MÉXICO, DF (Proceso).- Después de casi 20 años de aprendizaje en la pintura y tres exposiciones en su haber, Eugenia Leñero Franco presenta Permanencia del viaje este 2 de diciembre en la galería Estación Coyoacán Arte Contemporáneo.
Producto de los últimos tres años de trabajo, la muestra consta de 44 obras entre pequeño y mediano formato en técnicas variadas: acrílicos sobre madera, pintura y en especial dibujo a lápiz, donde recrea naturaleza, paisajes y figuras poliédricas que, acorde al texto del poeta Eduardo Hurtado para la exposición, brindan la posibilidad de detenerse y observar detalles a través de la mirada fresca de la artista:
“La obra más reciente de Eugenia Leñero, en apariencia heterogénea, cifra su unidad en la percepción singular de una luz. En sus cerezos, en sus naturalezas, en sus delirios poliédricos, la luz misma parece desnudar sus últimas partículas. (…) La disponibilidad para detenerse y observar, la obsesión por el detalle y el registro mínimo, están en el origen de esta mirada fresca, puntual y generosa.”
Leñero Franco, quien estudió para actriz y tuvo papeles en obras teatrales así como en las cintas El callejón de los milagros (1995), La ley de Herodes (1999) y Conejo en la luna (2004), se inició en la pintura como hobby en el Taller de Producción Figuraco 27-Bis desde 1995 a la fecha, bajo la conducción de la artista Isabel Leñero –quien también realiza la curaduría de Permanencia del viaje–, hasta replantearse hace unos años su carrera y renunciar a la actuación.
Al día de hoy ha montado dos exhibiciones individuales: Bordando el tiempo (2009) –en la galería La Salamandra, con 28 piezas– y Jardín interior (2011) –en la Galería del Centro Cultural Helénico, con 26 obras–, y Pequeño formato II. Colectiva (2014) –en la Stella Magni Gallery, con dos piezas.
Al respecto explica a Proceso cómo es que encontró en los últimos años en el dibujo a lápiz su compañero de expresión artística:
“Me siento muy cómoda con el lápiz en el papel, es lo que me gusta, así que creo que seguiré ahí por un buen rato. Soy muy obsesiva y no me cansa, a muchos les puede resultar tedioso trabajar con líneas finas, rayas, puntos, pero para mí es un placer porque encuentro cierta paz en ello.”
En la muestra actual hay etapas diversas, como la del desvanecimiento del color hasta proyectarse en blanco y negro, lo cual trabaja como un experimento artístico.
–Cuando muchos artistas se inclinan por los colores, aquí parece una huida…
–No, es experimentar con el negro, blanco y la gama de los grises, porque a partir de ahí también puedes expresar. No sólo el “color” expresa, y esa es mi búsqueda, expresar sin color. Tengo artistas que me inspiran como Van Gogh o Hoover, la misma obra de mi hermana Isabel. El realismo de Hoover, los colores de Van Gogh me hacen pensar en lo que quiero plasmar y me han ayudado a despertar mi imaginación para dibujar y no necesariamente usando el color.
Y refiere sobre las figuras que se podrán ver en Permanencia del viaje:
“Los puentes fueron un recurrente porque los veo como una herramienta para poder seguir un viaje; de la naturaleza me inspiraron los cerezos, me gusta mucho el arte japonés y ahí comencé con un poco color… los cerezos, los blancos, los azules. Y hay otra parte donde hay abstractos, donde surgió Flor de loto, para después pasar al abstracto de lápiz en papel.”
La muestra se inaugura un día antes del aniversario luctuoso de su padre, escritor Vicente Leñero, fundador de Proceso:
“De él aprendí el trabajar… que si uno quiere algo hay que apasionarse y trabajar. Al principio de mi adolescencia y juventud fue la actuación y lo hice acompañada de mi papá, pero me di cuenta que me hace sentir mucho más cómoda trabajar en solitario que exponerme como persona, y como tal he tratado de seguir. Mi papá decía: ‘No le piense, chínguele’.”
Permanencia del viaje estará abierta al público desde este 2 de diciembre al día 20 en la galería de la calle Ortega 23 (primer piso), esquina Carrillo Puerto, en el corazón de Coyoacán.