Cuemanco: cuando entrenar da asco

domingo, 16 de abril de 2017 · 00:33
La pista de canotaje de Cuemanco provoca náuseas: hiede, está atascada de bacterias y la recubre una nata verde de hasta ocho centímetros de espesor. Malas decisiones han provocado la multiplicación de contaminantes, y la falta de decisiones contundentes impide que se concrete su limpieza. En ese lago artificial –hoy convertido en foco de infección– es donde entrenan los seleccionados nacionales y los invitados foráneos, pero también los jóvenes amateurs e incluso los niños. CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- A principios de febrero pasado, las selecciones nacionales de canotaje de Japón, Portugal y España realizaron un campamento de 52 días en la Ciudad de México. Entrenaron en la pista de remo y canotaje Virgilio Uribe. No sólo lucharon por mejorar su desempeño, sino ante todo por aguantarse el asco: el agua cubierta de natas verdes, maloliente y contaminada por cianobacterias, les salpicaba los ojos y la boca. Los atletas extranjeros se fueron deseando no volver. Desde 2007 el equipo nacional de canotaje ha entrenado en la pista que se localiza en Cuemanco, al suroriente de esta ciudad, en la delegación Xochimilco. La instalación deportiva que administra el Instituto del Deporte de la Ciudad de México (Indeporte) es perfecta para realizar campamentos de altura. Durante seis años consecutivos esta selección estuvo entre 21 y 60 días entrenando, pero nunca en condiciones tan malas como la última. “Fue muy desagradable en la medida en que se fue juntando más la nata verde. Nosotros tenemos un programa, previo a los Juegos Olímpicos de Tokio, en el que planeamos dos campamentos anuales en Cuemanco de al menos 30 días cada uno. “Sin embargo, los deportistas no quieren regresar si no se soluciona el problema del agua, ya que cuando reman, sobre todo en embarcaciones de dos y cuatro tripulantes, el agua entra a los ojos y a la boca y les preocupa contraer alguna enfermedad, además de que les da asco”, dice el entrenador del equipo, el rumano Octavian Ispas. –¿Habían visto alguna pista en estas condiciones? –se le pregunta. –Nunca me había tocado ver algo igual. Es muy triste ver una pista tan hermosa sin que las autoridades deportivas muestren interés en corregir este problema. Espero que recapaciten e inviertan lo necesario para recuperar una instalación olímpica de estas características. Estoy seguro de que Cuemanco puede convertirse en un centro mundial de entrenamiento en altura. La pista de remo y canotaje no es un centro mundial de entrenamiento, es un foco de infección. Es una alberca de 2 mil 200 metros de largo por 127 de ancho, llena de agua verde estancada y pestilente en donde desde octubre pasado –pero sobre todo los últimos dos meses– las cianobacterias han formado esas natas. El mal olor es producto de su descomposición. En esta agua entrenan y compiten los atletas afiliados a las federaciones de remo y canotaje, lo mismo seleccionados de primera fuerza y juveniles que categorías infantiles; también quienes de forma recreativa practican alguna de estas disciplinas.­ La recomendación que han recibido es bañarse lo antes posible después de entrenar. Se han acostumbrado a que su ropa se manche de verde, al mal olor y a las molestias que provoca entrenar en agua sucia. Entrenadores y directivos de ambas federaciones han retirado de forma manual esas natas verdes y el viento ha ayudado a dispersarlas hacia un canal que está en un costado de la pista, pero el problema no se resolverá hasta que exista un proyecto para limpiar el agua y otro de mantenimiento permanente. El presidente de la Federación Mexicana de Remo, Pedro Cuervo, explica que las malas condiciones del agua no son un problema nuevo, pero que durante más de dos décadas las autoridades gubernamentales no han aplicado una solución de fondo. “Sé que se han hecho estudios, pero no se ha hecho una intervención mayor para que esto no vuelva a suceder. Lo que vimos las últimas semanas ya es más grave, no se podía ni remar. Se tiene que tomar una medida extrema para que no vuelva a suceder. Debe haber un programa de mantenimiento permanente para, si no dejar la pista cristalina, por lo menos más saludable”, asegura el federativo. El hidrobiólogo, académico e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana Alejandro Alva ha estudiado las condiciones del agua de la pista desde 1989. Lo hizo cuando era estudiante de licenciatura y al mismo tiempo canoísta. Durante ocho años fue integrante de la selección nacional. Se especializó en cianobacterias y hoy día su trabajo consiste en limpiar lagos. En el caso de la pista, Alva explica que se trata de un lago artificial. En 1967, antes de que México fuera sede de los Juegos Olímpicos, se determinó hacer una excavación profunda y construir la única pista de remo y canotaje artificial del mundo. Se llenó con agua potable proveniente de pozos. Durante ese periodo de casi 30 años la instalación sufrió hundimientos. Como no tiene una profundidad media reglamentaria, no es apta para eventos interacionales de remo. En 1994, con miras al Mundial, se tomó la decisión de utilizar agua tratada de la planta ubicada en el Cerro de la Estrella, en la delegación Iztapalapa. Esto provocó cambios en el ecosistema, pues el agua tratada tiene nutrientes (fósforo y nitrógeno) que la de pozo no. Estos nutrientes favorecieron el florecimiento de organismos, en este caso las algas y cianobacterias. Doctorado en Ciencias Biológicas, Alva advirtió desde 1996 a varios organismos, como la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), el Comité Olímpico Mexicano (COM) y el Indeporte (antes Promoción Deportiva del Distrito Federal, IDDF), que esta formación de natas ocurriría por el cambio de agua. Sobre todo en épocas de calor, como ahora. Dice que durante 20 años ha tocado la puerta de las autoridades deportivas para que le pongan solución al problema. Dependiendo con qué funcionario trate, le han puesto más o menos atención. Los delegados en Xochimilco, por ejemplo, jamás quisieron escucharlo. De 1997 a 1999 trabajó para el IDDF como coordinador de Recuperación, Mantenimiento y Conservación del Ambiente. Su labor consistió en rehabilitar la calidad del agua de la pista de remo y canotaje. Hace cuatro años, con la ayuda de sus alumnos de la UAM, introdujo tilapias para que éstas se comieran las natas. El proyecto de biomanipulación funcionó hasta que aparecieron pelícanos y se comieron a los peces. Las pocas labores de mantenimiento que ha podido hacer fueron con el apoyo de unos 500 alumnos y a cambio de nada. “Tenemos que crear un plan para mejorar la calidad del agua. No se ha hecho porque tiene que haber presupuesto para eso. Como investigador he trabajado sin cobrar, regalado mi conocimiento, y no se ha atendido el problema. La administración actual (Indeporte) ha escuchado las recomendaciones pero hay que pagar el diseño del plan, de la estrategia. Se puede hacer una remoción mecánica, pero eso toma mucho tiempo, es difícil y no se acaba con el problema, deben quitarse los nutrientes para evitar las bacterias.” –¿Cuál sería la mejor estrategia y cuánto cuesta? –se le inquiere. –Tiene que hacerlo un equipo multidisciplinario, no sólo yo. Hemos estado participando varios investigadores, pero cada quien tiene su propuesta y punto de vista. Se puede hacer una limpieza por medio de humedales y, a su vez, esa agua utilizarla para producir alimentos, como lechugas y peces. Participé en la limpieza del lago de Aragón. Eso costó caro pero ahora ya tenemos la experiencia. Un proyecto de corto plazo puede salir entre 500 mil y 600 mil pesos; y, uno de mediano plazo, entre 1 y 2 millones de pesos. Algo de largo plazo depende de muchos factores. Al mismo tiempo estaríamos protegiendo otros ecosistemas, como el ajolote y los acociles que ahí viven. Los riesgos Según los estándares de la Organización Mundial de la Salud, los niveles de contaminación del agua de la pista no comprometen la salud del ser humano, “pero están al límite”, matiza el biólogo. Sólo si se bebe el agua o se nada en ella podría afectar la salud. El mayor riesgo es para los novatos, que suelen volcar con frecuencia su embarcación. A pesar de ello las inscripciones están abiertas. Cualquier persona que quiera inscribirse en alguno de los clubes puede hacerlo sin restricciones. Alva considera que personas nuevas o sin experiencia no deberían entrenar en los periodos en que las natas cubren el agua. “Nosotros no hemos tenido enfermos por contacto con el agua. No pasa de un dolor de estómago por el agua que se tragan, pero nada como para una hospitalización. Los deportistas se han acostumbrado a entrenar en ese ambiente (sucio)”, refiere Pedro Cuervo. El presidente de la Federación Mexicana de Canotaje (FMC), Othón Díaz, dice que en 30 años la gravedad de la contaminación no había alcanzado estos niveles. La capa de nata tenía ocho centímetros de espesor todavía hace unos días. “Afecta el desplazamiento de la embarcación. Hay partes donde se detiene por completo, como si hubieras encallado. Se atoran los remos y las palas. Hasta donde sabemos, si los atletas no se bañan rápido tras entrenar, pueden presentar dermatitis. No hay regaderas en la pista. Hasta que llegan a sus casas o a las Villas Tlalpan de la Conade –los que duermen ahí– pueden bañarse. Los atletas se quejan. No es agradable entrenar en agua así, pero sabemos que tenemos que ser tolerantes porque no hay otro lugar”, detalla. Díaz dice que ha abordado este tema con el director del Indeporte, Horacio de la Vega; con la administradora de la instalación, Juana Osorio, y también con la directora de instalaciones deportivas, Lourdes Pérez. Ellos le han dicho que “están realizando un estudio profesional del más alto nivel”. “La última vez nos pidieron una semana para darnos respuesta. Eso se cumple justo en la Semana Santa; espero que las vacaciones no impidan que comience la solución. Sí han demostrado interés, pero es algo que ya se salió de las manos. Entendemos que no sólo es dinero, sino un trabajo transversal entre dependencias públicas y organismos privados para rescatar la instalación.” Alva revela que en septiembre del año pasado, a petición de Juana Osorio, se realizó un minicongreso en el que presentó una ponencia para abordar el problema. Cinco meses después, el Indeporte sigue en la fase de análisis, sin resolver el problema. La directora de infraestructura deportiva del Indeporte, Lourdes Pérez, señala que el problema sí ha sido atendido y no sólo analizado, pero que no es fácil controlarlo. Las acciones que han tomado consisten en retirar 100 toneladas de tilapia, pues según la información que dieron los especialistas, las heces de estos peces originan las cianobacterias. Asegura que ya cuenta con un plan maestro que fue diseñado por Alva y dos investigadores de la UNAM. Además, asegura, el Indeporte ya hizo contacto con el Sistema de Aguas de la Ciudad de México para utilizar el canal de la Laguna del Toro como filtro del agua que alimenta la pista y revisar la calidad del agua que llega de la planta del Cerro de la Estrella. “El cuerpo de agua es muy grande (470 mil 625 metros cúbicos). Necesitamos aprovechar las corrientes de aire naturales y la corriente que puede producir la entrada del lago, usarlo como filtro en la laguna. Necesitaríamos tener desanatadores para retirar las cianobacterias del agua”, señala la funcionaria. De acuerdo con sus estimaciones, en marzo de 2018 el problema podría quedar controlado, aunque no eliminado. Lourdes Pérez indica que el Indeporte ha invertido 20 millones de pesos en la remodelación de esta instalación deportiva. Sin embargo, información proporcionada por Juana Osorio indica que sólo han sido 3.1 millones. “Se realizaron los planes maestros, no sacamos las cosas de la manga. También tenemos que conseguir el dinero, gestionar para tenerlo”, dice Pérez. La pugna administrativa Desde julio de 2014, el Indeporte recuperó la administración de la pista de remo y canotaje que desde 2003 estuvo en manos de la delegación Xochimilco, luego de que el entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, descentralizó las instalaciones deportivas. De la Vega lanzó una advertencia a las delegaciones: si no mantienen en óptimas condiciones las instalaciones deportivas, el Indeporte solicitará la administración de esos inmuebles. El 11 de julio de 2014 se publicó en la Gaceta Oficial del Distrito Federal la modificación del acuerdo mediante el cual se transfieren a los órganos político-administrativos las instalaciones deportivas a cargo del Indeporte. De la Vega se quejó de que los delegados en Xochimilco nunca han hecho una remodelación integral de la pista. “Me he sentado prácticamente con todos los delegados. Ha sido una conversación para decir: ‘Si tienes un interés, tienes el recurso y vas a traer certámenes internacionales; nos sumamos a tu proyecto. Si no tienes interés, no tienes recursos, no tienes una proyección ni una visión del deporte, pues no puedes seguir manteniendo instalaciones que no están bien administradas.”, declaró al diario Reforma el 23 de julio de aquel año. Este reportaje se publicó en la edición 2110 de la revista Proceso del 9 de abril de 2017.

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