Atentado contra el patrimonio cultural de Parral

miércoles, 28 de diciembre de 2016 · 10:13
CHIHUAHUA, Chih. (Proceso).- El gobierno de César Duarte Jáquez se empeñó en dañar el patrimonio histórico y cultural de Parral con una serie de medidas que generaron movilizaciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y de masones e historiadores, que pudieron echar abajo algunas iniciativas del priista. La fascinación de Duarte con Francisco Villa y su obsesión por demostrar su control sobre el municipio de Hidalgo de Parral –donde creció el exgobernador– en la administración del alcalde Miguel Jurado Contreras, lo llevaron a intentar una serie de dislates. Duarte impulsó, con apoyo de Jurado, el retiro de la estatua de Benito Juárez de la plaza principal de la ciudad, para colocar en su lugar un monumento ecuestre de Villa; ordenó tirar la Casa Arras, considerada patrimonio histórico por el INAH; e intentó inmortalizar a su padre, Chano Duarte, con una figura de cera como parte de varias que se colocarían en el Museo de Historia de Parral. El historiador Jesús Vargas Valdez reconoce que en la gestión de Jurado Contreras se dieron algunos cambios afortunados, como la demolición del mercado del centro, que ya no tenía valor histórico y era muy poco utilizado; y la reconstrucción de la plaza principal. “Esos dos cambios le dieron algo positivo a la ciudad”. Sin embargo, grupos de historiadores, los masones y el Colegio de Arquitectos promovieron amparos y movilizaciones para detener por lo menos tres intentos de afectar la historia y la cultura de Parral. Contra Juárez “Lo que alarmó fue la intención de quitar la Plaza Juárez, porque originalmente iban a poner el macromonumento de Villa en Plaza Juárez… querían quitar el monumento a Juárez y andaban viendo dónde ubicarlo”, relata Jesús Vargas. El historiador señala que la Plaza Juárez de Parral fue la primera en México dedicada al Benemérito de las Américas y su estatua, la primera en el país. La inauguraron en 1905. “Porfirio Díaz acalló cualquier homenaje a Juárez, pero Enrique Creel (entonces gobernador del estado) le propone a Díaz que se haga el monumento a Juárez en Chihuahua y Díaz se da cuenta de que se van a cumplir 100 años del natalicio de Juárez, toma la iniciativa de Creel y la hace nacional: convierte el 21 de marzo de 1906 en día nacional y celebra en todo el país el natalicio, pero a partir de la idea que nace en Parral”, refiere Vargas Valdez. El Hemiciclo a Juárez fue inaugurado en 1908 en la Ciudad de México y el monumento en Ciudad Juárez es de 1907, mientras que el de Parral es de 1906. “Me parecía absurdo que se fuera a destruir algo que tiene ya un interés nacional. A los masones les surgió el interés y ellos impidieron que se siguiera con el proyecto (de retiro de la estatua)”, agrega Vargas. Sin embargo destruyeron toda una línea de casas que rodeaba el espacio donde ya habían colocado la base para el monumento de Villa, lo cual incluía la Casa Arras, considerada patrimonio histórico por el INAH. Un grupo de masones promovió el amparo indirecto número 629/2016 en Parral, y dos amparos más ante el Segundo Tribunal Colegiado y Administrativo con los números 185/16 y 259/16. El primer amparo –obtenido para la protección del monumento y de la finca Arras, que se encuentra dentro del catálogo de monumentos históricos de Parral– fue contra Duarte, la Secretaría de Obras Públicas estatal, la Presidencia Municipal de Parral y la Dirección de Obras Públicas del ayuntamiento. El segundo amparo fue promovido por el historiador Óscar Chávez Luna y otros masones, con el mismo motivo. El tercero lo promovieron directamente por la Plaza Benito Juárez, después de que fue destruida la Casa Arras, pero se incluyó a la Semarnat, pues se afectó vegetación que debía ser respetada –árboles de más de 15 años, que son el pulmón de la ciudad–, explica Héctor Chávez Barrón, uno de los promoventes. La noche del 30 de abril llegó la maquinaria para derribar la Casa Arras. Los ciudadanos que habían demandado la protección del inmueble se presentaron para tratar de impedir la demolición; el INAH ya había conseguido la suspensión. Los manifestantes llegaron con el primer amparo promovido el 31 de marzo de 2016 y se pararon frente a la maquinaria para evitar que avanzara. Llegó una patrulla y luego el entonces alcalde Jurado, quien les dijo que “por instrucciones del señor gobernador la demolición no se pararía”, según consta en un video grabado esa noche. El INAH presentó una denuncia ante la Procuraduría General de la República y una más fue promovida por la regidora panista María Teresa Arteaga. El Instituto inició además un procedimiento administrativo contra los gobiernos estatal y municipal por la destrucción del monumento histórico. El proyecto de Duarte era llevar la estatua de Juárez al antiguo ayuntamiento y colocar la de Villa a 100 metros del lugar donde ese personaje histórico fue asesinado. Respecto de la Casa Arras, en julio pasado el INAH emitió el dictamen en el cual informó que ya estaba catalogada como monumento histórico. El inmueble cuenta con la ficha nacional de Monumento Histórico Inmueble 080320010032 y forma parte del proyecto de las autoridades locales para ampliar la Plaza Juárez, espacio público considerado monumento histórico por determinación de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos. “La demolición”, asentó el INAH, “dañó y modificó los valores patrimoniales del casco histórico de esa ciudad chihuahuense, lo que constituye una grave afectación del patrimonio cultural de nuestro país. Amén de que la intención de ampliar la Plaza Juárez altera la configuración de la traza histórica de la ciudad de Parral”. El INAH tampoco autorizó la colocación de la escultura, debido a que sus dimensiones y escala afectan negativamente la fisonomía histórica de la zona de monumentos de la ciudad, por lo que suspendió los trabajos de instalación de la escultura y ordenó reconstruir la Casa Arras. Mudanza judicial Al final del sexenio de Duarte y de la gestión de Jurado se intentó cambiar la Presidencia Municipal a sus antiguas instalaciones, pese a que parte de éstas son ahora un espacio cultural. El objetivo era que la Ciudad Judicial de Parral se instalara en donde ahora está el ayuntamiento. En el antiguo edificio de la Presidencia, el Instituto Chihuahuense de la Cultura buscaba retomar el proyecto del museo de Benito Juárez, donde colocarían un mural de Antonio González Orozco. “El cambio de la Presidencia a lo que había sido el Centro de Documentación cayó de sorpresa, porque un año antes, a Miguel Jurado casi se le salieron las lágrimas cuando vio el mural (que colocarían en donde intentaron ubicar la sala de Cabildo), pero a dos meses de salir había promovido que se cambiara la Presidencia. “Lo aprobó el Cabildo, pero ese asunto del cambio de Presidencia no alcanzo a entender, por más que quiero ponerme en su lugar, para saber qué argumentos… sólo tengo conocimiento de que han querido cambiarlo a la antigua carnicería, lo que había sido Teatro de Cámara y otros espacios de lo que fue el Centro de Documentación”, refiere Jesús Vargas. El proyecto fue rechazado por la ciudadanía de Parral, que le pidió a Jurado que no entregara un bien del dominio público al Poder Judicial para justificar los supuestos gastos ejercidos en la inexistente Ciudad Judicial de Parral. El actual alcalde, Alfredo Lozoya Santillán, se opuso al cambio de instalaciones y reunió 11 mil firmas de apoyo, así como el dictamen del Colegio de Arquitectos, que avaló la falta de condiciones para dicho cambio. Lozoya mostró preocupación durante el proceso de transición, porque las anteriores autoridades no informaron cuánto han invertido en la construcción de la Ciudad Judicial, no habían comprobado el dinero ejercido y sospechaba que a eso se debía la premura por cambiarse, “porque es ilógico que quieran sacar rápido a la Presidencia de un inmueble y al final del sexenio, porque es una orden estatal”. Ante el rechazo de la ciudadanía, se acordó cambiar la Ciudad Judicial al Centro de Documentación y finalmente dejaron todo como estaba. No hubo cambios. La figura de Chano Otra obra que Duarte intentó dejar concluida es el Museo de Historia de Parral, para la cual contrató a la empresa Caronte Lab, a fin de crear figuras de cera de 15 personajes de esa ciudad, entre los que incluyó a su padre, Chano Duarte. Jesús Vargas recuerda que a él le pidieron participar en ese proyecto con un guion, pero él sugirió “que se olvidaran de los monos”, para darle carácter de museo regional de Parral. “Propuse un guion e información sobre la historia de Parral, ubicar fotografías… se pensó en poner una pantalla para proyectar imágenes de los hechos históricos; espero que con el cambio de administración se recupere esa propuesta y que los monos sólo sean decorativos”, opinó. Algunos personajes que mandaron elaborar son el fundador de Parral, Juan Rangel de Biesma; el autor del Corrido de Chihuahua, Pedro de Lille; los escritores Nelly Campobello y Carlos Montemayor, la muralista Aurora Reyes, entre otros. El más polémico es Chano Duarte. El museo estaría en la actual sede de la casa Stallforth (joya arquitectónica local), pero no han podido instalarlo –pese a que el exalcalde lo inauguró 15 días antes de concluir su gestión– por el adeudo de la finca que dejó Duarte con el dueño actual, Juan Manuel Villela Ríos, un priista cuyo padre fue presidente del PRI en Parral. La justificación que dio Jurado para colocar a personajes menos conocidos es que son parte del folclor parralense.

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