El mandamás de la esgrima nacional, Jorge Castro, transó y maniobró para perpetuarse en el poder, según admite él mismo. En cinco horas de grabaciones –realizadas por uno de sus subordinados– se escucha cómo el federativo maquinó su reelección junto a los principales dirigentes de esa disciplina. “La autoridad máxima voy a ser yo mismo”, declara, y procede a organizar el fraude electoral: decide qué candados poner, a quién dejar votar, cómo reventar a los opositores, qué información difundir, dónde realizar los comicios para dificultar la llegada de rivales, qué instituciones despreciar…
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- El presidente de la Federación Mexicana de Esgrima (FME), Jorge Castro Rea; el vicepresidente (también presidente de la Asociación de Esgrima de Yucatán), Ángel Díaz; la secretaria general (y presidenta de la Asociación de Puebla), Ángeles Cervantes; el tesorero, Raúl Cruz; el presidente de la Asociación del IMSS, Benjamín Benítez, y la abogada Rosario Flores Esqueda se confabularon para amañar la asamblea en la que Castro se reeligió por cuatro años más.
Castro Rea ha presidido la FME durante 12 años. Para garantizar su permanencia por al menos 16, manipuló la convocatoria, los requisitos que debían cumplir las asociaciones estatales para tener derecho a voto y sus propios estatutos. Así, aseguró que quienes estaban a su favor sufragaran, y puso obstáculos para que no pudieran hacerlo quienes se oponían a la reelección.
El presidente de la FME aprovechó también que la Conade no ha instalado el Consejo de Vigilancia Electoral Deportiva (Coved), a pesar de que esta figura jurídica está prevista en la Ley General de Cultura Física y Deporte (artículos 58 al 63 del Reglamento de la Ley) desde hace cuatro años. Esta omisión de la máxima autoridad deportiva nacional abrió la puerta para que se gestara una elección fraudulenta.
“La Federación de Esgrima es una asociación civil que se maneja por sus propios estatutos y no tienen que ver los órganos de vigilancia. La Conade no tiene derecho a opinar, porque la autoridad la tiene Conade, pero no ha hecho el órgano de vigilancia”, les dijo Jorge Castro a los arriba mencionados durante un par de reuniones que sostuvieron el 18 y el 19 de diciembre de 2016 en el hotel Iberoestar, en la Riviera Maya.
Castro se reunió con integrantes de su Consejo Directivo para elaborar la convocatoria de la elección que se realizaría el 18 de enero de este año. Ahí fraguaron los requisitos para que sólo votaran las asociaciones afines a Castro sin, según ellos, dejar rastros, para que la asamblea no pudiera ser impugnada.
La abogada Rosario Flores –que, según sus propios dichos, también asesora a las federaciones de jugo y karate– los auxilió para que la elección pareciera legal. “Nosotros tenemos que arreglarnos entre familia”, soltó Castro.
“La Codeme no se va a meter”, festejó Flores, en alusión a la Confederación Deportiva Mexicana, que no fue incluida de la Ley del Deporte en 2013 y cuya labor era justamente vigilar la legalidad de los procesos electorales. “Ni el Coved ni la Conade. Por eso digo: nos vamos a gobernar nosotros”, se ufanó Castro.
“Realmente el (sic) Codeme no sirve para nada. El (sic) CAAD tampoco sirve para nada”, se burló Ángel Díaz. La Comisión de Apelación y Arbitraje del Deporte (CAAD) es el máximo tribunal de justicia deportiva en México. “Fíjense qué va a pasar: en este caso, la autoridad máxima voy a ser yo mismo. Nosotros mismos”, remató Castro, según se escucha en declaraciones registradas en cinco horas de grabación que Raúl Cruz realizó en aquellas reuniones en la Riviera Maya. El ahora extesorero se dice perseguido por Jorge Castro. Explica que lo quiere dejar fuera de la esgrima y que ya se atrevió a pedirle al Instituto del Deporte de Yucatán que lo cese como entrenador.
En la grabación también se escucha que Rosario Flores le responde a Jorge Castro: “Podemos hacer que vaya alguien a que vigile porque incluso dice la ley que si hay alguna irregularidad en una elección, el órgano responsable o facultado para resolver la legalidad es éste (Coved), y no existe. Está cabrón, Nosotros contamos con el apoyo de la Federación Mundial y del Comité Olímpico Mexicano, entonces no hay tanta bronca. Es importante decir: ‘A ver, Conade, vamos a tener elecciones; necesitamos que nombres a un representante para que acuda a nuestra Asamblea’. Si no va, ya no es tu pedo, ya lo solicitaste”.
Mañas exhibidas
Cruz accedió a entregar las grabaciones a la reportera para demostrar algunas de las arbitrariedades que Castro ha cometido y que, señala, “siempre quedan impunes”.
En la asamblea en la que se reeligió Castro, realizada en Tijuana el 18 de enero, finalmente votaron 19 asociaciones estatales. A favor: Baja California, Baja California Sur, Colima, Chihuahua, Guerrero, Hidalgo, IMSS, IPN, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora y la UNAM. En contra sólo una, Querétaro.
Seis de esas 18 fueron creadas apenas en octubre de 2016. En otra asamblea ordinaria y Congreso Nacional, realizados en el hotel Bel Air de Cancún, Jorge Castro y los integrantes del Consejo Directivo le dieron el visto bueno a Baja California Sur, Colima, Guerrero, Michoacán, San Luis Potosí y Sinaloa. De hecho, varias veces a lo largo de la grabación los involucrados se refieren a estas asociaciones amigas como “las nuevas”, cuyos votos ya estaban seguros.
Por otro lado, las asociaciones que fueron bloqueadas para no participar son Ciudad de México, Chiapas, Estado de México, Nuevo León, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz y Zacatecas. A algunas no les firmó la convocatoria para que no pudieran realizar el cambio de mesa directiva y provocó que cayeran en falta.
Al Estado de México Castro simplemente no le recibe la carta de afiliación y, por ende, no puede tener Registro Nacional de Cultura Física y Deporte (Renade). Y, a otras, aunque efectivamente no cumplen con los requisitos de ley, cuando eran sus aliadas les permitió votar o las ayudó a “regularizarse”.
A lo largo de la grabación se escucha cómo leen una y otra vez los Estatutos
–que, confiesan, no son públicos y nunca han permitido que sus afiliados los vean– y cómo tratan de definir qué documentos les pedirán a las asociaciones para darles el derecho a voto, siempre con la intención de que sólo puedan sufragar los que están seguros que votarán por Castro.
En su afán de endurecer los requisitos, discutieron si se les pediría el acta constitutiva o no, con protocolización ante notario o no, el Renade con el candado de que debe estar firmado por Jorge Castro, no sólo por la Conade. De pronto descubrieron que al poner tantos obstáculos sus propios aliados tampoco podrían votar.
Así confesó Ángeles Cervantes las irregularidades que han cometido en otras asambleas: “Por eso, ¿a quién se le va a dar el voto? Porque en todas las asambleas se ha dejado votar a todos. La verdad es que nunca se les ha revisado, nada más con que firmen la lista de presentes ya tienen el voto (…) y la verdad es que no debió votar la mayoría porque los únicos que cumplimos somos Baja California y Puebla. No creo que haya otra (asociación) que cumpla”.
La abogada Rosario Flores advirtió varias veces que debían ser muy precisos con los documentos que solicitarían a los asociados para que pudieran votar: si sólo deberían ir firmados o con sello del Instituto del Deporte de cada entidad.
Determinaron poner otro candado: la firma de Castro en el Renade. Pero a la vez reconocieron que cuando algunos presidentes de asociación les piden firmas o que realicen trámites, Castro se los niega.
Jorge Castro: “A ver, una cosa es que presenten el Renade firmado y sellado por el instituto y otra cosa que ése esté dado de alta. (El Estatuto) dice: ‘acreditar su inscripción’”.
Rosario Flores: “Tú pon ese candado. Ya te entendí. La inscripción al Renade la deberán presentar a más tardar tal día para efecto de que la Federación pueda verificar con una firma que se encuentra inscrito. Entonces tú ya dices: ‘Si yo lo firmo es que sí estás inscrito’, si no lo firmas tú es que no está inscrito y va para abajo (la asociación a eliminar)”.
Sobre la carta de afiliación a la FME, Jorge Castro se regodeó: “Me la pidió Querétaro y no se la di. Me la pidió Tabasco y no se la di”.
Bloqueo personalizado
Como en ese momento Holda Lara, madre de la sablista Paola Pliego, ya había anunciado su intención de pelearle la presidencia de la FME a Jorge Castro, también maquinaron cómo dejarla fuera, pues ella sí cumplía los requisitos para ser candidata.
“Es importante que sepas qué vas a pedir, con quién vamos a contar y si tenemos mayoría. Tienes que poner un requisito. Hay gente que no es elegible, pero la única persona que puede ser que cumpla, ya sabemos quién es. ¿Realmente crees que votarían por ella?”, cuestionó Flores a Castro
–¿Estás hablando de Holda? –preguntó Castro.
–Claro, estoy hablando de Holda. Es la única persona que ha externado públicamente que va a ser candidata. ¿Crees que los estados que trabajan, como Baja California, Jalisco, Tamaulipas, van a votar por ella? Independientemente de que se pueda o no votar por ella. Lo que se tiene que asegurar es que se tenga, si no unanimidad, por lo menos que los votos que tengamos en contra no sean tantos que no te den las dos terceras partes (necesarias para la elección).
La abogada Flores incluso reclamó a Castro que otras federaciones piden como requisito para aspirar a ser presidente haber pertenecido al Consejo Directivo de la FME. “Lo malo es que ustedes lo tienen muy abierto porque, la verdad, es la única federación que tiene así su Estatuto, que sólo con haber pertenecido al Consejo Directivo de alguna asociación afiliada ya. Es un candado haber pertenecido al Consejo Directivo de la propia Federación”.
Finalmente, Holda Lara no pudo participar porque nadie le recibió el registro de su planilla en el lugar y hora que la FME había difundido que aceptaría las candidaturas. Simplemente no había nadie que abriera la puerta de las oficinas ubicadas en las instalaciones del Comité Olímpico Mexicano.
Al redactar la convocatoria, Rosario Flores proponía fundamentar las bases tomando en consideración los artículos del Estatuto y desesperó a Jorge Castro, quien le reclamó que dejara de poner tanta información y “dar pistas”.
“Les voy a decir una cosa: no va a haber una autoridad que mueva el deporte. Si nosotros ponemos esas cosas nos la van a aplicar al puro centavo y nos vamos a poner la soga al cuello.”
Flores leyó la redacción de la convocatoria: “Los delegados deberán presentar al momento de acreditarse el formato de afiliación Renade 2016 que fue proporcionado por la Federación Mexicana de Esgrima debidamente llenado, cumpliendo la normatividad que para efectos de ser considerado válido prevé el Estatuto y Reglamento del Estatuto que rige a esta Federación”.
“No des tanta información, que si el Estatuto y el Reglamento del Estatuto”, la interrumpió Jorge Castro. Di: ‘De acuerdo a la normatividad establecida’. Punto. ¡Ojo! Que cada quien busque cuál es la normatividad. ¿Para qué dar tanta pista? Nosotros sí sabemos, pero ellos no.”
Flores le contestó: “Hay que ser realistas. Se supone que en esta reunión estamos pura gente que vamos en un mismo proyecto; entonces lo que tenemos que pensar es hacer las cosas bien. Si te van a chingar o te van a demandar, te van a demandar, aunque hagas como hagas tu convocatoria. Si haces las cosas bien, por donde se vayan no van a poder hacerte nada”.
Para evitar que las asociaciones enemigas pudieran ejercer su derecho al voto, el Consejo Directivo de la FME también planeó realizar la asamblea en un lugar lejano. Se propusieron varias ciudades, como Mérida.
“¿Solamente puede ser en Mérida, o puede ser un lugar más lejos? Para que también algunos no vayan”, dijo Benjamín Benítez. “Que sea en un lugar inaccesible: en el interior de las grutas de Cacahuamilpa”, se burló Castro.
Finalmente optaron por Tijuana, donde, además, precisó Flores, “los boletos de avión en enero están carísimos” y porque Mérida “a Tabasquito le queda ahí y a Veracruz también”.
Contra Castillo
Castro y sus colaboradores aprovecharon su reunión para quejarse del director de la Conade, Alfredo Castillo, por su deseo de desaparecer la Olimpiada Nacional, mientras que la FME tiene en planes que la categoría open sea incluida.
“Se supone que en el Sinade (Sistema Nacional de Cultura Física y Deporte) íbamos a ver anexos técnicos, pero lo único que hizo fue meternos la aburridora de dos horas diciendo que la Olimpiada es puro gasto, que las federaciones no sirven, que los institutos tampoco sirven”, soltó Castro.
“¿Quiere decir que se pasó por los calzones a los institutos que iban con la firme propuesta y decisión de que la Olimpiada fuera en mayo?”, le preguntó Ángel Díaz.
“Sí”, respondió Castro quien, paralelamente, alegó que alberga la esperanza de que Castillo libere recursos públicos a la FME para financiar los certámenes internacionales –entre ellos el Grand Prix– que se realizan en territorio nacional. Les dijo que ya hizo la solicitud formal para ver cuántas competencias está dispuesta a pagar la Conade.
“También por eso no soy tan duro con la Conade porque todavía espero (que den el dinero) y (quizá) estamos locos porque todavía tenemos una mínima esperanza. Si ahorita les empezamos a dar palo, nos va a afectar. Si empezamos a renunciar (a la organización de justas), bienvenido para ellos. Y todo lo que nos costó de tiempo, dinero y esfuerzo conseguir la sede. Hay que esperar porque dicen que hay recorte presupuestal del gobierno. Se van a evaluar los eventos especiales y los que tengan trascendencia y utilidad se van a seguir apoyando.”
Este reportaje se publicó en la edición 2114 de la revista Proceso del 7 de mayo de 2017.