los informales estuvo presente en el anuncio para confirmarlo.
El programa “generoso”, como lo definió Serrano Cortés, consiste en la entrega de 2 mil 18 pesos con 40 centavos mensuales, equivalente a un salario mínimo vigente en la zona “A” del país, hasta por un semestre, a 2 mil 500 vagoneros que se inscriban en el padrón de la Sedeco.
La inversión será de 39 millones 280 mil 500 pesos “un poquito más de lo que cuesta un vagón”, dijeron las autoridades. Ese dinero saldrá “de las economías del Metro”, en particular, del ahorro en el consumo de energía eléctrica, según Chertorivski.
El proyecto es dar apoyo a 2 mil 200 vagoneros inscritos en el padrón oficial. Los 300 restantes serán para aquellos “independientes” que soliciten la ayuda.
Sin embargo, ni el propio gobierno tiene claro cuántos informales van diario de vagón en vagón, entre las 195 estaciones de la red ofreciendo música “pirata”, dulces, llaveros, plumas, lámparas, folders y cualquier cantidad de productos a los 5.3 millones de pasajeros diarios de este transporte público.
Cifras de anteriores administraciones señalan la existencia de más de 4 mil informales originarios no sólo del DF, sino del Estado de México y hasta de otras entidades aledañas.
Por eso, la Sedeco hará un censo detallado para conocer sus características y ofrecerles los mecanismos de capacitación apropiados que los lleven a crear sus microempresas. Aunque los apoyos serán sólo para los residentes en territorio capitalino.
El dinero se les dará sólo si toman cursos de carpintería, plomería, mecánica, electricidad, repostería, cultura de belleza, computación, contabilidad, entre otros, con la idea de que se puedan autoemplear al dejar de vender en el Metro.
La Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo, dirigida por Patricia Mercado -ausente en la conferencia de hoy-, promoverá los cursos y talleres.
16 de febrero, “libre de vagoneros”, prometen
Uno de los ofrecimientos que hizo el jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, para justificar el alza del boleto de tres a cinco pesos a finales del 2013, fue que ya no habría vagoneros ni bocineros.
El 12 de diciembre, un día antes de la puesta en marcha de la nueva tarifa, se anunció la entrada de 590 policías a la línea 1, de Observatorio a Pantitlán, para inhibir la venta informal. Las autoridades dijeron que los resultados se verían “de manera paulatina”.
Días después, cuando las protestas del #Posmesalto arreciaron en diversas estaciones de la red y distintos medios de comunicación demostraron que los vagoneros seguían con su actividad, Mancera Espinosa declaró que “en enero ya” se verían los resultados.
Hoy, las autoridades dieron una nueva fecha: el domingo 16 de febrero. Ese día comenzará la entrega de apoyos económicos del nuevo programa. A partir de entones, ninguna persona podrá vender nada al interior de los trenes. De intentarlo, serán remitidos ante la autoridad respectiva.
Para ello, el director del Metro, Joel Ortega, informó que “en los próximos días” se sumarán otros 500 uniformados de la Policía Bancaria Industrial (PBI) a las distintas líneas de la red para detener a quien “se meta a vender o se meta a robar… El propósito es que tendremos unos policías que estén más activos dentro de los trenes”.
Héctor Serrano, secretario de Gobierno, aclaró que este programa es una “alternativa” para resolver el problema. No obstante, advirtió: “un 95% del total saldrán de esta actividad ante el temor de que si son encontrados nuevamente tratando de vender, saldrán del programa y no tendrán esta alternativa”.
Lo que hay que decir de manera enfática, destacó, es que no están autorizados, ni consentidos, ni tolerados. La autoridad del Metro todos los días realiza operativos para inhibirlos”.
Incluso, habló de buscar cambios en la legislación para aplicar sanciones más contundentes contra este negocio irregular.
Actualmente, la Ley de Justicia Cívica del DF marca como “falta administrativa” la venta al interior de los vagones del Metro y ordena la remisión al Centro de Sanciones Administrativas y de Integración Social, mejor conocido como “El Torito”, con un arresto de 13 a 20 horas, o bien, una multa de 11 a 16 días de salario mínimo vigente. Los reincidentes alcanzan las sanciones más altas.
Primer intento, fallido
El programa que hoy presentó el gobierno capitalino no es el primer intento para terminar con el problema que, según la encuesta del propio Sistema de Transporte Colectivo (SCT), es la segunda molestia de los usuarios, después de la insuficiencia de trenes.
El 7 de mayo de 2010, en plena jefatura de gobierno de Marcelo Ebrard, los entonces secretarios de Gobierno, José Ángel Ávila, y del Trabajo y Fomento al Empleo, Benito Mirón, así como el director del SCT, Francisco Bojórquez, entregaron 320 locales comerciales y 120 tarimas ubicadas dentro de las instalaciones del Metro a los informales que aceptaron salir de los trenes.
El ofrecimiento fue constituirse en sociedades cooperativas para trabajar en dos turnos, con mercancía de origen lícito y una especie de concesión de los espacios al interior de la red.
Aquel día, José Ángel Ávila, ahora diputado federal, prometió que “en los próximos siete meses se acabará con los comerciantes informales del Metro”.
Los vendedores condicionaron al gobierno: si no sacaba a los demás informales de los trenes, dejarían los locales y regresarían a la venta informal. El segundo no cumplió; los primeros, sí.
Muestra de ello, son los más de diez locales de la estación Hidalgo, en las líneas 2 y 3, que permanecen cerrados, inutilizados, con basura y en total oscuridad.
-¿Qué garantía ofrece el gobierno capitalino de que este programa no falle, como el que falló cuando les dieron los locales?, preguntó Apro.
-Vamos a revisar la utilidad que se le está dando a los propios comercios al interior del Metro. La intención es que en este programa no se realice ninguna actividad similar a la que se hizo en el programa en la anterior administración…Y en otro tiempo habrá de revisarse junto con el Metro, el estatus en el que se encuentra el programa que se realizó en la anterior administración, contestó el secretario de Gobierno, Héctor Serrano.
En cuanto a la efectividad del programa, Salomón Chertorivski, titular de la Sedeco, informó que será “en agosto o septiembre”, cuando los primeros exvagoneros terminen sus cursos de capacitación y pueden autoemplearse.
Las autoridades llamaron a los usuarios del Metro a asumir “su compromiso” de no comprar nada a los vendedores en los vagones. “Es su corresponsabilidad en todo momento, consumir cualquier producto dentro de los vagones”, advirtió Serrano.