Casi 10 años de negligencia y desamparo para Lolita, esposa de periodista desaparecido en Michoacán

jueves, 16 de noviembre de 2017 · 15:02
APATZINGÁN, Mich. (apro).- Con lágrimas, Lolita, esposa de Mauricio Estrada Zamora, reportero de la Opinión de Apatzingán desaparecido desde el 12 de febrero de 2008, narra que está a punto de perder su casa debido a la negligencia de las autoridades. “Se presentó una persona que dijo que era del banco (Bancomer) y me dijo que tenía ocho días para desocupar la casa, porque el juicio ya había concluido y ahora el inmueble era del banco”, espetó María Dolores Barajas. La esposa del periodista, con visibles signos de preocupación, lamenta que no tiene adonde ir y asegura que nunca le notificaron nada por parte del banco. “Si se lo notificaron a Mauricio (que está desaparecido legalmente de acuerdo a denuncias en las procuradurías General de la República y de la General de Justicia del Estado), que me digan dónde se encuentra porque a mi casa no llegó un sólo documento. “Es terrible que vaya a perder mi casa, único patrimonio, por negligencia de las instituciones, como es la Fiscalía Especial de Atención a Periodistas, en ese tiempo, Secretaría de Gobernación; la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas; la voracidad del jurídico del banco (Bancomer), que a sabiendas que mi esposo va a cumplir 10 años de desaparecido, siguió con el juicio y las instituciones gubernamentales no hicieron nada”, sostuvo Lolita. Todo se derivó desde el “levantón” a Mauricio, cuenta María Dolores, y desde entonces la PGJE y la PGR no han investigado ni resuelto nada. Abundó que lo mismo pasa con la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos en contra de la Libertad de Expresión, que no ha dado a conocer ningún resultado de la investigación, ni siquiera intervinieron ante el banco, para comprobar que Mauricio se encuentra desaparecido. Lolita lamentó que una amiga suya comprobó, en el Registro Público de la Propiedad, que la casa que habita está a nombre de Bancomer y no de Mauricio. Envuelta en llanto, dice: “Tengo miedo de que Bancomer cumpla su amenaza y echen a la calle mis cosas; yo estoy trabajando en una gasolinera y apenas saco para el sustento de mi hijo Mauricio, de 11 años, y el mío. ¡Qué voy a hacer, Dios mío!”. Luego, echa en cara los abusos y desatenciones en el caso de su esposo al asegurar que la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, hace un año, le dio la calidad de víctima y aún no se lo han hecho saber oficalmente. “¿Por qué no me han notificado?, ¿por qué la PGR a través de la Fiscalía Especial y la del Estado, no han rendido un informe en casi diez años de la desaparición de mi esposo?, ¿por qué no intervinieron ante el banco, pues fue un préstamo hecho a mi marido para comprar la casa y me ayudaron legalmente en el juicio? “¿A quién le notificó el jurídico del banco?, ¿en dónde? “Esto no es justo, pues si Mauricio estuviera vivo, nada de esto hubiera pasado. Ya estoy convencida que en México a las autoridades no les interesa resolver ningún caso. Usted sabe cómo esta Apatzingán, muertos a diario y da miedo vivir ya aquí”. La esposa del periodista dijo que acudiría, en breve, a poner una denuncia a la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, en la delegación Apatzingán, en contra de Bancomer, por el abuso, que ella cree, están cometiendo. María Dolores Barajas sostuvo: “No entiendo qué fue lo que pasó. Cómo es que no se ha encontrado evidencia. Tengo una vida llena de preguntas sin respuesta. Muchas veces me he preguntado qué pudo haber pasado. Y por qué nadie ha sabido nada. Personas que estuvieron en el poder, sin haber hecho nada. No vi que hicieran nada”. Violación del derecho a la verdad Mauricio Estrada Zamora, hasta la fecha de su desaparición, llevaba cinco años colaborando en el diario La Opinión de Apatzingán. De 38 años de edad, dejó la redacción del periódico para ir a su casa el 12 de febrero de 2008, hacia las 23:00 horas. Aquella noche, la policía de Peña Colorada, en el vecino municipio de Buenavista, encontró su coche. De acuerdo con Reporteros Sin Fronteras (RSF), la redacción de La Opinión de Apatzingán dijo que el vehículo tenía las luces encendidas y las puertas abiertas. Tras la denuncia presentada por la familia del periodista ante las autoridades, y el anuncio de la desaparición en el diario, la Procuraduría del Estado envió a la zona un grupo especial antisecuestros de la policía y un helicóptero. En su edición del 14 de febrero de 2008, la dirección de La Opinión de Apatzingán acusó a un agente de la entonces Agencia Federal de Investigación, al que llaman “El Diablo” y de quien se desconoce su verdadero nombre, de tener algo que ver con el secuestro de Mauricio Estrada Zamora. Según el diario, tres semanas antes de su desaparición el periodista publicó una información relativa a ese policía y el artículo habría generado alguna discrepancia entre el funcionario y Mauricio. La Procuraduría estatal ha informado que, en este tiempo, el agente en cuestión fue trasladado a la capital. La redacción del diario solicitó la intervención del procurador General de la República. En noviembre de 2009, Rosa Isela Caballero García y María Dolores Barajas, esposas de los periodistas desaparecidos Antonio García Apac y Mauricio Estrada Zamora, respectivamente, presentaron denuncias en la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), en las que acusan a la Fiscalía Especial de Atención a Periodistas de no actuar para dar con el paradero de sus maridos. Las querellas fueron presentadas debido a la nulidad en las investigaciones y al poco respaldo de la Fiscalía Especial, de la Procuraduría General de la República y de la Procuraduría de Justicia de Michoacán. En 2010, Balbina Flores, corresponsal de RSF, señaló que la PGR y la PGJ de Michoacán “tienen extraviados los expedientes de García Apac y Mauricio Estrada. En varias ocasiones, los familiares los han solicitado, pero se los han negado”. En entrevista reciente, Balbina Flores especificó que el expediente fue finalmente atraído por la PGR en diciembre de 2011, a petición de la familia y a partir de que la instancia que lo estaba llevando originalmente se declaró incompetente. En apariencia, ambos expedientes continúan abiertos en sendas instancias. A decir de Procuraduría de Michoacán, ellos continúan las averiguaciones en la Fiscalía de Extorsiones y Antisecuestros. Sin embargo, de acuerdo con María Dolores Barajas, no han recibido información sobre avances por parte de ninguna de las dependencias. Para Balbina Flores, el daño psicosocial que sufren la esposa e hijos a partir de la desaparición de Mauricio Estrada Zamora es patente y similar al que viven el resto de los familiares de periodistas desaparecidos en México, quienes se enfrentan a una tortura cotidiana derivada de la incertidumbre de no saber lo sucedido con su familiar.

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