Ecos mexicanos en París

viernes, 5 de agosto de 2016 · 12:18
¿Cómo te voy a olvidar?, que reúne a 12 artistas mexicanos y cuatro extranjeros radicados en México –explicada a Proceso por las curadoras Peggy Leboeuf y Anissa Touati de la Galería Perroutin–, es un abanico de expresiones de la plástica actual que ha acaparando poderosamente la atención. También habrá presencia nuestra en el Festival de Teatro de Avignon, con una adaptación de la novela 2666 de Roberto Bolaño, donde Ciudad Juárez es rebautizada Santa Teresa en el horror de los feminicidios. Pero todo confluye hacia octubre, cuando el Grand Palais reciba la que ya se anuncia como la más importante muestra realizada en Francia en 50 años, Le Mexique des Renaissances, el arte mexicano del siglo XX. PARÍS (Proceso).- Muy contrastada es la presencia mexicana en Francia en este verano parisino. Mientras Amnesty International, la Organizacion Mundial contra la Tortura (OMTC) y la Federación Internacional de los Derechos Humanos (FIDH) multiplican ruedas de prensa para denunciar la “violenta represión y la criminalización del movimiento pacífico de protesta liderado por el magisterio oaxaqueño”, los críticos de arte y un público parisino ávido de novedades celebran “el dinamismo de los artistas emergentes de la escena plástica de México” expuestos en la muy selecta galeria Emmanuel Perrotin. Inaugurada el pasado 10 de junio y prevista por prolongarse hasta finales de mes, la muestra ¿Cómo te voy a olvidar?, que reúne a 12 artistas mexicanos y 4 extranjeros radicados en México, es todo un éxito. Conforme pasan los días crece la asistencia a la galería y, según confidencias de Peggy Leboeuf y Anissa Touati, curadoras de la exposición, las ventas de las obras van viento en popa. Peggy Leboeuf dirige la Galeria Perrotin de Nueva York, y Anissa Touati, curadora independiente, se define como “incondicional de México” y particularmente interesada por su nueva generación de artistas. Estas amigas de mucho tiempo dedicaron dos años a la selección de los talentos que querían exponer y a la organizacion de la muestra. “Estamos perfectamente conscientes de la violencia que sacude el pais –recalca Touati–, pero optamos por no limitarnos a exponer obras de denuncia política. Algunas de las que elegimos llevan mensajes poético-políticos, pero quisimos mostrar distintas facetas de la escena plástica mexicana.” Precisa Leboeuf: “Fue además lo que nos pidieron casi todos los artistas que encontramos cuando viajamos a México. La violencia fue ampliamente tratada por excelentes artistas expuestos últimamente en París. Pienso en la apasionante muestra colectiva Resisting the present, presentada en 2012 en el Musée d’Art Moderne.” Insiste Touati: “¿Como te voy a olvidar? ofrece otro enfoque y corresponde a nuestra propia experiencia mexicana, que nos llenó de vitalidad, energía, humor y calor humano. Ciertamente la violencia es omnipresente en México, pero también son omnipresentes la poesía, la amistad, la alegría de vivir, así como una reflexión muy aguda sobre los nuevos lenguajes artísticos. Es lo que quisimos sugerir al ‘pedirle prestado’ a Los Ángeles Azules el título de su canción que sonaba en todas partes cuando estuvimos en México.” Ambas curadoras se ríen cuando se les pregunta cómo explican la brusca pasión de Emmanuel Perrotin por los jóvenes artistas mexicanos. “En 2014, cuando cumplí veinte años de colaborar con él, Emmanuel Perrotin me dio carta blanca para montar la exposición de mis sueños –narra Peggy Leboeuf–. No lo pensé dos veces. Llamé a Anissa y nos lanzamos… Ofrecerme la oportunidad de adentrarme en ese ámbito artístico efervescente y hacérselo descubrir al público parisino fue un regalo increible de Emmanuel Perrotin.” Personaje imprescindible del tout Paris artistique, considerado como el comerciante del arte más pujante de Francia, Perrotin, quien acaba de cumplir 48 años –de los cuales lleva 27 exclusivamente dedicados a la compra-venta de las obras más atrevidas de las vanguardias artísticas internacionales–, cuenta con tres galerías: una en la Ciudad Luz, otra en Hong Kong y una tercera en Nueva York. Ademas de descubrir y lanzar nuevos talentos, el galerista, célebre también por las fiestas suntuosas que organiza en todas partes del mundo, es uno de los asesores de François Pinault –empresario multimillonario, uno de los mayores coleccionistas franceses y suegro de Salma Hayek– para sus inversiones financieras en el campo artístico. Ser expuesto por Emmanuel Perrotin es el sueño de muchos artistas, y serlo además en su galería parisina –que ocupa una inmensa mansión del siglo XVIII en el corazón historico de la ciudad–, como encontrar el Santo Grial. “La galeria misma y su anexo, el ‘White cube’, cuentan con mil trescientos metros cuadrados –enfatiza Peggy Leboeuf mientras empezamos a recorrer la muestra–. Eso nos permitió ofrecer una sala propia a casi todos nuestros artistas invitados.” Los regiomontanos La primera obra que acoge al visitante está firmada por el colectivo regiomontano Tercerunquinto, fundado en 1996 por Julio Castro, Gabriel Cazares Salas y Rolando Flores Tovar. Es un conjunto de seis grandes dibujos semi-borrados, en los cuales se logra percibir la figura del águila azteca devorando a la serpiente. Ese trabajo recuerda la intervención que hizo Tercerunquinto en 2008 para conmemorar los 40 años de la matanza de Tlatelolco. En esa oportunidad el colectivo retiró durante 24 horas el escudo nacional que adorna la fachada del Centro Cultural Universitario Tlatelolco de la UNAM, edificio que antes fue sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Los artistas se demoraron una semana trabajando 10 horas diarias para desmontar las cinco placas de mármol en las que está grabado el símbolo patrio. Enfatiza Anissa Touati: “Dos años después, en 2010, Tercerunquinto decidió celebrar el bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolucion mexicana reactivando esa intervención. Los artistas reprodujeron con lápiz grafito en tamaño natural el escudo de mármol. Luego abrieron su taller a amigos, colegas y vecinos invitándoles a borrar la obra. El ejercicio duró varios días y dejó al símbolo patrio desfigurado y casi desvanecido, reflejo –según Tercerunquinto– de la hostilidad social actual hacia los gobernantes del pais. Tal como se lo comentaba, la política no está ausente de la muestra, pero no aparece frontalmente.” José Dávila No se vislumbra alusión política alguna en la sala dedicada a José Dávila. Al igual que los demás artistas presentados en ¿Como te voy a olvidar?, Dávila, arquitecto de formación que vive y trabaja en Guadalajara, combina un enfoque conceptual de la creación artística con un trabajo muy cuidadoso sobre la materia misma. Entre las obras que expone destaca una instalacion escultórica, sin título, en la que crea un frágil equilibrio entre cuatro bloques rectangulares de concreto blanco, una hermosa roca ferruginosa como óxido y un alto vidrio-espejo, amarrados todos juntos con un largo listón azul. Según explica Dávila a la reportera, gran parte de su trabajo gira alrededor de “una reflexión sobre la fuerza de gravedad y la lucha inacabable contra esa misma gravedad ”. Recalca: “Los bloques de concreto aluden a la naturaleza modificada, la piedra a la naturaleza en bruto… Busco crear un juego de equilibrio que puede ser interpretado como un juego de balance entre lo modificado y lo salvaje, o entre dos tipos de deseos o dos tipos de transformación… El listón azul me interesa porque me permite trazar un dibujo en el espacio, su reflejo en el vidrio-espejo además hace surgir un triángulo, y con ese triángulo aparece de nuevo el equilibrio…” Además de exponer en la Galería Perrotin, José Dávila exhibe actualmente en el Centro Pompidou, en el marco de una muestra temporal de obras contemporaneas obsequiadas al museo por coleccionistas. Por si eso fuera poco, el 5 de junio inauguró una exhibición individual titulada The elephant and the fgeather en el Museo Marfa Contemporary de Texas, en Estados Unidos, y este agosto inaugurará otra en el SCAD Museum of Art en otra ciudad de ese país, Savannah, Georgia. Enfatiza Peggy Leboeuf: “La escena plástica mexicana está muy bien conectada con la escena internacional. Los artistas mexicanos viajan mucho y encuentran fuentes de inspiración en el mundo entero, al tiempo que dan a descubrir su propia creatividad. Se les proponen residencias artísticas en Europa o Estados Unidos y se les abre cada vez más espacio en museos y galerías internacionales. Por otro lado, numerosos son los artistas extranjeros que se instalan en México. Es la razón por la cual exponemos a cuatro de ellos en ¿Como te voy a olvidar?: el cubano Ariel Orozco, la uruguaya Ana Bidart y dos franceses, Gwladys Alonzo y Yann Gertsberger.” León Cerrillo y Méndez Blake Nueva Psicología es el título que José León Cerrillo da a estructuras de metal rectangulares o cuadradas de un azul intenso o amarillas que se codean, se cruzan y juegan con dos obras de vidrio sobre las que están pegados patrones de ropa de papel casi transparente, y otra tambien de vidrio en la que aparece enmarcada una chamarra. “Las estructuras metálicas tienen que ver con la percepción, la perspectiva y la subjetividad –explica el artista–. Pueden funcionar como marco, como plano, como dibujos, según el ángulo desde el cual se les observa o la sensibilidad de quien las mira. Por eso elegi el título Nueva Psicología para ese conjunto. “En cambio, las otras obras, que son más gráficas, pertenecen a una serie que llamé Poemas. Tienen particular importancia los caracteres que aparecen en la tela de la chamarra. Creé letras y cifras especialmente para esa obra. Llevo tiempo reflexionando y trabajando sobre las ideologías del grafismo y de los sistemas del lenguaje.” Es la conexión entre literatura y artes plásticas la que apasiona a Jorge Méndez Blake, nacido en Guadalajara, donde sigue radicado. “Todas mis obras tienen que ver con la literatura. Es el principio de mi creación. A menudo dialogo con obras específicas, como en ese trabajo inspirado por El secuestro, novela de intriga de Georges Perec concebida como un lipograma en la que el autor omite la letra E”, cuenta el artista mientras enseña a la corresponsal un gran cuadro en el que bailan alegremente miles de letras E.” Luego Méndez Blake señala una escultura que representa un lúgubre faro negro. “A veces sólo aludo a la literatura en general –dice–. Aquí el faro simboliza a la literatura. La luz del faro tiene que verse de muy lejos en la noche. Pero paradójicamente ese faro totalmente pintado de negro está apagado y nadie lo ve.” –¿Significa que la literatura dejó de iluminarnos? –Nunca explico mis metáforas. Dejo a cada quién la libertad de interpretarlas. Ariel Orozco y Fritzia Irizar Ariel Orozco, en cambio, deja muy explícito el sentido metafórico de su díptico Yo te amo más. Explica Anissa Touati: “En un primer tiempo, Ariel Orozco pintó dos cuadros monocromáticos, uno color oro puro y otro plata pura, luego los amarró el uno contra el otro y los dejó asi durante dos semanas. Finalmente los separó y le costó bastante trabajo hacerlo porque estaban muy pegados. Resultado: la adherencia, la separación y la mezcla de los dos colores se conjugan en una abstracción fortuita muy armoniosa. El artista considera su díptitico como una metáfora de la sepación de dos seres muy unidos: cada cual pierde una parte de sí mismo, al mismo tiempo que conserva en lo más hondo partes del otro. ” Aún más obvias son las metáforas de esculturas y videos de Fritzia Irizar que giran alrededor del gorro frigio, símbolo de la Revolución francesa, de la república y de la libertad. Según subraya Peggy Leboeuf, las obras que esa artista de Culiacán presenta en la Galeria Perrotin fueron inspiradas por las investigaciones del psiquiatra francés Gaëtan Gatian de Clérambault, sobre la fuerza simbólica del gorro frigio. “Con ese trabajo busco recordar hasta qué punto la libertad es efímera cuando una sociedad pierde la memoria”, comenta Fritzia Irizar al tiempo que señala a la reportera un minúsculo rectángulo de oro de 20 kilates pegado en la pared que golpea constantemente un gigantesceo gorro frigio de cobre movido por un largo brazo mátalico. El gorro frigio es en realidad un mosaico de viejos pedazos de cobre, mientras que el oro luce perfecto. “La libertad y la fuerza revolucionarias se van desgastando mientras que el oro sigue intacto, indestructible, comenta lacónicamente la artista.” Soto Climent y Edgardo Aragón Las dos curadoras se divierten enormemente con el erotismo humorístico de Martín Soto Climent. “Transfigurar los objetos más triviales de nuestra vida diaria para convertirlos en obras, es el eje del trabajo de Martín Soto Climent que nos hace pensar en la insolencia de los readymades de Marcel Duchamp y de los dadaistas”, apunta Anissa Touat, mientras se para y mira composiciones a base de tela de mezclilla con ciertas aperturas suggestivas… Sin comentario, dice maliciosa. Martín Soto Climent expone, además de en la Perrotin, en el Palais de Tokyo, auténtica meca parisina de las “vanguardias de las vanguardias”. El artista envolvió una de las cafeterías del lugar en una gigantesca telaraña tejida con un enredo de pantimedias. El pasado 5 de mayo inauguró una individual en la muy anticonformista Galeria Untilthen, abierta el año pasado cerca del Mercado de las Pulgas de Saint Ouen, un barrio norteño de París más que modesto y bastante alejado del mundo artístico. Fuerte es el contraste entre el trabajo provocador de Soto Climent y la violenta discreción del video Exterminio del oaxaqueño Edgardo Aragón. “Me impresiona esa obra –confía Touati–. Aparentemente no pasa nada. Se tiran al agua de un río recipientes de calabaza en los que suelen beber los campesinos. Flotan las calabazas, pero pronto pierden su inocencia porque Aragon nos da a entender sutilmente que aluden a los vuelos de la muerte organizados por el gobierno mexicano en los años setenta, para hacer desaparecer en el mar los cuerpos torturados de los campesinos involucrados con la guerilla. El horror está sugerido y muy presente a la vez. Es la característica del trabajo de Edgardo Aragón que nunca deja de evocar en forma subliminal y poética algunos de los aspectos más oscuros de la realidad mexicana.” Antes de ser expuesto en la Perrotin, Aragón exhibió varias obras en el Musée du Jeu de Paume (del pasado 9 de febrero al 22 de mayo), institución parisina emblemática dedicada a la fotografia. En octubre, al Grand Palais Igualmente, la turbia situación mexicana será foco de atención del público multitudinario que acude cada año al famoso Festival International de Théâtre de Avignon, inaugurado el 6 de julio. Según Olivier Py, su director, uno de los espectáculos estrellas será la adaptacion teatral de 2666, la novela póstuma de Roberto Bolaño en la que Ciudad Juarez es rebautizada Santa Teresa y el horror de los feminicidios ocupa un lugar preponderante. Es Julien Gosselin, talentoso director de escasos 29 años, quien junto con su compañía teatral se lanza a esa aventura épica. La representación está prevista para durar doce horas y media y propondrá al público una inmersión total en un espectáculo prolífico y desbordante, “tan enorme, infinito, gozoso, terrible y a veces difícilmente soportable, como la novela”, afirma Gosselin, quien precisa: “Quince actores intervienen en esa obra. Se desempeñan alternativamente como músicos, personajes, narradores y performers. Quiero juntar todas las herramientas artísticas necesarias para la realizacion de una auténtica suma teatral…” 2666 se presentará en París a partir del próximo 10 de septiembre y se perfila como uno de los principales acontecimentos teatrales del otoño, mismo. en el que México seguirá siendo tema importante de la actualidad artística con la inauguración, el 5 de octubre en el Grand Palais, de Le Mexique des Renaissances, una retrospectiva del arte mexicano del siglo XX que las autoridades culturales galas presentan como la más importante realizada en Francia en medio siglo. Curada por Agustín Arteaga, nuevo director del Munal (Museo Nacioal de Arte de México), abarcará pintura, escultura, arquitectura, urbanismo, musica, literatura, cine y artes plásticas. En entrevista, Arteaga explica con los organizadores de la muestra que el recorrido artístico empezará a finales del siglo XIX: “La revolución es un tiempo tan fuerte de la historia de nuestro país que los historiadores consideran que provocó una ruptura en la historia del arte mexicano. Sin embargo, las primicias de ese cambio tienen sus raíces en los últimos años del siglo XIX. Es la razón por la que la muestra empezará en esa época. Queremos acabar con esa idea preconcebida. Nos pareció importante demostrar que el renacimiento del arte mexicano no se basa exclusivamente en conceptos ideológicos, sino también sobre propuestas estéticas. Es el caso del movimiento estridentista, del grupo 30-30 o de otros creadores independientes.”

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