...Y en varones, el gobierno se cuelga del éxito de jugadores y entrenador

domingo, 27 de septiembre de 2015 · 10:20
Los buenos resultados que ha obtenido la Selección varonil de basquetbol pueden ser engañosos. El gobierno federal prácticamente los presenta como propios, pero son producto del sacrificio de jugadores y entrenador. Así, las autoridades olvidan mencionar la crisis que atraviesa la liga nacional de baloncesto, la nula detección de jóvenes talentos, la discriminación que los propios jugadores mexicanos sufren en su país, los abusos contra los deportistas profesionales, la debilidad de las instituciones que rigen esa disciplina y la falta de un plan a largo plazo. MÉXICO, D.F. (Proceso).- Aunque la Selección nacional de basquetbol varonil estuvo cerca de calificar por primera vez a unos Juegos Olímpicos en 40 años, el desempeño del equipo no oculta las carencias en este deporte: no existe, por ejemplo, una estructura sólida que detecte jugadores y les dé seguimiento desde la infancia. De la mano del español Sergio Valdeolmillos, desde hace cuatro años, México ha conseguido resultados históricos. Al término del Preolímpico, el entrenador regresó a su país sin la promesa de que volverá. No es seguro que vaya a dirigir a la quinteta mexicana en el repechaje que se realizará el próximo año, la última oportunidad de calificar a Río 2016. Y es que hay dos decisiones que anunció el director de la Conade, Alfredo Castillo, con las que supuestamente va a reestructurar el basquetbol mexicano y acabar con el conflicto que lo aqueja desde hace 15 años: según sus propias palabras, va a “fortalecer, si no es que reconstruir”, la Liga Nacional de Baloncesto Profesional (LNBP) y reconocerá a la Asociación Deportiva Mexicana de Baloncesto (Ademeba) como el órgano rector de este deporte en el país. Desde hace ocho años, aunque sin recibir directamente dinero de la Conade, la Ademeba –con la ayuda de la LNBP– ha operado todas las selecciones nacionales, femeniles y varoniles, puesto que cuenta con el aval de la Federación Internacional de Baloncesto (Fiba Mundo). En 2011, Modesto Robledo, presidente de la Ademeba, y Juan Manuel González, hoy presidente de la LNBP, contrataron a Valdeolmillos para dirigir la Selección nacional rumbo a los Juegos Panamericanos de Guadalajara, donde se obtuvo medalla de plata. Pero en septiembre de 2014, González fraguó la salida del español. Fue respaldado por el presidente del Comité Olímpico Mexicano (COM) y por el entonces director de la Conade, Jesús Mena. Robledo no hizo nada por defender al entrenador. Sin importarles que México ganó el Premundial 2013 y que por primera vez en 40 años calificó a un Mundial, lo cesaron. Entre todos lo acusaron de ver “por sus intereses personales” y de querer cobrar un salario sin pagar impuestos. Dijeron que se condujo de manera equivocada porque hizo públicos los problemas económicos de la Selección y aclararon que ellos sí cubrieron todas las necesidades del equipo. Valdeolmillos tenía contrato hasta 2015. De un plumazo lo borraron. Al término del Mundial, en el que México fue eliminado en la segunda ronda por Estados Unidos, Valdeolmillos declaró que antes de volver a dirigir en México tendrían que solucionarse varios problemas en la forma en que se administra la Selección nacional. Denunció algunas carencias hacia los jugadores durante el Mundial y dijo que durante el proceso mundialista se le había “faltado al respeto” a él y a los jugadores. Entre los proyectos de Valdeolmillos estaba crear una asociación de jugadores (sindicato) que velara por mejores condiciones laborales para los atletas de la LNBP –cuyos directivos se han caracterizado por vetar, temporal o definitivamente, a aquellos basquetbolistas con quienes tienen diferencias, como Ramsés Benítez, Jorge Rochín, Enrique Zúñiga, Anthony Pedroza y Abdul Mills. Valdeolmillos aceptó regresar a México en junio pasado a petición expresa de Castillo. El español acusó que se le quedó a deber 10% del contrato de la temporada 2013-14 y 100% de la temporada 2014-15. El entrenador se rehusaba a regresar porque estaba dolido por “todas las mentiras que se han dicho de mí por defender a los jugadores, sin importarles lo que hemos ganado”. Su nuevo contrato fue sólo por los Juegos Panamericanos de Toronto y el Preolímpico, que se disputó en la Ciudad de México pero donde no se consiguió el boleto directo a Río 2016. Como sea, en el nuevo “proyecto” del basquetbol nacional, Castillo decidió involucrar a González y Robledo. El director de la Conade no da por perdida la calificación a los Olímpicos. El sábado 12 dijo que desde ya comenzaría la preparación rumbo al repechaje y que el equipo contará con nueve meses para alistarse. Esto es inexacto, pues cada jugador debe estar con su respectivo equipo profesional, dentro o fuera de México. Problemas a pie de duela David Meza, uno de los 12 seleccionados que disputaron el Preolímpico, dice a Proceso: “Sergio se fue al día siguiente (domingo 13). No platiqué con él. Escuché que va a valorar las cosas, a ver si sigue o no. No hay ningún plan todavía. Él es lo más importante de esto, desde que él llegó sólo hemos tenido buenos resultados”. Meza también es uno de los siete jugadores de la Selección nacional a quienes los equipos Halcones Xalapa y Halcones Rojos de Veracruz (de la LNBP) les adeudan entre cinco meses y medio y siete meses de salario. En plena concentración de la quinteta mexicana, el asistente de Valdeolmillos, Ramón Díaz, denunció los adeudos a Orlando Méndez, Israel Gutiérrez, Marco Ramos, Adrián Zamora, Francisco Cruz y Paul Stoll. Con todo y que no tiene injerencia ni puede cubrir sueldos de deportistas profesionales, Castillo se ofreció a ayudar a los jugadores a resolver su situación. A poco más de un mes de la promesa, los basquetbolistas siguen sin cobrar. De hecho, el equipo de Halcones Xalapa ya no jugará la temporada 2015-2016 porque no puede hacer frente a sus compromisos económicos. Y si para antes del inicio de la campaña (22 de octubre) Halcones Rojos no ha cubierto los adeudos, tampoco se le permitirá competir, informa Sergio Ganem Jr., vicepresidente de la LNBP y dueño del club Fuerza Regia. La LNBP organizará la próxima campaña con tres equipos menos (11 en total) que la anterior, porque no hay condiciones para que sigan operando. Aunado a ello, distintos clubes se han caracterizado por congelar jugadores. Es el caso de Soles de Mexicali, que vetó a Anthony Pedroza; Lechugeros de León, que hizo lo propio con Enrique Zúñiga y, Ramsés Benítez, por orden expresa de Juan Manuel González, no puede ser contratado por ningún equipo de ninguna liga por haberlo demandado cuando el primero fungía como presidente de Halcones Xalapa (Proceso 1958). Ésta es la liga a la que Alfredo Castillo quiere apostar para desarrollar el basquetbol. “Hay un ‘pacto de caballeros’, como en el futbol”, acusa Enrique Zúñiga, uno de los seleccionados emblemáticos durante casi dos décadas. El exjugador cuenta que él fue víctima de represiones por parte de directivos de clubes de dos maneras: cuando intentó formar un sindicato y cuando quiso dejar los Lechugueros de León e irse a Aguascalientes. Zúñiga narra que logró tener una lista de hasta 120 jugadores (prácticamente todos los de la LNBP) que lo apoyaban con la idea del sindicato. Pero su proyecto fue mal visto por los empresarios, así que poco a poco los jugadores le avisaron que ya no podrían participar porque habían sido amedrentados. “A la mera hora quedamos 10. Me llamaban para decirme: ‘Perdóname, es que quiero jugar; de esto vivo y come mi familia’.” Cuando Lechugueros no quiso pagar el sueldo que Zúñiga esperaba, el jugador pidió permiso para irse a otro equipo. El dueño del club leonés, Gustavo Saggiante, le dijo que podía irse pero que pagara por su “carta”. “Me dijo el dueño de Lechugueros que tenía que pagar una cantidad muy fuerte. La regla dice que tiene que ser un mes de mi salario si me voy prestado y tres meses si es venta. El dueño del equipo con el que me quería ir me dijo que pedía 500 mil pesos por prestarme y 850 mil por venderme.” Algo similar ocurrió con Soles de Mexicali y Anthony Pedroza. El jugador quiso cambiarse a Halcones Rojos de Veracruz. Los dueños del equipo también le pidieron que pagara su “carta”. “Todo es de palabra, la ‘carta’ ni existe ni es legal. Soles pedía medio millón de pesos por dejarme libre, como si ellos me hubieran desarrollado desde chico. Se echaron la bola entre los dueños. Me dijeron que sí me dejarían ir y no te puedo asegurar que se pusieron de acuerdo por debajo del agua, pero muchos equipos no querían problemas. Nadie me volvió a contratar”, cuenta Pedroza. La temporada pasada al basquetbolista se le permitió jugar pero sólo con el equipo Gigantes de Toluca, cuyo dueño es Jorge Toussaint. Estuvo dos semanas y decidió marcharse. “No es un club grande ni competitivo. Por mi nivel puedo estar en otro mejor, pero sólo ahí tuve permiso de jugar”. De acuerdo con Zúñiga, Meza y Pedroza, la propia LNBP ha dado más oportunidad a los jugadores extranjeros (latinos o estadunidenses) y a los hijos o nietos de mexicanos que nacieron en Estados Unidos. La mayoría son muchachos recién salidos de escuelas de Estados Unidos que encuentran mejores oportunidades en la LNBP que los jugadores que se han desarrollado en México, donde no hay una estructura de detección de talentos, seguimiento y desarrollo. Sergio Gánem Jr. reconoce que en la LNBP se han cometido errores, pero dice que ya se están corrigiendo. Agrega que hace cinco meses comenzaron los ajustes para cambiar la mala imagen que tiene. Para empezar ya no aceptarán a equipos que no garanticen finanzas sanas. Entre otros cambios, la LNBP privilegiará a los equipos que cuenten con recursos propios y de patrocinadores, y que no dependan del dinero de municipios y estados. En el caso de Halcones Xalapa y Halcones Rojos es el gobierno de Veracruz –que encabeza Javier Duarte (PRI)– el que los subsidia, pero desde hace siete meses los recursos dejaron de fluir. –¿Cuál es el proyecto que la LNBP va a desarrollar con la Conade, de acuerdo con lo que anunció Alfredo Castillo? –se le pregunta. –Platiqué con él en el Preolímpico, pero hay que entender que la LNBP es autónoma, como la Liga MX o la Liga Mexicana de Beisbol o la del Pacífico. Son entes de particulares, no de gobierno. Somos asociaciones privadas que damos un espectáculo deportivo profesional. Quienes tienen la responsabilidad de masificar y de buscar los talentos en el basquetbol son la Ademeba y la Conade. “La Conade puede ayudar en la capacitación de entrenadores y de árbitros, que eso hace muchísima falta, facilitando instalaciones para niños y jóvenes, creando la estructura y la organización del basquetbol en todo el país, pero no puede intervenir directamente, porque somos clubes profesionales con recursos propios. Es como si quisiera decirle a la Liga MX que va a intervenir en lo que hacen. “Se le culpa a la LNBP del no crecimiento del basquet y de los problemas estructurales y eso no nos corresponde. Es parte de las injusticias. Cuando hubo necesidad de sostener a la Selección aceptamos la responsabilidad y a nosotros nos costó. Los jugadores del Preolímpicos están en activo o estuvieron jugando aquí. Eso no lo perdamos de vista. Su desarrollo fue en la LNBP, les guste o no, se sientan orgullosos o no. No queremos ir a Estados Unidos a buscar a los hijos o nietos de mexicanos, sino contar con un gran semillero de jugadores nacionales. Ya estamos haciendo eso con Ademeba y FIBA Américas, abriendo escuelas de talentos en las plazas donde tenemos equipos.” Ideas con bemoles Ante la propuesta de Castillo de que México cuente con un equipo en la “liga de ascenso de la NBA”, Zúñiga plantea que ésa no es la solución, pues el estilo de juego de los mexicanos, de acuerdo con su biotipo, es el europeo y no el estadunidense. “Por eso Valdeolmillos cayó como anillo al dedo, porque él despliega ese tipo de juego. Los mexicanos ya vimos que no podemos correr y correr como los gringos, no se nos da. Cuando estuvimos con el coach Nolan Richardson nos fue muy mal. Corríamos mucho, eso sí. La solución está en fortalecer a la liga universitaria, ahí es donde hay que desarrollar a los jugadores y que debuten como profesionales a temprana edad, en México o en otras ligas. Yo debuté de 19 años y estaba en la escuela y era profesional. Eso ya no se permite y tienes a jugadores que a los 29 o 30 años empiezan a ser profesionales”, detalla Zúñiga. David Meza coincide con esta idea, pero añade que otro semillero debe ser la Olimpiada Nacional de donde salió él, Héctor Hernández y Jesús González, otros dos seleccionados nacionales. “Nosotros jugamos todo el proceso de Olimpiadas, pero no hay muchos. Se le tiene que dar más importancia a ese torneo, para que sea el semillero. Yo propondría una liga de jóvenes, que se trabaje con las generaciones que vienen abajo y darle más oportunidades a los que nacimos aquí. Los mexicoamericanos también son mexicanos, pero en la liga los que juegan son ellos, no nosotros.” Zúñiga alerta sobre la importancia de buscar ya a los reemplazos de quienes ahora integran la Selección nacional. “El sueño se nos puede caer de un año a otro. Ya hay que sacarlos a competir. Las nuevas promesas están en los equipos universitarios”, sentencia.

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