Zarpazo presupuestal contra el cine

viernes, 25 de noviembre de 2016 · 19:41
Se veía venir el duro golpe de los legisladores al presupuesto cultural y los cineastas lo advirtieron; ahora sólo resta a la comunidad cinematográfica lamentarse por las magras cifras y tratar de mantener con menos dinero el mismo nivel de producciones para la pantalla grande, que en sólo dos años han conquistado más premios internacionales que nunca. Alan Coton, Carlos García Agraz, Henner Hofmann, Jorge Sánchez, Laura Esquivel y Víctor Ugalde analizan las aristas de este recorte que probablemente afectará la educación y la industria fílmica nacional en 2017. CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Desconcierta a la comunidad fílmica el fuerte recorte presupuestal para 2017 en el sector del cine, cuando desde 2015 hasta la fecha las películas mexicanas han registrado la cantidad más alta de premios en diversas partes del mundo. Además, aumentaron los estrenos de filmes nacionales en las carteleras de varios países, y se produce más diversidad de historias hechas aquí, al punto que el año pasado totalizaron 140. Ya se veía venir este zarpazo, por lo que los cineastas trataron de sensibilizar a los legisladores. El pasado 5 de octubre, la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) exhortó, a través de un comunicado, al Congreso de la Unión “a que revisara y reconsiderara el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para 2017, planteado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, para el sector cinematográfico mexicano”. Pero la aprobación del PEF 2017 el pasado 10 de noviembre en la Cámara de Diputados tomó a todos por sorpresa: predominaron los recortes, y al sector cultural le fue mal con los pesos. Según el especialista internacional en políticas culturales Carlos Villaseñor, le asignaron 10 mil 928 millones 20 mil 478 pesos, cuando para 2016 le fijaron 13 mil 690 millones 194 mil 949. Es decir: le recortaron para el año entrante 2 mil 762 millones 174 mil 471, el 20.18%. Y, de acuerdo a los cineastas, en cultura las instancias del séptimo arte fueron las más castigadas. De acuerdo con Villaseñor, asesor de la UNESCO, las cifras quedaron así en el PEF 2017: Para los Estudios Churubusco, 41 millones 902 mil 985 pesos, cuando en 2016 le dieron 71 millones 89 mil 670. Le quitaron 29 millones 186 mil 685, o sea, 41%. Al Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC), la única escuela de cine de gobierno, le dieron 30 millones 842 mil 689 pesos. En 2016 tuvo 42 millones 74 mil 115. Le eliminaron 11 millones 231 mil 426 (27%). La Cineteca Nacional tendrá para el próximo año 47 millones 453 mil 261 pesos, mientras que en 2016 fueron 50 millones 374 mil 923. Le descartaron 2 millones 921 mil 662 (6%). Y al Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) le establecieron 275 millones 635 mil 647 pesos. En 2016 le proporcionaron 333 millones 783 mil 666. Le quitaron 58 millones 148 mil 19 pesos (17%). Gana el cine gringo La primera expresión del director de cine Alan Coton, presidente de la Sección de Directores del Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica (STPC), es: “¡Qué terrible!”. Y manifiesta en entrevista su asombro: “Es muy preocupante que nuestras protestas y toda la movilización que hicimos el sector artístico y social que se ve afectado por este recorte, a los legisladores les dio lo mismo. En el caso de los Estudios Churubusco es brutal el recorte, como si quisieran desaparecerlo de esta manera. También es fuerte lo que le quitan al CCC. Escuché de boca de su propio director, Henner Hofmann, que con ese dinero la escuela no podrá funcionar.” Delata con inquietud: “Es un duro golpe para el cine, porque justo vivimos un momento difícil en cuanto a la depreciación del peso y nosotros trabajamos mucho con insumos extranjeros, así que no sólo nos pega el recorte… Si sumamos todos los recortes en el periodo de Peña Nieto, yo calculó que debe ser más de 70% en términos netos de caída real. Es un entreguismo al cine estadunidense principalmente, porque es el que se ve beneficiado con este tipo de políticas.” Embiste con enojo, al exclamar que “¡nunca antes el cine mexicano había sido tan laureado en los festivales internacionales y tan estudiado por expertos y críticos de todo el mundo, y los legisladores parecen ciegos al respecto, igual el gobierno federal!”. También existe una buena aceptación en la taquilla del cine nacional, dice: “Muchas películas del país, de corte comercial, le han dado la pelea al cine de Hollywood, como ¿Qué culpa tiene el niño?, de Gustavo Loza, la cual peleó de tú a tú con filmes con un presupuesto y una publicidad brutal como la de Las tortugas ninja 2, entre otras. Entonces, parece un contrasentido que nuestros legisladores vayan a contracorriente.” Acentúa en las consecuencias: “El problema es que el dinero que le quitan al Imcine le pega más directamente al cine de arte, sea ficción o documentales; a los festivales, a la difusión, la cual es nuestro talón de Aquiles frente a los estadunidenses, y a la exhibición.” Al final, Coton ya, de plano, ironiza: “Creo que la única buena noticia es que Donald Trump ganó porque quiere abrir el Tratado de Libre Comercio (TLCAN) y debemos aprovechar para sacar nuestro cine adelante…” Estudios Churubusco Fue en 2002 cuando tocó fondo el cine mexicano. Se produjeron apenas 14 películas, de las que el Imcine sólo apoyó tres: La hija del caníbal, de Antonio Serrano; La tregua, de Alfonso Rosas Priego –ambas con financiamiento del Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad (Foprocine)–, y Cigarros, desamores y 20 diamantes, de Hugo Rodríguez –respaldada por el Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (Fidecine). Las restantes las realizaron productores privados (Proceso 1363). Al año siguiente, con el argumento de escasez de recursos presupuestarios, basado en el artículo segundo transitorio del Proyecto de Presupuesto de Egresos 2004, el Ejecutivo Federal (Vicente Fox), iniciaría el proceso de desincorporación entre las modalidades de “disolución, liquidación, extinción, fusión o enajenación” del Imcine, el CCC y los Estudios Churubusco (Proceso 1411); pero la comunidad cinematográfica paró todo. Ahora, ante la reducción de 41% al presupuesto de 2017 para los Estudios Churubusco, que cumplen 70 años, su titular, el cineasta Carlos García Agraz, expresa que “evidentemente sí afecta a nuestros planes, sobre todo de inversión”. Aunque explica: “Los Estudios Churubusco, por fortuna, son una entidad que capta recursos propios porque su estructura se mantiene permanentemente ocupada, pues la alquilan particulares, lo cual hace que la mayor recaudación de nuestros ingresos sea por recursos propios, y la disminución viene en los recursos federales; nos afecta porque es dinero que utilizamos más para innovar los equipos y toda esa cuestión de la tecnología.” Vislumbra algo positivo: “Tendremos que realizar como un ejercicio de imaginación, hacer más convenios; pero las cosas pintan bien, parece que tres productores se han acercado con películas estadunidenses para filmar el año que viene y ocuparían buena parte de la infraestructura de los Churubusco. Nos conviene, también se efectúan comerciales y series, en fin.” El cine mexicano “merece ser apoyado y sustentado porque resulta ser una fuente de entendimiento y lazos entre los mexicanos y una bandera maravillosa hacia el extranjero”, e informa que ya lleva 95% de avance la obra del edificio de los Estudios Churubusco, que debió terminarse en noviembre de 2012: “Se ocupará el edificio poco a poco… La Comisión de Filmaciones de la Ciudad de México habitará una parte; los dos pisos de arriba los iba a ocupar el Imcine, pero ya nos dijeron que no se van a cambiar, y ya hay productores que empiezan a preguntar por oficinas.” A decir suyo, se ha logrado terminar la estructura “con recursos propios”. Sufrimiento tras sufrimiento En cambio, el cinefotógrafo Henner Hof­mann, director del CCC desde 2009, es pesimista: “Los últimos dos años han sido de sufrimiento. Es muy serio el recorte porque es un porcentaje muy elevado, 27%. Las disminuciones de presupuesto nos han perjudicado en lo que respecta a los maestros invitados extranjeros; es muy importante que los alumnos tengan contacto con gente de otros países en términos académicos. Ya no podemos organizar los ciclos de documentales ni muestras ni nada que sea parte integral de nuestra educación. “Para este año tuvimos 42 millones 74 mil (pesos) y después el secretario de Cultura, Rafael Tovar y de Teresa, fue muy gentil y nos refaccionó un poco de dinero.” Subraya que el CCC es una escuela de muchos triunfos: “Los estudiantes han ganado muchos premios, en estos últimos ocho años hemos obtenido alrededor de 400. Recientemente estuvimos compitiendo en el Oscar y en Cannes con nuestros trabajos. Me parece que sacrificar una escuela que funciona bien no es la mejor idea, cuando en el mundo a lo visual y a lo cinematográfico tratan de impulsarlo. Hay países que intentan crear escuelas de cine, por ejemplo, en El Salvador tuve una reunión hace un par de meses porque desean fundar una escuela de cine. ¡Así que naciones más amoladas que la nuestra en términos financieros intentan impulsar mejor la educación cinematográfica porque sus jóvenes están creciendo en el mundo de las imágenes y las computadoras!” Hofmann aprovecha para despedirse, antes del posible naufragio: “El 30 de noviembre abandono el barco, después de ocho años de navegar en aguas turbulentas. Me voy a continuar la vida.” El Consejo Consultivo del CCC, compuesto por exdirectores de la escuela, escogió una terna que le presentará pronto a Rafael Tovar. Sánchez, Esquivel y Ugalde En octubre pasado, el responsable del Imcine, Jorge Sánchez, expresó a este semanario que deseaba aclarar (“mas no justificar”) que el impacto sobre el presupuesto al Imcine tenía poco que ver con la producción de cine: “Están los fideicomisos, Foprocine y Fidecine y el estímulo fiscal Eficine; éste último especificado en la miscelánea fiscal y donde se concentra el mayor volumen de recursos para apoyar el cine mexicano, no ha sido afectado. Son 700 millones de pesos que están dentro de la miscelánea fiscal y que es parte motora importante de la producción del séptimo arte. “En el caso de Foprocine y Fidecine, su inversión ha ido creciendo a lo largo del tiempo por una razón a la vez muy sencilla y muy compleja, que es que nosotros somos socios de las películas de estos fondos y hemos recabado las regalías que generan los largometrajes. Lo que podría verse afectado son actividades más relativas a la promoción, a la difusión. Pero nosotros debemos desarrollar de manera más activa nuestras formas de vinculación con el presupuesto y con la generación de recursos.” El miércoles 16 se le preguntó cuánto dinero tienen el Foprocine y el Fidecine, y si le afecta el presupuesto de 2017. Jorge Sánchez responde que al 31 de octubre de 2016, el Foprocine cuenta con 104 millones 586 mil 380 pesos y el Fidecine con 91 millones 409 mil 504. “Desconocemos el monto que se autorizará a los fideicomisos; sin embargo, es pertinente señalar que los recursos para los fideicomisos están contemplados, además debemos considerar el producto de la comercialización que se obtenga de las películas en las que los fideicomisos somos socios.” –En el Reglamento de la Secretaría de Cultura, publicado en el Diario Oficial de la Federación el pasado 8 de noviembre, y que entró en vigor el 9 de noviembre, no se menciona al sector del cine (Imcine, los Estudios Churubusco, la Cineteca Nacional y el CCC), ni como órganos administrativos desconcentrados, ¿qué opina al respecto? –Las entidades del sector cinematográfico estarán contempladas como paraestatales en un documento que se publicará en breve. La escritora y guionista de teatro, cine y televisión Laura Esquivel, quien es diputada del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), declara a Proceso que el recorte a cultura es “decepcionante”, y anexa: “Particularmente el recorte a cine es alarmante, considerando que en los últimos años el cine mexicano ha sido ampliamente reconocido y galardonado. Los documentales de manera particular han logrado cautivar la atención de miles y miles alrededor del mundo. Entonces, la pregunta es: ¿no deberíamos estar destinando mayores recursos para apoyar este tipo de actividades, en lugar de reducirlos? “Es evidente que al tener menos presupuesto hay un impacto directo sobre todas las actividades sustantivas de la industria cinematográfica, que es imprescindible en nuestro país.” Y termina apuntando que “realmente no entiendo la política cultural del gobierno de Peña Nieto”. Pero entre tanto, otros peligros acechan a la cultura de México, de firmarse el Tratado de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés), donde participan Norteamérica, Sudamérica, Oceanía y Asia. Por ello, el cineasta Víctor Ugalde, presidente del Observatorio Público Cinematográfico “Rafael E. Portas”, en un comunicado incita a la “no ratificación” de dicho acuerdo comercial. El martes 15, el tema se abordó en las audiencias públicas, organizadas por el Senado hasta el 23 de noviembre, sobre el TPP y la cultura. Se propone en dicha misiva que “se deberían de conocer los puntos de vista de los creadores y de los consumidores de nuestro arte y cultura y no sólo el de supuestos especialistas afines al gobierno en turno” y que se organicen foros más amplios y profundos. Víctor Ugalde alerta: “El TLCAN con todas sus imperfecciones tiene la posibilidad de que se recuperen espacios para nuestro cine y nuestra cultura si así lo establece la normatividad nacional.” El problema es que “el TPP elimina esa posibilidad”, concluye.

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