En el carrusel guerrerense, candidatos sin prestigio

jueves, 14 de mayo de 2015 · 14:16

Guerrero es uno de los estados que mayores afrentas ha soportado recientemente: la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el narco que campea, la descomposición social, la debacle económica… Y en ese contexto, los partidos insisten en promover como candidatos a políticos acusados de narcotráfico, con historias de indolencia y corrupción a sus espaldas; persisten en el acarreo, el nepotismo y el compadrazgo; se ahonda la lucha de grupos y el reparto del botín.

CHILPANCINGO, GRO. (Proceso).-  Los candidatos a la gubernatura de este estado, nueve en total, arrancaron oficialmente sus campañas el viernes 6 de marzo bajo la sombra del narco, la corrupción y el fantasma del caso Ayotzinapa.

A pesar de ello, los políticos siguen realizando onerosos actos de campaña, acarreando a miles de personas y repartiendo regalos para atraerse el voto.

En el caso del PRD se mostró insensibilidad hacia los familiares de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa. El dirigente estatal perredista, Celestino Cesáreo Guzmán, declaró públicamente que los padres de los 43 normalistas viven “alejados de la realidad”, y aseguró que los filtros del partido garantizan que los candidatos a las alcaldías y diputaciones locales y federales son “gente honorable”.

No obstante, personajes fuertemente criticados arropan a los candidatos a la gubernatura no sólo del PRD, sino de los otros partidos con gran presencia en la entidad: PRI y Movimiento Ciudadano.

En los procesos de selección de diputados locales por el principio de mayoría relativa y representación proporcional de las tres organizaciones políticas, buena parte de los aspirantes destaca no por su perfil profesional o trayectoria política, sino por los señalamientos públicos e informes del gobierno federal que los vinculan con el crimen organizado.

Por el PRD, las candidaturas a diputados por 28 distritos locales y las nueve por la vía plurinominal fueron repartidas entre tres corrientes, encabezadas por David Jiménez Rumbo (Grupo Guerrero-ADN), Sebastián de la Rosa Peláez (Nueva Izquierda) y el exgobernador defenestrado que sigue influyendo en las decisiones de ese partido, Ángel Aguirre Rivero.

En un informe realizado por legisladores federales sobre el caso Ayotzinapa, esos tres perredistas son señalados como los principales promotores de la candidatura del exalcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, actualmente preso por su presunta responsabilidad en la desaparición de los 43 normalistas.

A pesar del descrédito social por los actos de corrupción y los nexos de políticos con el narco, a principios de marzo la dirigencia estatal del PRD emitió su lista de candidatos, que encabezan los hermanos Carlos y Crescencio Reyes Torres, exdirigente estatal y actual alcalde de La Unión de Isidoro Montes de Oca, respectivamente. El primero va por la vía plurinominal y el segundo por el distrito 12, con sede en José Azueta, región de Costa Grande.

La cuestión es que Servando Gómez Martínez La Tuta, líder del cártel de Los Caballeros Templarios, acusó públicamente a los hermanos Reyes Torres de estar vinculados a la banda de Los Granados, afincados en el municipio de Tecpan de Galeana, donde operan impunemente y con la complacencia gubernamental: de hecho se asumen como policías rurales.

El alcalde de ese municipio de la Costa Grande, Crisóforo El Toto Otero Heredia, es la propuesta perredista para el distrito 10. Él también ha sido señalado públicamente de brindar protección a Los Granados, que supuestamente tienen su cuartel central en el poblado de San Luis La Loma.

Estos tres hombres forman parte de la corriente Grupo Guerrero, de David Jiménez Rumbo, quien se colocó en la lista de diputados federales por la vía plurinominal de la Quinta Circunscripción, con sede en Michoacán.

El actual diputado federal Sebastián de la Rosa Peláez, de la corriente de Los Chuchos, ahora busca una diputación plurinominal, y se colocó en la tercera posición de la lista.

También destaca la secretaria de Educación durante la administración aguirrista, Silvia Romero Suárez, quien presuntamente otorgó plazas sin preocuparse del techo presupuestal. Ella está en el segundo lugar de la lista de plurinominales.

Lo mismo en el PRI

Por el PRI, el reparto de candidaturas para diputados locales fue entre los grupos encabezados por el actual diputado federal Manuel Añorve Baños, los exgobernadores René Juárez Cisneros y Rubén Figueroa Alcocer y, llamativamente, el senador perredista Armando Ríos Piter.

La gente de Añorve Baños, señalado en repetidas ocasiones por sus presuntos nexos con el crimen organizado, acaparó cinco de los seis distritos que conforman el municipio de Acapulco.

Figueroa Alcocer, en tanto, entregó candidaturas a su principal operador político, Héctor Vicario Castrejón, y a varios alcaldes de la Costa Grande y Costa Chica.

Mientras, el perredista Ríos Piter negoció con la cúpula priista dos distritos, Chilpancingo y Acapulco, en los que postuló a María Luisa Vargas y Eduardo Cuevas, respectivamente, a través de las siglas del PVEM.

Al igual que el PRD, los grupos de poder del PRI han postulado a candidatos a diputados locales con perfiles oscuros, en su mayoría alcaldes con licencia vinculados al narcotráfico.

Incluso las esposas de algunos de ellos fueron registradas sólo para cumplir “la cuota de género”.

En el distrito 11, con sede en Zihuatanejo, fue designada Emma Suazo Figueroa, esposa del alcalde priista de Petatlán, Jorge Ramírez, acusado de relacionarse con el grupo delictivo que encabeza el cacique ganadero preso por narcotráfico Rogaciano Alba Álvarez.

La propuesta del Revolucionario Institucional para el distrito 15, con sede en San Luis Acatlán, es el alcalde con licencia de Azoyú, Luis Justo Bautista, hijo de Luis Justo Herrera, otro cacique de la Costa Chica que, según fuentes del gobierno federal, está vinculado con el cártel de los hermanos Díaz Parada de Oaxaca y fue pistolero del exgobernador Ángel Aguirre Rivero.

En el distrito 17, de Coyuca de Catalán, fue postulado el alcalde con licencia de San Miguel Totolapan, Saúl Beltrán Orozco, también acusado de tener nexos con una banda criminal que opera en la región de Tierra Caliente.

María Delgado Martínez, esposa del alcalde de Tlapehuala, Evelardo Wences, quedó registrada como contendiente por el distrito 18, con sede en Ciudad Altamirano, en tanto que el alcalde con licencia de Eduardo Neri, Ignacio Basilio, acusado de mantener vínculos con el grupo delictivo de Los Rojos, quedó como candidato a diputado local por el distrito 19.

En el distrito 23 fue designado Héctor Vicario Castrejón, otro personaje que, según políticos locales, es cercano al crimen organizado y es el principal personero del exgobernador Rubén Figueroa Alcocer.

En el distrito 24, con sede en Tixtla, el PRI nombró al alcalde con licencia de Quechultengango, Antonio Navarrete Cortés, acusado de proteger a la banda de Los Ardillos, que presuntamente dirige la familia del presidente del Congreso local, Bernardo Ortega.

Para contender por el distrito 25 de Chilapa quedó la actual síndica Flavia García, propuesta por el presidente municipal de ese municipio, Francisco Javier González García, quien fue descartado por los señalamientos públicos de que presuntamente brinda protección a la banda de Los Rojos en este municipio afectado por la narcoviolencia.

A su vez, el candidato a diputado local por Movimiento Ciudadano (MC) Marino Miranda Salgado y su suplente, el cantante de narcocorridos y alcalde perredista de Acapetalhuaya, Eleuterio Aranda Salgado, han sido insistentemente acusados de tener ligas con el grupo delictivo La Familia.

Uno más: el diputado federal con licencia y exalcalde de Teloloapan Marino Miranda abandonó las filas del PRD y actualmente es el candidato de Movimiento Ciudadano a diputado local por el distrito 20, que comprende municipios de la zona Norte. Fuentes locales han mencionado de manera reiterada su presunta cercanía con el grupo delictivo La Familia, mientras que su suplente, el polémico edil perredista de General Canuto A. Neri (Acapetlahuaya), Eleuterio Aranda, públicamente ha exhibido su devoción por los líderes de esta banda criminal, afincada en la zona Norte y dirigida por Jonhy Olascoaga Hurtado El Mojarro.  

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