En junio del año pasado, luego de ser declarado gobernador electo, el perredista Silvano Aureoles aseguró que en un año Michoacán sería seguro, pues él no toleraría la complicidad de funcionarios con el crimen organizado ni la permanencia de las autodefensas u otros civiles armados. El plazo casi se cumplió y la entidad vive una de sus peores crisis de violencia con disturbios, narcobloqueos y enfrentamientos de al menos seis grupos criminales por el control del territorio.
MORELIA, Mich. (Proceso).- Silvano Aureoles llegó al gobierno de Michoacán con un amplio margen de votos y, aún eufórico con la victoria, dijo a los reporteros, en entrevista, que como gobernador actuaría de la mano del gobierno federal en el combate al crimen organizado y estimaba que en un año daría completa seguridad a las ciudades de Morelia, Uruapan y Lázaro Cárdenas.
Pero nada de esto ha ocurrido en seis meses. Desde que llegó al gobierno en octubre pasado, la violencia no ha parado en Michoacán. Peor aún, del pasado lunes 11 al miércoles 13 la entidad vivió jornadas de terror por las amenazas de grupos criminales, la quema de más de 36 vehículos, bloqueos en las principales carreteras, incendio de negocios en Zamora y de gasolineras en Sahuayo y Jiquilpan; cierre de negocios en Uruapan y Apatzingán, además de suspensión de clases y corridas del transporte público. El saldo fue de 31 detenidos, un muerto y dos heridos.
De acuerdo con informes extraoficiales esta cresta de violencia es parte de la reestructuración de los grupos delictivos que operan en Michoacán, como son los remanentes de Los Caballeros Templarios, La Tercera Hermandad o Los H3, Los Viagras, la Nueva Familia Michoacana, Los Justicieros, el Cártel del Golfo y sobre todo del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) que controla buena parte del estado.
Además, grupos de autodefensas permanecen en la Meseta Purépecha y en la costa y recientemente el grupo insurgente denominado IRIS difundió un par de videos en los que denuncia los pactos de los gobiernos estatal y federal con el CJNG.
Guillermo Valencia, exalcalde de Tepalcatepec, asegura que cuando Alfredo Castillo era comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, operó para que el CJNG controlara el estado en lugar de Los Caballeros Templarios.
Valencia señala que el gobierno federal usó a las autodefensas para acabar con este último cártel y al mismo tiempo pactó con Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, jefe del CJNG. Agrega que lo mismo ha hecho Aureoles a través del procurador José Martín Godoy Castro, con tal de erradicar a Los Viagras.
Fragmento del reportaje publicado en la edición 2060, ya en circulación