Calaveritas culturales

lunes, 2 de noviembre de 2015 · 23:09
MÉXICO, D. F., (apro).- La Sección Cultural de la revista Proceso y la agencia Apro ofrecen estas calaveritas a sus lectores: [gallery type="rectangular" ids="418062"] Secretaría de Cultura
Peña Nieto propuso su nueva secretaría, dizque para a la cultura darle mucha más categoría. Pero ¡ah, qué Parca malora!, pues le dijo al copetudo: “No escogiste buena hora, tendrás un lío menudo”, y se llevó su propuesta directito pa’l panteón: “Aquí no se aprueba nada o habrá una revolución”. Ya preparan el debate trabajadores y artistas, mientras los legisladores quieren hacerlo a las prisas. Pero la Parca, más lista, a todos los sorprendió: “Como esto nada resuelve, ¡la sepulté en el cajón!”. (J. Amador Tello)
[gallery type="rectangular" ids="396998"] Tovar y de Teresa
Ya se nos murió Tovar de tanto espagueti probar. Dicen que gasta millones viajando por mil rincones, y que gusta del buen vino, los quesos y hasta los postres. Y es que el exembajador resultó buen comedor, y de Italia en sus maletas se trajo muchas recetas; pero ninguna podría crear la secretaría. Y piensa y piensa Tovar, encerrado en su Consejo, la Parca lo vio y le dijo: “¡Mejor ya déjalo así, al fin ni llegas a viejo!” (J. Amador)
[gallery type="rectangular" ids="418887"] Calavera del “Duelo” de Toledo
A la Muerte impresionó ver el “Duelo” de Toledo. Críticas al mal gobierno se encuentran ya en su muestra del Museo de Arte Moderno: Zapatos sin dueño, gritos de dolor, harto rojo, y torturados, que después de ver las piezas La Calaca pensó en no volver a hacer su trabajo. Mas luego rectificó: “¡Mejor responda Peña Nieto por los desaparecidos! Es su chamba, la mía otra; yo de largo me lo llevo”. La Muerte se unió a las consignas, ahora va a todas las marchas; ya nadie puede culparla pues hoy todos bien recuerdan Tlatlaya y Ayotzinapa. A Peña Nieto la Muerte le ha advertido que ponga un “hasta aquí” a todo eso; por eso este año piensa en vigilar al Copetes, ¡o le va a llegar su fin! (Niza Rivera)
[gallery type="rectangular" ids="397993"] Calavera cinéfila
La calaca quiere ser actriz. Va con los cineastas Arturo Ripstein, Luis Estrada, Carlos Reygadas, Guillermo del Toro, en fin… Pero nadie quiere contratarla, porque están hartos de su protagonismo en todo país. Ahora ella desea venganza y tras ellos va, ya que la realidad, a la ficción supera. (Columba Vértiz)
[gallery type="rectangular" ids="405674"] López Doriga
Ay, me dicen que este loco, el de la televisión, también roba, y no poco: Es millonario panzón. Cobra por hablar bonito del gobierno turulato. Le dan muy buena lana y él los chulea un rato. Y los pobres que lo ven ahí se sienten informados; creen que todo está muy bien, y muy mal los enojados. Es el héroe de la tele y su mujer hace transas, cobra muy chuecas fianzas al estilo del Pelele. Pero esta vez se metió con una señora flaca a la que la vida dio más poder que a la Calaca. Y ahí lo tienen de noche jugando a hacerse el menso, y aunque a la ley le choque, su poder bucal es inmenso. Así juega en Televisa hasta llegar al panteón, en donde cualquier cabrón puede pasar sin visa. (Susana Cato)
[gallery type="rectangular" ids="419815"] Otro 2 de noviembre
Otro 2 de noviembre que nos viene a apachurrar, pues ya nuestras calaquitas no quieren ni celebrar… Cuando uno se muere a gusto pos goza tequila y pan, champurrados y tamales, cempasúchil y demás. Pero ya con lo que pasa en este triste país, donde el poder arrasa hasta las plantas de anís, no se pueden hacer dulces pues saben a puro dolor. Y sin azúcar, las cruces no tienen color ni sabor. ¡Ay, que venga la Pelona y se lleve al Copetón! Tal vez si él nos abandona volvamos a hacer fiestón. (Susana Cato)
[gallery type="rectangular" ids="419814"] Cantos de calaveras en la Lírica Infantil Mexicana
1) Estaba La Muerte ti-pi-ti-pi-tín sentada en su escritorio, pidiendo papel y lápiz para escribirle al Diablo. Y el Diablo le contestó bo-do-bo-dó, que sí bi-di-bi-dí, que no bo-do-bo-dó. La Muerte murió de flaca y el Diablo de sarampión. 2) --Calavera, ¡vete al monte! --No, señora, porque espanto. --¿Pues a dónde quieres irte? --¿Yo, señora? ¡Al camposanto! 3) Ya te vide, Calavera, cuatro dientes y una muela. 4) Pobre del Calaverón, ya no gozará su fama; pues lo llevan a enterrar temprano por la mañana. 5) Estaba La Muerte un día cansada, y al Metro subió; la gente la apretó tanto que más tilica salió. Un charro negro la espera pa’irse juntos al panteón; Nomás un pulque se echaron y también un memelón.

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