Soldados impunes por violación

sábado, 10 de octubre de 2015 · 20:07
Dos militares de la Sedena que se dijeron “tenientes” privaron ilegalmente de su libertad a una mujer para después violarla, golpearla y humillarla en un cuartel castrense de Nuevo Laredo. Pese a que en junio de 2014 se presentó la denuncia ante la PGR –luego de que la víctima logró vencer su miedo por las amenazas recibidas–, no hay hasta ahora señales de que los soldados serán castigados. La queja fue presentada a los miembros de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que recientemente visitaron México por el caso Ayotzinapa. NUEVO LAREDO, Tamps. (Proceso).- El 20 de septiembre del 2013 una mujer –a quien denominaremos Aurora para proteger su identidad– fue secuestrada, violada, golpeada, robada, amenazada y ultrajada por dos militares que, hasta la fecha, no han sido castigados por la justicia, aunque los hechos fueron denunciados ante la PGR en junio de 2014. La agresión sexual y las vejaciones contra Aurora fueron cometidas por los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) Édgar Díaz Frías y Roberto Acosta Vargas en el interior del Cuartel Militar Macario Zamora, de Nuevo Laredo, Tamaulipas, adonde la mujer fue introducida subrepticiamente en un coche por ambos, según se desprende de la averiguación previa AP/PGR/TAMPS/NL-II/288272014. Además de violarla, señala la acusación,  los victimarios videograbaron su ilícito con un teléfono celular, y la impunidad que prevalece en el caso fue reportada por el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo (CDHNL), organismo civil presidido por Raymundo Ramos, a los enviados de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que a finales de septiembre visitaron México. Aurora refiere en su denuncia que en julio del 2013 conoció al militar Ángel de Jesús Castillejos cuando ella trabajaba de vendedora en una tienda Elektra del centro de esta ciudad. Ángel, quien dijo estar comisionado en la vigilancia de las instalaciones del Puente Internacional I, se hizo amigo de Aurora y luego  iniciaron “una relación informal de pareja”, saliendo ocasionalmente. Él le presentó al soldado Édgar Díaz Frías. En septiembre, “un día antes del Grito”, Aurora y Ángel acordaron ir al palenque de la Feria de Expomex para asistir a la presentación del grupo Calibre 50. El soldado le recomendó llevar a dos amigas para que salieran con Édgar y otro compañero al que ella no conocía. El 19 de septiembre del 2013 Ángel la contactó por la mañana para avisarle que no podría acudir al palenque porque le habían dado vacaciones y se iría a la Ciudad de México. Enseguida, la comunicó con un compañero suyo, al que presentó con el nombre de Roberto Acosta Vargas y al cual proporcionó los números del teléfono celular y del radio de Aurora. Ella tenía boletos de cortesía para ver Calibre 50 y no quería ir sola. A su vez, Roberto le envió al radio un mensaje de Whatsapp y una fotografía suya, preguntándole si podía ir con ella al palenque, en compañía de Édgar. Cuando la mujer aceptó, Roberto le pidió acudir al Cuartel Militar Macario Zamora, ubicado en la colonia Hidalgo, pero Aurora se negó. En cambio, propuso que pasaran a su domicilio en la colonia Infonavit Fundadores. Acordaron verse en el estacionamiento de un Walmart cercano a su casa, pues ellos alegaron que no podían aproximarse a la vivienda por seguridad. De ese lugar se desplazaron en un vehículo a Expomex y lo estacionaron en la Secundaria Técnica 32. Allí, Aurora solicitó a Édgar que le cuidara 3 mil pesos. Pasearon por el sitio y dejaron pasar el tiempo hasta que, a las 12:00 de la noche, entraron a la presentación de Calibre 50. Fragmento del reportaje que se publica en Proceso 2032, ya en circulación

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