MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- Los cineastas Gabriel y Rodolfo Riva Palacio Alatriste finalizaron su trilogía de animación con éxito. Un gallo con muchos huevos es la última película donde los personajes principales son unos huevos de gallina, luego de Una película de huevos (2006) y Otra película de huevos y un pollo (2009). “No fue fácil, pero lo logramos”, enfatiza, contento, Gabriel. La diferencia es que Un gallo con muchos huevos fue creada en tercera dimensión (3D), y se proyecta en México desde el pasado 20 de agosto y el 4 de septiembre se estrenará en Estados Unidos. --¿Cómo es que se creó Un gallo con muchos huevos en 3D?,  se le pregunta a Gabriel, quien concede una entrevista a este medio. --Fue dificilísimo, dificilísimo. De entrada cuando estábamos empezando a realizar la película, le sugerí a mi  hermano si la realizábamos en 3D. Mi hermano me dijo: “¡híjole!, ¿de verdad?, ¿crees que haya suficientes artistas? y ¿de la calidad que queremos como para hacerla en 3D?” “Le respondí: ‘La verdad no lo sé, vamos a hacer un sondeo’. Entonces, entrevistamos a una barbaridad de chicos y vimos que el nivel estaba, pero no llegaban a lo que queríamos, y los capacitamos para lanzarnos a filmarla en 3D.” --¿Fue fácil instruir a la gente? --Los capacitamos durante siete meses más o menos. Fue trabajar con ellos para que entendieran cómo laborar un proyecto de éstos,  porque sí hay mucho nivel, existen muy, muy, buenos artistas en México pero nunca han estado en un estudio, me refiero a que no conocen las líneas de producción, no conocen cómo es un proyecto de éstos. Ese fue el primer conflicto. “Pero fuimos como pagando el pato por decirlo así a lo largo de la producción. El segundo conflicto, por nuestra falta de experiencia para hacer una película 3D a nivel tecnológico, vimos que era verdaderamente un mega reto. Cuando se trabaja en 3D, se necesita pasar por un proceso que se llama render, es una vez que uno ilumina, pones cámaras, que ahora ya todo es tridimensional, debes mandarlo a renderear, es como que si necesitaras mínimo unas mil o mil 500 computadoras para pasar ese proceso, el cual es un transcurso simplemente de computación para que salga el cuadro final. Y esa inversión puso en riesgo la empresa porque no existe esa tecnología en México y fuimos a Estados Unidos. Hablamos con DEL Animación y les dijimos que debían invertir en México.” --¿Cómo reaccionaron en Estados Unidos? --Fuimos a hablar con el presidente de DEL, y le manifesté que necesitaba abrir el mercado, y que nosotros no tenemos dinero para pagar esta tecnología. E hicimos con ellos la granja de render, pero debíamos efectuar cápsulas en que ellos nos apoyaron. Le expresé que además México puede ser el futuro de la animación porque Estados Unidos maquila mucho en Finlandia, Corea, India y México puede ser una gran opción para maquilar. El día de mañana nos van a voltear a ver y van a empezar a producir más cosas de animación en México y podemos convertirnos de aquí a diez años a lo mejor en los futuros Dream Words. Nos creyeron. “Estamos endeudados como a tres años, nos dejaron a tres años para poderles pagar y pues ahí estamos pagando la granja de render, esperando que esto sea un éxito para que no quiebre la empresa.” --Con este apoyo, ¿ya fue todo más fácil para realizar Un gallo con muchos huevos? --No, ojalá. Ese fue uno de los pasos. Nos enfrentamos al tercer conflicto. A diferencia del 2D, donde se dibuja y cuando pasa ese proceso ahí quedó todo. En 3D todos los procesos están amarrados, es decir las texturas están ligadas con el personaje modelado, después la iluminación está ligada con el personaje y la textura,  y al estar todo ligado si tú le cambias la textura se te reseteaba todo, entonces, todos esos problemas por no conocer cómo se hace el 3D fue una locura. Eran problemas tras problemas, tras problemas… “Estos largometrajes cuestan cientos de millones de dólares y nosotros teníamos cinco. ¿Cómo inventas una manera o un sistema para que te cueste cinco en lugar de 50? Ahí fue donde realmente nos rompimos la cabeza para lograr todo esto.” Rumbo al futuro --¿Qué experiencia les aportan estas tres películas? --Estamos muy contentos. “El que nos hayamos aventado a hacerla en 3D nos abre mucho mercado, de entrada estamos buscando inversionista para más proyectos, principalmente en Estados Unidos, porque aquí en México hay muy pocos, y los que se nos han acercado, no ha habido nada, porque son más gandallas aquí en México que en  Estados Unidos. Allá hay mucho la cultura de ‘yo te invierto para impulsarte’, aquí es ‘yo te invierto para comerte’. Esa parte ha sido complicada. “No obstante seguimos en busca de más inversionistas aquí en México y también en Canadá. En México si no fuera por Fidecine, Eficine y Televisa, este último en este caso es nuestro socio, sería imposible realizar cine, y lo que ahora buscamos es una continuidad y un inversionista que nos diga vamos a hacer cuatro películas y con el 3D nos han volteado a ver en todos lados, y el hecho de que Un gallo con muchos huevos la estemos estrenando ahora en Estados Unidos, es porque está en 3D, y dicen: ¡ah caray!, ya está para  el mercado internacional.” “El inversionista ahora es para que nuestra empresa Huevocartoon Producciones siga creando proyectos. Que compren una parte de la empresa a cambio de asegurarnos seis películas. Con este filme  tuvimos una fuga de nuestros artistas, que al mismo tiempo nos duele mucho y nos da mucho orgullo. Los llamaron para Transformers, para varias películas que fueron impactantes y eso nos tiene muy contentos.” --¿Cree que sí se pueda encontrar un inversionista? --Yo creo que sí, porque sí hay. Dirán que se está produciendo en México animación 3D de alto nivel. Estamos ganando credibilidad en Estados Unidos y el mercado 3D en Estados Unidos es enorme. --Llama la atención esa frase que dijo, “yo te invierto para comerte”, ¿a qué se refiere? --Lo que se está buscando con la inversión es tener una proyección de la empresa de aquí a diez años, entonces, uno evalúa la empresa de acuerdo a lo que va a valer de aquí a diez años de acuerdo a tu proyección y especulación. Así se compró Facebook, así se compran muchas empresas en Estados Unidos y en México, no. En Estados Unidos te dicen por tanto dinero queremos el 49% de la empresa, y en cambio aquí en México te dicen por el mismo dinero o por menos te pido el 95 ó 97% de la empresa. Así que ¿cuál es el sentido?, yo no quiero irme a trabajar a otro lado, quiero generar una empresa que el día de mañana nos voltee a ver Dream Words, Pixar, que les interese maquilar con nosotros. Un gallo con muchos huevos ya se vendió en Centroamérica y Sudamérica. En México se proyecta en más de 2 mil salas. --Se habló que la primera y segunda cinta fueron un éxito. ¿Qué opina? --Con el primer filme rompimos el fin de semana más taquillero de toda la historia del cine mexicano y en su corrida final quedamos  entonces en segundo lugar de toda la historia del cine mexicano, no solo de animación. El éxito se debió mucho a que como estábamos en internet era una marca muy conocida y todo mundo conocía Huevocartoon porque todo mundo se mandaba los videos y demás. Tuvimos una pequeña decepción por parte de nuestra audiencia porque éramos mucho más subidos de tono en el internet, hasta más críticos incluso. “Cuando llegamos al cine, mucha gente me reclamó. La película era para niños. Mucha gente se quejó de eso pero al mismo tiempo es una marca que agarró el mercado familiar. Pero fue un gran éxito porque se estaba esperando esa película por toda la marca. El segundo filme, me acuerdo que fue muy dolorosa en el sentido de que nos cerraron los cines por la influenza, estrenamos y casi para la tercera semana nos cerraron los cine, sin embargo, rompimos el fin de semana más taquillero.” --Con esta tercera, igual le apostaron al público infantil, ¿nunca intentaron salirse de eso? --No, una vez que llegamos ya al mercado familiar, nos dimos cuenta que ese era nuestro gran mercado. Sobre todo porque es una secuela, imagínate la primera clasificación A, la segunda clasificación A y la tercera clasificación B o C, pues no era factible, por eso decidimos mantenernos. --¿Es difícil hacer una saga con historias diferentes? --Es complicado. Pero se fue dando todo en automático. La primera fue la niñez, es Toto como huevo, la segunda fue la adolescencia de Toto, se convierte en pollo pero todavía  quiere de repente seguir siendo huevo todavía, y en la tercera, es la parte adulta, es la búsqueda de tu vocación, es quién voy a ser como adulto. --No obstante, abordan un tema muy criticado, la pelea de gallos… --Sí, sí, nos dio mucho miedo. Le decía a mi hermano que la pelea de gallos es una relación muy fea, es horrible, nosotros estamos por supuesto en contra de todo eso. Pero ¿cuáles serían las posibilidades vocacionales de un gallo?,  así que tomamos la decisión de que quedara muy claro que era inspirado en las peleas pero que fuera totalmente manejado como box, como una pelea de box y que no hubiera ningún tipo de violencia, sino reglas, conteos como en el box. Nos preocupaba que la gente lo entendiera cómo una pelea de gallos, pero que era una pelea deportiva. Concluye el joven realizador: “El cine ha sido mi pasión, desde que soy muy chiquito: el dibujar, el crear personajes y el crear historias. El gran aprendizaje es que un director no es ni el jefe, no es ni el que más sabe, sino que es un trabajo conjunto, y todos los expertos de cada área te superan en todos los sentidos. El director entonces debe de ser la persona que más entusiasme a todo el equipo, a creer que se puede lograr.”