El aparente estilo bronco del gobernador electo de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, ya comenzó a causar estragos en un frente fundamental: el de la política donde interactúan los partidos que él dice despreciar. Los representantes de estas organizaciones, que serán oposición en el nuevo gobierno estatal, le recuerdan al Bronco que, pese a su rechazo a los partidos, tendrá por necesidad que negociar con ellos. No hacerlo, advierten, será negar la voluntad popular de los ciudadanos que sí votaron por partidos. En este ámbito de recelos políticos, la bienvenida del Bronco por parte del crimen organizado se manifestó el viernes 19 con una ejecución múltiple en el municipio de García, la tierra natal del independiente.
MONTERREY, NL (Proceso).- Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, el primer gobernador independiente electo en la historia de México, enfrenta desde ahora el desafío de la delincuencia organizada: El viernes 19 un comando ejecutó a 10 personas en el interior de una bodega de cerveza, ubicada en plenos dominios del gobernador electo, el municipio de García, donde fue alcalde en el trienio 2009-2012.
El grupo armado irrumpió en el centro de ventas de Corona, en la colonia Sierra Real, seleccionó a sus víctimas y las encerró en una bodega. Ahí les designó una sola bala a cada una. Los peritos encontraron en el lugar únicamente 10 casquillos percutidos.
Rodríguez Calderón se encontraba en la Ciudad de México, en entrevista con el secretario de Hacienda, Luis Videgaray. Fue la primera masacre del año en Nuevo León, un hecho que el procurador de la entidad, Javier Flores, minimizó como un “ajuste de cuentas” entre bandas de narcotraficantes, a las que no identificó. Para apoyar su versión, señaló que en el lugar fueron encontrados siete kilos de droga, una balanza y un fusil.
Contra la tendencia a la baja de años recientes en cuanto a ejecuciones múltiples, esta última siguió al triunfo electoral de Rodríguez y justo en el territorio donde se gestó el movimiento conocido como broncomanía.
La reacción de El Bronco ante el suceso violento fue rápida y comunicada a “la raza”, como es su costumbre, a través de su cuenta de Facebook:
“No debe la policía y las autoridades relajarse en ese tema. Deben buscar hasta encontrar a los culpables, sin escatimar nada. No deben permitir que vuelva la ola de violencia que según los actuales gobernantes dicen todos los días que está controlado (sic).”
El crimen se suma a las dificultades políticas que se le anticipan por su supuesta animadversión a los partidos políticos. Tan marcado es su deslinde luego de abandonar las filas del PRI, en el cual militó durante 33 años, que apenas recibió su constancia de gobernador electo declaró su intención de integrar su gabinete con gente sin filiación partidista.
También anunció a los legisladores locales y alcaldes recién electos que él tendrá contacto personal con ellos, no con los líderes de sus partidos. Los dirigentes estatales del PRI y del PAN, Eduardo Bailey Elizondo y José Alfredo Pérez Bernal, respectivamente, escucharon con recelo estos primeros pronunciamientos del Bronco...
Fragmento del reportaje que se publica en la edición 2016 de la revista Proceso, ya en circulación.