Stephanie Magón, una muerte que confunde 

sábado, 6 de agosto de 2016 · 20:30
El caso de la modelo colombiana Stephanie Magón Ramírez enfrenta a la procuraduría capitalina y al Tribunal Superior de Justicia, y de paso exhibe la descomposición de la colonia Nápoles. Mientras la primera dependencia habla de un homicidio accidental –versión que avala el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera–, el presidente del tribunal, Édgar Elías Azar, dijo que “intencionalmente la mataron a golpes”, pero horas después fue desmentido por su propia institución.   CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Conocida hasta hace años por su tranquilidad, la colonia Nápoles se transformó paulatinamente en un foco rojo. El viejo remanso alberga hoy bares, restaurantes y antros donde se organizan fiestas clandestinas y, presuntamente, hay trata de personas. Es en ese perímetro de la delegación Benito Juárez donde la semana antepasada murió la modelo colombiana Stephanie Magón Ramírez, de 23 años. Originaria de Cali, había llegado hacía pocas semanas a esa colonia, donde residen otras extranjeras, sobre todo sudamericanas y caribeñas. Algunas viven solas o comparten departamentos y por lo general trabajan en establecimientos comerciales cercanos, refieren los integrantes del Comité Vecinal. El 18 de abril pasado, policías capitalinos realizaron un operativo en tres departamentos de la calle Indiana número 6, esquina con Texas, donde viven 15 extranjeras. Según las afectadas, de nacionalidades argentina, colombiana, paraguaya y venezolana, dos presuntos agentes de la Policía Federal Ministerial y dos civiles las “rescataron”. A cambio, les pidieron un millón de pesos para no entregarlas al Instituto Nacional de Migración (INM). Cuando se descubrió la extorsión, fueron destituidos César Barrientos Deras, identificado como Jefe Goliat, director de la Región Sur de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina (SSP) y otros dos mandos menores. El expediente se encuentra en investigación en el área de Asuntos Internos de la dependencia. En esa colonia reside Miguel Ángel Mancera, el jefe de gobierno de la Ciudad de México. Habita en uno de los departamentos del exclusivo Residencial WTC, ubicado en avenida Del Parque y Chicago, que siempre está resguardado por policías y cámaras del sistema de videovigilancia C-4. A principios de siglo, en la colonia Nápoles había casonas estilo colonial californiano con amplios jardines, comentan a Proceso los antiguos vecinos. Pero el Plan Delegacional de Desarrollo Urbano (PDDU) abrió sus puertas al boom inmobiliario y comenzaron a construirse edificios de departamentos, así como hoteles, restaurantes, bares, oficinas gubernamentales, empresas, centros de espectáculos y comercios. Ese cambio atrajo a actrices y artistas mexicanos, quienes compraron viviendas en la zona. También llegaron mujeres de varios países latinoamericanos y europeos y se organizaron para rentar departamentos por los que pagaban rentas de entre 15 mil y 20 mil pesos o cuartos de azotea. Fragmento de la entrevista que se publica en la edición 2075 de la revista Proceso, ya en circulación.

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