Y ahora, Alfredo Castillo arruina la Olimpiada Nacional

sábado, 16 de abril de 2016 · 11:30
Alfredo Castillo cumple 12 meses al frente de la Conade. Y puede decirse que lo festeja arruinando la Olimpiada Nacional. El exprocurador mexiquense olvidó firmar un convenio de colaboración y dar recursos a Chihuahua, que albergaría la mayor parte del certamen. Así, esa entidad tuvo que renunciar a ser la sede. Este hecho es sólo el más reciente en la larga lista de desastres y caprichos que han caracterizado su gestión: a cuatro meses de los Olímpicos, el deporte mexicano está peor que como se encontraba hace un año… CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- A un año de haber asumido el cargo de director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), Alfredo Castillo tiene al sector en peores condiciones de cuando lo recibió: para la realización de la Olimpiada Nacional no firmó un convenio de colaboración y, por falta de recursos, Chihuahua declinó ser la sede principal de la competencia; por otro lado, los campeonatos regionales rumbo a la Universiada Nacional aún no se han realizado –estaban programados para marzo– porque la dependencia no ha liberado el presupuesto. En los 12 meses que han transcurrido desde el 16 de abril de 2015, cuando el excomisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán fue designado por Enrique Peña Nieto responsable del deporte mexicano, no ha generado una acción que lo transforme, como prometió. Al contrario: detonó un conflicto con presidentes de federaciones –a ninguno de los cuales ha metido “a la cárcel”, según anunció–, lo que a su vez derivó en la amenaza del Comité Olímpico Internacional de expulsar a México de Río 2016. Por si fuera poco, se peleó de manera abierta con Cornel Marculescu, director operativo de la Federación Internacional de Natación, y este organismo deportivo presentó una demanda ante el Tribunal de Arbitraje del Deporte para exigir el pago de una multa de 5 millones de dólares. Todo se debió a que el gobierno mexicano buscó y obtuvo la sede para realizar el Campeonato Mundial de Natación 2017, en Guadalajara, pero luego reculó. Y pese a que había firmado un contrato en el que aceptaba las sanciones si tomaba una decisión así, se ha negado a pagar la multa. Además, el Laboratorio de Prevención y Control del Dopaje está al borde de perder la acreditación de la Agencia Mundial Antidopaje. Y el Consejo de Vigilancia Electoral Deportiva sigue sin instalarse, lo cual permite que las federaciones realicen elecciones sin supervisión. Fracaso a escala nacional Desde 2013 Chihuahua fue designada sede principal de la Olimpiada Nacional (ON) 2016. A mediados de marzo pasado, el secretario de Educación, Cultura y Deporte de esa entidad, Ricardo Yáñez, comunicó al titular de la Conade que dicho estado no podrá llevar a cabo ese evento “como resultado de los cambios en la aplicación de políticas públicas y la reciente implementación de programas de austeridad, tanto en la federación como en esta entidad federativa”. En entrevista, Yáñez, quien asumió el cargo el 26 de enero pasado, revela que más allá de que la dependencia no gestionó desde 2015 los recursos públicos ante el Congreso local, la realización de la ON jamás quedó oficializada en un convenio de colaboración entre Chihuahua y la Conade. “Nunca se presentó ante el Congreso la propuesta para presupuestar este recurso. Empezamos a hacer las gestiones y vimos que la inversión que se requería era como de 150 millones de pesos, de los cuales la Conade pondría 70 millones y Chihuahua los otros 80 millones.” –¿La Conade sí garantizó el dinero para las 18 disciplinas que se realizarían en Chihuahua? –se le pregunta. –No tengo ningún convenio, contrato o compromiso por escrito donde diga que la Conade daría los recursos. –¿Se reunió con algún funcionario de la Conade para externar esta situación? –Buscamos un acercamiento, pero nunca pude tener una cita. Hasta que ya presenté el oficio (el sello de recibido en la Conade indica “15 de marzo”, aunque está fechado el 10). No se pudo negociar nada. Las reglas están establecidas. Cada uno pone una parte para la Olimpiada. Luego, cuando ya estaba cancelada la sede de Chihuahua me reuní con Manuel Portilla (subdirector de Cultura Física) y ya me informó que se reasignaron las disciplinas a otras sedes. Nunca hubo una formalización a través de un documento. En un boletín de prensa, la Conade se quejó por “la tardía y sorpresiva renuncia por parte del estado de Chihuahua” y Manuel Portilla responsabilizó al titular del deporte, Raúl Saucedo: “El error viene del director del Instituto Estatal del Deporte, quien, por inexperiencia, no previó el presupuesto con su gobernador. Para las 18 disciplinas Chihuahua requería invertir alrededor de 60 millones de pesos, en tanto que la Conade aportaría aproximadamente 70 u 80 millones.” Durante el año que han estado en la Conade, los funcionarios de la dependencia federal no se ocuparon, al menos, de verificar que todo marchara en orden en esa entidad. Según Portilla, la realización de la Olimpiada Nacional Infantil y Juvenil, en las distintas sedes, costará a la dependencia 130 millones, más otros 40 millones que la Conade erogará en el Campeonato Nacional Juvenil (CNJ) a celebrarse en Tijuana, es decir, en total, 170 millones saldrán de las arcas federales. Los estados que sí serán sede de la ON son Guanajuato (11 deportes), Morelos (cuatro) y Guerrero (cinco). Con la renuncia de Chihuahua, las entidades que albergarán las 18 disciplinas restantes serán Querétaro, Hidalgo y la Ciudad de México. Baja California, que será sede del CNJ, también recibirá algunos de esos deportes. En 2015 la Conade transfirió 110 millones de pesos a Nuevo León para la realización de competencias en 41 deportes de la ON, que se celebró en mayo. Esto sin contar las otras cuatro disciplinas que se llevaron a cabo en Jalisco y una más en Guerrero. Para ésta, que será la edición 21, la ON sufrió modificaciones importantes. Fue dividida en dos eventos deportivos. La Conade determinó eliminar del programa de competencias la “categoría juvenil mayor de 20 años”, y los atletas que corresponden a ella ahora participarán en el Campeonato Nacional Juvenil. Quienes compitan en la ON serán premiados con puntos, mientras que quienes lo hagan en el CNJ recibirán medallas. Supuestamente esta decisión permitirá que en ambas justas las entidades participantes sean más competitivas y el éxito deportivo no se concentre en tres estados (Jalisco, Nuevo León y Baja California) como hasta ahora ha ocurrido. Desde que Castillo asumió la dirección, la postura de la Conade sobre la ON es que es un acto muy grande (24 mil participantes), muy costoso y que, desde el punto de vista técnico, no ha generado los suficientes deportistas de talla internacional. Otras de sus decisiones fue sacar pruebas que no son olímpicas (por ejemplo, el tiro con arco en la modalidad compuesto) y se recorrieron las fechas del encuentro, de mayo a julio y agosto, es decir, durante el periodo vacacional. Cuando la Conade redactó los anexos técnicos –documentos que contienen las reglas a través de las cuales se definen los criterios que rigen la competencia en cada deporte– no tomó en cuenta a las federaciones deportivas, como había ocurrido desde 1996. Al tratarse entonces de certámenes exclusivos del gobierno federal, ninguna de las competencias de la ON y del CNJ servirá como selectivo para integrar los equipos representativos juveniles que, por si fuera poco, se realizan en julio y agosto, lo cual afecta el desarrollo deportivo que supuestamente se quiere impulsar con los cambios. Para formar las selecciones nacionales, las federaciones deberán realizar sus propios procesos. A los estados, en tanto, les costará más dinero tener que mandar a sus atletas a seis o siete entidades para que compitan en la ON y en el CNJ. Se gastará dos veces en personal para apoyo logístico, en jueces y árbitros y, por ser vacaciones, el costo del transporte aéreo y el hospedaje se incrementará. Esto no permite concluir que la nueva forma de operar se traducirá en ahorros de recursos públicos. Asimismo, categorías menores (que van de 10 a 16 años) fueron subdivididas a rangos que sólo comprenden uno o dos años de diferencia. Hasta antes de estos cambios, los anexos técnicos se habían diseñado considerando el nivel de desarrollo y el grado de complejidad de cada deporte. Y a escala regional Otros certámenes que por la desatención de la Conade y su director no se han realizado son los campeonatos regionales, en los que los deportistas matriculados en alguna universidad compiten para asistir a la Universiada Nacional y a los campeonatos mundiales universitarios de 18 disciplinas (ajedrez, atletismo, basquetbol, beisbol, futbol, futbol bardas, gimnasia aeróbica, handball, judo, karate, levantamiento de pesas, taekwondo, tenis, tenis de mesa, tiro con arco, triatlón, volibol de playa y volibol de sala). El 31 de marzo, la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) dio a conocer en un comunicado que decidió “suspender indefinidamente la fecha de la Universiada Regional 2016 hasta nuevo aviso. Por situaciones ajenas y por motivos de no esclarecerse el convenio de aportación de recursos entre la Conade y el Condde (Consejo Nacional del Deporte de la Educación) se desconoce la fecha para obtener el recurso”. Los regionales se celebrarían del 10 al 16 de abril en universidades de las ocho regiones que integran el Condde: la Autónoma de Nuevo León, Autónoma de Ciudad Juárez, UABC, de Colima, de Aguascalientes, UNAM, de Oaxaca y Autónoma de Yucatán. Originalmente estos encuentros estaban calendarizados para marzo, pero los movieron a abril en espera de que la Conade firmara el convenio y liberara los 39.6 millones de pesos que el Condde solicitó para 2016. Ya desde el año pasado, cuando Castillo llegó a la Conade, la dependencia dejó de ministrar recursos a este organismo, que aglutina el deporte universitario de México. Durante 2015, cuando Jesús Mena aún era el titular del deporte, asignó 16 millones. Durante dos meses, el Condde no recibió ni un peso. Castillo tampoco les concedió una audiencia a los representantes del deporte universitario. La urgencia de contar con los recursos obligó al rector de la Universidad Autónoma de Chihuahua, Jesús Enrique Seáñez, también presidente de la Junta de Rectores y Directores del Condde, a pedir ayuda al secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, quien intervino para destrabar el problema. También representantes de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior gestionaron el pago ante Nuño. Por fin, en junio de 2015, a unos días del inicio de la Universiada Mundial de Gwangju, Corea del Sur, la Conade entregó casi 13 millones de pesos para cubrir los gastos de quienes participaron en esa competencia internacional (Proceso 2048). En 2014 la Conade asignó 33.9 millones de pesos al Condde. En 2013, 52.5 millones. El martes 5, el secretario general ejecutivo del Condde, Julio César Guedea, informó a los representantes de la Junta de Rectores y Directores, a los coordinadores regionales, delegados estatales y a las universidades sede de los regionales y de la Universiada Nacional (Universidad de Guadalajara) que hasta esa fecha no se había suscrito el convenio de apoyo financiero con la Conade mediante el cual se otorgan recursos económicos para la realización de las competencias universitarias. “Por lo anterior, es lamentable comunicarles que las actividades correspondientes a las etapas regionales y a la Universiada Nacional serán suspendidas hasta en tanto el Consejo cuente con la disponibilidad presupuestal necesaria.” Al día siguiente, la Conade reaccionó. Ante la presión mediática, en un comunicado informó que otorgaría 40 millones de pesos y que la Universiada Nacional 2016 sí se realizará del 1 al 15 de mayo. Informó que el viernes 8 el subdirector del Deporte de la Conade, Álvaro Ortega Mainero, se reuniría con Julio César Guedea y con los ocho coordinadores regionales para revisar los requerimientos logísticos y administrativos de las competencias. Guedea expresa: “¿Nosotros de dónde sacamos dinero? Los 39.6 millones que pedimos es una parte de lo que se necesita, porque sólo en la Universiada nos gastamos entre 30 y 35 millones, más lo que cada universidad invierte en remodelar las instalaciones deportivas y lo que los municipios aporten. “Eso es importante porque las instalaciones se quedan para los deportistas. El recurso que nos ha dado la Conade (en años anteriores) es una parte, es 50% del dinero que necesitamos. Este año tenemos varios mundiales universitarios y dentro de los 39.6 millones está programado tomar dinero para mandar a los atle­tas a los más importantes.” –¿Las universidades no tienen dinero para solventar los gastos de los regionales y de la Universiada Nacional?” –se le pregunta. –En 2014 asistimos a 13 mundiales universitarios y se obtuvieron los mejores resultados. Algunos deportistas fueron con recursos de las federaciones, otros de la Conade y algunos más de las universidades. Lo que pasa es que no todas las universidades tienen. Algunas privadas y algunas públicas sí, pero las más pequeñas no. Aparte, para 2016 les subimos el costo de la credencial (inscripción de los atletas) de 50 a 200 pesos y se nos está complicando recaudar ese dinero. Asistir a una Universiada con 50 o 100 deportistas no está tan fácil porque hay que pagar transporte, hospedaje, alimentación. En la Universiada Nacional participarán alrededor de 6 mil 500 atletas.

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