COLIMA, Col. (apro).- En la elección extraordinaria de gobernador que se celebrará este domingo 17 se enfrentarán la “derecha populista” contra la “derecha tecnocrática”, afirma Josué Noé de la Vega Morales, catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad de Colima.
Como representante de la primera corriente ideológica ubica al candidato del PAN Jorge Luis Preciado Rodríguez, mientras que en la segunda coloca al priista José Ignacio Peralta Sánchez.
Las únicas diferencias entre ambos aspirantes, añade De la Vega en entrevista, sería el estilo personal de gobernar: el primero con un carácter “populachero”, como lo mostró en la campaña, y el segundo alejado de la gente y cercano a los empresarios.
Los dos candidatos, considera el politólogo, abanderan las políticas neoliberales del gobierno federal. Como coordinador de la fracción panista en el Senado de la República, a Preciado le correspondió negociar y otorgar el voto a favor de las reformas estructurales promovidas por el presidente Enrique Peña Nieto, mientras que como subsecretario de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, a Peralta le tocó cabildear la Ley de Telecomunicaciones, además de que su formación y su trayectoria han ido acordes con el modelo neoliberal.
Sin concederle muchas posibilidades de triunfo, Noé de la Vega coloca al candidato de Movimiento Ciudadano (MC) Leoncio Morán Sánchez como una opción cercana también a la derecha tecnocrática, aunque lo califica como “impulsivo” por algunas decisiones que tomó cuando era presidente municipal de Colima bajo las siglas del PAN.
En entrevista, el académico prevé que, de ganar la elección Peralta, realizaría “fuertes recortes en el gobierno del estado, por lo que no habría crecimiento en las áreas de salud y educación ni aumentarían las participaciones a la Universidad de Colima; sería una repetición exacta de la política federal”.
Estima que “los pocos recursos económicos a los que pudiera tener acceso el estado serían canalizados a las empresas para fortalecer el sector productivo, pues el de Ignacio Peralta es un proyecto empresarial, en el que quedan desatendidas las demandas y las necesidades de los sectores sociales”.
Así también, dice De la Vega, con el priista la comunicación del gobernante con la gente sería mínima y “podría haber más cerrazón, represión y autoritarismo ante las demandas sociales; él ha presumido que tuvo educación militar y, cuando se sintió ganador de la elección pasada, se comportó muy alejado de la gente y empezó a cerrar su círculo, pero cuando se anuló la elección, tuvo que abrirlo nuevamente e incorporar a todas las corporaciones, viejas generaciones para tratar de ganar, pero éste es su comportamiento real, su visión técnica, austera y autoritaria”.
Por el lado del PAN, Jorge Luis Preciado “también es autoritario, no es democrático, pero lo más seguro es que buscaría el contacto con la gente para satisfacer pequeñas demandas sociales, mínimas dentro del marco neoliberal, aunque al final sea él quien tome las decisiones”.
Según el catedrático universitario, a Preciado le interesaría sobre todo contar con el apoyo popular y que la gente lo vea como el salvador, generar esa pequeña imagen de que él pudiera cambiar Colima con pequeñas dádivas que en realidad no tocarían en lo esencial el proyecto federal ni se alejarían mucho del PRI.
“La cuestión –define– es el estilo personal de gobernar, es cierto que Preciado es más populachero, se acerca más a la gente, le gusta todo esto, pero es sólo para su imagen; todo lo demás es lo mismo: es igual de autoritario, impositivo y no está buscando grandes transformaciones en términos económicos”.
En el caso de Leoncio Morán, Noé de la Vega lo percibe dentro de la derecha tecnocrática, igual que a Peralta, el primero formado en la Universidad Panamericana y el segundo en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
“No hay mucha diferencia en la formación y en la forma de pensar de ambos; lo que presume Leoncio Morán es la austeridad y la buena administración porque no endeudó al ayuntamiento de Colima cuando fue presidente municipal, pero esto estaría entre comillas, pues ‘buena administración’ para él es no gastar, pero puede haber endeudamiento y si esto contribuye al crecimiento y desarrollo de la entidad, entonces sí es buena inversión”.
De los tres principales candidatos, señala De la Vega, el más cuestionado en su trayectoria pública y su vida personal es Jorge Luis Preciado, sobre quien además de todo lo que se ha dicho de él, pesan algunos señalamientos fundados de desvío de recursos del erario, fiestas escandalosas en edificios públicos, entre ellos el propio Senado de la República, y posesión de grandes propiedades, como el hotel en forma de castillo que construye en el poblado colimense de Montitlán.
Una de las denuncias más serias en su contra se deriva de su implicación, cuando era diputado federal, en el desvío de 55 millones de pesos de programas sociales para destinarlos a la campaña de Felipe Calderón, asunto del que resultó impune, según lo documentó en 2006 el periodista José Reveles en su libro “Las manos sucias del PAN”.
No obstante, según De la Vega Morales, no hay seguridad de que esas situaciones le resten posibilidades a Preciado en la elección, dado que podría pesar más el ánimo de los electores contra la permanencia del PRI en el gobierno estatal, tendencia que ya se vio en la elección pasada, al ganar el PAN la mayoría absoluta del Congreso y seis de los diez ayuntamientos, entre ellos los más importantes.
“Podría darse el caso de que no tengan un peso definitivo en la decisión del electorado los cuestionamientos en contra de Preciado, porque “en este ambiente el ladrón, que tú sabes que es el ladrón, le grita al otro, entonces tú piensas: ‘Ah, este ladrón se está cubriendo’, y ahí queda la duda, porque la gente llega a un momento en que ya no le da credibilidad al discurso del PRI, entonces si este partido ataca a un candidato, puede generar el efecto de que se piense que ese es el bueno”.
A Ignacio Peralta, con excepción de la alcaldía de Colima, no lo hemos visto en cargos de representación popular, por lo que no se ha podido analizar a fondo su conducta, refiere el profesor universitario.
“Como buen tecnócrata, Peralta ha hecho su carrera política de la empresa privada a la administración directamente, cundo fue nombrado titular de la Secretaría de Fomento Económico de Colima en 2004, después pasó al ayuntamiento, y de ahí a la Subsecretaría de Comunicaciones del gobierno federal.
“Su comportamiento público se ve aceptable, es menos visible que Jorge Luis Preciado, aunque se podría cuestionar que aprovechó la subsecretaría en términos electorales para dar televisiones en Colima y dejó de cubrir otros estados de la República; el primer astronauta Rodolfo Neri dijo que lo estuvo buscando mucho tiempo y nunca fue recibido, pero de ahí en más su trayectoria personal se ve más limpia que la de Preciado”.
En lo que se refiere a Leoncio Morán, De la Vega Morales opina que en su trayectoria tampoco tiene cuestionamientos tan fuertes como los del panista. “En ese sentido ha cuidado mucho su persona, no ha sido acusado de malversación de fondos… entonces creo que podríamos decir que también sería aceptable”.
El politólogo estima que en estos momentos Colima se encuentra ante la mayor posibilidad de que se genere la alternancia en el gobierno estatal. Aunque cada uno de los tres candidatos ha dicho que mantiene una ventaja de varios puntos sobre sus adversarios, para Josué Noé de la Vega existe prácticamente un empate en las preferencias electorales entre Peralta y Preciado, mientras que Morán podría mejorar su porcentaje en relación con el proceso anterior, pero no lo suficiente para meterse de lleno a la contienda.
En los casos de Martha Zepeda del Toro, candidata del PRD; Francisco Gallardo Rodríguez, de Morena, y Gerardo Galván Pinto, de Encuentro Social, el académico indica que no cuentan con posibilidades reales de aspirar al triunfo.