En dos días, 20 muertos; un "antes y un después" en Francia

viernes, 9 de enero de 2015 · 21:55
MÉXICO, D.F. (apro).- A las 5 de la tarde, poco más de 50 horas después del atentado contra el semanario satírico Charlie Hebdo en París, en el que murieron 12 personas, la policía francesa mató a los hermanos Saïd y Chérif Kouachi, presuntos autores del ataque, y al hombre que asesinó a una policía. Los tres sospechosos permanecían pertrechados en dos lugares distintos de la capital francesa. Los hermanos Kouachi se ocultaron en el edificio de una imprenta ubicada en la zona industrial de Dammartin-en-Goële, a 50 kilómetros al noreste de París. Al ver a los policías que rodeaban el inmueble salieron de su refugio y les dispararon ráfagas de cuernos de chivo. Según fuentes oficiales francesas, los uniformados replicaron el ataque y los eliminaron. Al mismo tiempo, policías galos lanzaron un operativo en un pequeño supermercado de productos kosher --o de consumo judío--, ubicado cerca de la puerta de Vincennes, en París. Ahí, Amely Coulibaly –quien ayer por la mañana asesinó a una policía municipal en el sur de París--, tomó como rehenes a una decena de personas. Los uniformados abrieron las rejas del establecimiento y dispararon hacia adentro. En un video amateur se pudo ver que Coulibaly fue ejecutado al salir corriendo por la puerta. Al interior quedaron los cuerpos de cuatro rehenes. El saldo de 20 muertos durante los dos últimos días es el más mortífero que ha vivido Francia desde la guerra de independencia de Algeria, hace más de 50 años. Manuel Valls, ministro del interior francés, declaró hoy que “habrá un antes y un después de lo que ocurrió” en ese país. [gallery type="rectangular" ids="392456"] Dos días de búsqueda El pasado miércoles 7 de enero, los hermanos Kouachi ingresaron a la sala de juntas del semanario Charlie Hebdo. Eran las 11:30 horas. El equipo de redacción preparaba la edición de la semana siguiente. Minutos antes, cuando entraron al edificio, los agresores asesinaron a un trabajador de mantenimiento. Al llegar a las instalaciones, los sujetos masacraron a siete periodistas y cartonistas presentes: Charb, director del semanario, así como Cabu, Tignous, Wolinski, Bernard Maris, Honoré y Elsa Cacat. También dispararon contra un invitado y uno de los policías asignados desde el año pasado a la protección personal de Charb. Minutos después de la matanza, ambos salieron del edificio. En la calle se toparon con dos policías que patrullaban en bicicleta. El tiroteo que siguió no dejó ningún herido. Los hermanos huyeron en un auto negro, pero en la calle Pelée dispararon de nuevo contra una patrulla de policías. En la avenida Richard-Lenoir se encontraron con más policías y se desató otra balacera. Los Kouachi bajaron del automóvil y corrieron hacia donde estaba un policía en el suelo, herido. Uno de ellos le dio el “tiro de gracia”. Estas imágenes fueron grabadas desde el techo de un edificio cercano. A toda velocidad, los asesinos emprendieron su huida por las calles de París hasta que chocaron su vehículo contra un poste. Como pudieron, salieron del carro, pero Saïd olvidó su tarjeta de identidad. Enseguida asaltaron al conductor de otro coche y continuaron su escape. Durante 48 horas, los más de 88 mil policías movilizados de manera excepcional por el gobierno francés rastrearon las pistas de los hermanos Kouachi. Investigaron desde sus domicilios hasta los de sus conocidos y los buscaron durante toda noche en un bosque. El jueves por la mañana, Saïd y Chérif ingresaron armados a una gasolinera ubicada a 85 kilómetros en el norte de París y robaron comida. Prevenida por los clientes y el gerente de la estación, la policía desplegó un amplio dispositivo para encontrarlos. Por la noche, los agentes descubrieron enlodado el vehículo de los fugitivos. La mañana de este viernes, los homicidas salieron caminando de un bosque y le robaron el automóvil a una mujer. Momentos después, la policía reportó un nuevo enfrentamiento en la carretera. Uno de los hermanos resultó herido en la garganta. Los Kouachi se refugiaron en el almacén de una imprenta de anuncios espectaculares, cerca del aeropuerto de Roissy, hasta que los policías los neutralizaron. [gallery type="rectangular" ids="392485"] “Ellos Charlie Hebdo, yo los policías” La mañana siguiente de la masacre de Charlie Hebdo y mientras la policía buscaba a los hermanos Kouachi, un individuo encapuchado y protegido con un chaleco antibalas asesinó a disparos a una joven policía municipal del sur de París. Luego desapareció en un coche robado. Las autoridades encontraron un pasamontañas cerca del lugar del crimen. La prenda contenía el ADN de su dueño, lo que permitió a la policía científica identificarlo. Hoy por la mañana, la policía dio a conocer el nombre y la foto del presunto terrorista: Amedy Coulibaly, así como de su esposa, Hayat Boumeddiene. Llamó a la ciudadanía a denunciarlos. A la una de la tarde, aproximadamente, Coulibaly irrumpió en un supermercado de productos kosher ubicado cerca de la puerta de Vincennes, en París. Ahí tomó como rehenes a sus ocupantes. Según el diario Le Monde, resulta “verosímil” que Coulibaly haya matado a cuatro de los rehenes al momento de entrar en el supermercado. El terrorista cerró las puertas de seguridad del supermercado e instaló material explosivo en su refugio improvisado. Amenazó con asesinar a todos los rehenes en caso de que los policías atacaran a los hermanos Kouachi, en Dammartin-en-Goële. A las tres de la tarde, el agresor llamó a la cadena de televisión BFM y confirmó que se había “sincronizado” con ellos para llevar a cabo atentados simultáneos. Precisó: “Ellos Charlie Hebdo, yo los policías”. Según la prensa francesa, la situación estuvo extremadamente tensa durante toda la tarde en el perímetro cercano al supermercado, hasta que se concretó la ejecución de Coulibaly. El gran despliegue policiaco paralizó las vialidades y el periférico en esta zona de la capital francesa. La policía sigue buscando a la esposa de Coulibaly por ser sospechosa de participar en los atentados. Y es que los registros telefónicos revelaron que conversó más de 500 veces con las esposas de los hermanos Kouachi. En la imprenta, la policía francesa encontró un lanzacohetes, dos cuernos de chivo y dos pistolas automáticas. En el supermercado recuperó dos cuernos de chivo, dos pistolas, un chaleco antibalas y barras de explosivos.

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