"Señora Klein"

domingo, 8 de noviembre de 2015 · 11:42
MÉXICO, DF (Proceso).-La psicoanalista Melanie Klein (1882-1960) fue una figura fundamental para el desarrollo de las teorías de Freud con nuevos alcances. El kleinismo es una de las corrientes más significativas del siglo XX, sustentada en diversos conceptos alrededor del desarrollo de la psicología infantil y su tratamiento, tales como la posición esquizoide-paranoide y la posición depresiva, así como la del pecho bueno y el pecho malo. Su vida es no menos interesante que sus logros intelectuales, ya que participó de una manera activa en las sociedades sicoanalíticas donde era feroz la lucha de poder entre las diferentes corrientes, y su vida familiar quedó en medio de este fuego cruzado entre annafreudianos y klenianos. La obra de teatro de Nicholas Wright, Señora Klein, que se presenta en el Círculo Teatral, elige el momento más álgido de la vida familiar de esta gran psicoanalista para desarrollar una puesta en práctica de los mecanismos psicológicos a disertar. No se discuten conceptos en abstracto sino que ellos son el arma con que los personajes se pelean, achacan culpas y se manipulan para atacar o sostener determinada actitud emotiva. El lenguaje incorpora la semiótica psicoanalítica intrínseca a los personajes, el mundo en que viven y la intelectualización que hacen de su propia vida. La obra de Wright es intensa y dinámica, ya que el ojo del huracán está en la competitiva relación madre e hija. Melitta se ha hecho psicoanalista y ha elegido militar en el bando contrario de su madre, psicoanalizándose con su mayor opositor, Edward Glover, el cual convierte la terapia en una forma de debilitar y dejar sola a su contrincante. Señora Klein, protagonizada con determinación por Emoé de la Parra, gira en torno a la muerte reciente del hijo de Melanie, de la lucha por colocar en la madre la culpa de tal acontecimiento y la determinación de la hija, interpretada por Paola Izquierdo, por romper con ella. La forma de agredirse desde la intelectualidad para horadar en las partes sensibles de cada una, es una labor que el dramaturgo maneja hábilmente equilibrando lo emocional con lo argumentativo. Otro elemento que coloca en esta coyuntura existencial del protagonista es la presencia de Paula como la asistente, interpretada por Alejandra Maldonado, la cual pretende ser aceptada por Melanie como su paciente y capacitarse en el psicoanálisis. Estos tres personajes, colocados en un momento decisivo en la vida de la protagonista, da a la propuesta dramática un material rico en conflictos por explorar. En la propuesta que dirige Emoé de la Parra hay un buen trabajo actoral donde las fuerzas de poder se mueven constantemente. El espacio escénico, diseñado por Jorge Carrera, incluye un estilizado mobiliario blanco, complementándose con objetos de color rojo. El trazo escénico es ágil y la obra fluye colocándonos como espectadores en medio de una batalla campal entre tres mujeres inteligentes, atrapadas en la telaraña de la envidia y el rencor. Señora Klein, que habíamos visto bajo la dirección de Ludwik Margules con Margarita Sainz y Delia Casanova, está ahora presente en nuestros escenarios gracias el empuje de Emoé de la Parra y su equipo actoral y creativo. La obra se presenta los sábados a las 19 horas, domingos a las 18 y lunes a las 20:20 en el Círculo Teatral, ubicado en la calle de Veracruz 107, colonia Condesa.

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