Marko Cortés, el artífice del "frente opositor" contra AMLO

jueves, 6 de diciembre de 2018 · 09:45
Severamente cuestionado por las maniobras que lo llevaron a la dirigencia panista y señalado de representar al excandidato presidencial Ricardo Anaya, Marko Cortés quiere unificar no sólo a su partido sino a toda la oposición en el Congreso ante lo que él considera “un posible dictador”, el presidente López Obrador.  CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Pese al fracaso de la coalición que construyó el excandidato Ricardo Anaya y que hundió al PAN al 17% de la votación nacional, la peor en tres décadas, Marko Cortés, su flamente presidente, construye otro frente opositor contra el gobierno “autoritario” de Andrés Manuel López Obrador, pero ahora también se sumará el PRI. El nuevo frente opositor, afirma Cortés, está en marcha para evitar que Morena y sus aliados aprueben, en las cámaras de Dipu­tados y Senadores, reformas que atenten contra instituciones, equilibrios, contrapesos, derechos y libertades de México. “¡Claro que es posible! Buscaremos coincidencias en temas específicos con las otras fuerzas políticas de oposición”, subraya el presidente del PAN, quien prevé unir a los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC), con los que se conformó la coalición Por México al frente de Anaya, pero también al PRI. “Ya hay diálogo y, de hecho, es una tarea permanente de los coordinadores parlamentarios”, subraya Cortés, quien designó como jefes de las bancadas de los senadores al expriista Rafael Moreno Valle y de los diputados a Juan Carlos Romero Hicks, vistos desde ahora como presidenciables. –¿Y ya dialoga con los presidentes de esos partidos? –He comenzado el acercamiento con los otros partidos de manera permanente, pero en temas específicamente legislativos, de causas concretas, en las cuales juntos podamos hacer valer el peso de la oposición, de la razón, de los argumentos, de la Constitución.  La razón de armar un frente opositor obedece a que el PAN, si bien es la primera fuerza opositora, también es, por sí mismo, marginal en el Congreso: Tiene sólo 78 de 500 diputados y 24 de 128 senadores. Por eso, en la Cámara de Diputados quiere incorporar a un frente a los 47 del PRI, 27 de MC y 20 del PRD, que suman 172, mientras que en el Senado aspira a aliarse con los 15 priistas, siete emecistas y cinco perredistas para un total de 51. Esta unión es importante, porque se requieren al menos 167 diputados y 43 senadores para evitar reformas constitucionales e iniciar acciones de inconstitucionalidad. “Es el número mágico”, insiste Cortés. “Estamos en la búsqueda de construir un número mágico en la Cámara de Senadores, que es de 43 legisladores, que serán importantes para evitar reformas constitucionales que vulneren los poderes, los equilibrios, los contrapesos, los órganos de control”, destaca. Y también busca el “número mágico” en la Cámara de Diputados, con el propósito también, subraya, de presentar acciones de inconstitucionalidad contra reformas que lastimen derechos, libertades, contrapesos y equilibrios de poder. En entrevista con Proceso, el jueves 29, a dos días de la toma de posesión de López Obrador, ceremonia en la cual el PAN desistió de realizar protestas, Cortés justifica su estrategia por lo que el país enfrenta: “Estamos viendo hoy el enorme reto que enfrenta México con un posible dictador, con un posible gobierno populista y nos estamos poniendo a esa altura de las difíciles circunstancias”. “Señor Andrés Manuel” Desde su primer discurso como presidente del PAN, el 19 de noviembre, luego de un proceso interno cuestionado por su rival, Manuel Gómez Morin, Cortés endureció su discurso contra López Obrador, a quien tildó de “dictador”. En ese discurso, Cortés fue dual ante los principales problemas que padece ese partido, como la falta de unidad que confirmó al llamar a “recuperar la democracia interna”, y el partido Morena que controla Ejecutivo y Legislativo, una fuerza hegemónica que, según él, perfila una involución. “Debemos de prepararnos para enfrentar la farsa que afirma que ‘la solución soy yo’, la trampa que identifica al pueblo con el caudillo y al caudillo con el Estado, la perversa manipulación del pueblo para legitimar decisiones que sólo nacen en el capricho, en la cerrazón e impericia”, arengó Cortés, y aseguró que el discurso oficial “es la apuesta por instaurar un régimen en el que no se dialoga o se incluye al otro, sino que se traza una línea que divide a los mexicanos entre ellos y nosotros.” Y subrayó: “Todos somos mexicanos, el nuevo régimen avanza con la peligrosa advertencia de ‘aquí mando yo’. El régimen que descalifica a todo a quien lo critica, eso es ante lo que nos vamos a enfrentar”. Vehemente, el panista michoacano, sobrino político de Felipe Calderón, quien renunció a su militancia en el PAN, llamó a defender las libertades, el equilibrio de poderes, el federalismo y en general la democracia: “No nos esperan tiempos sencillos, victorias fáciles. Sabemos que la democracia está amenazada por el poder absoluto. Acción Nacional se declara listo para defender la democracia en México”. En vísperas de la toma de protesta, el viernes 30, Cortés se reunió con diputados y senadores del PAN y resolvieron no protestar en la ceremonia de quien llamó, con desdén, “señor Andrés Manuel”. Cortés afirmó que escucharán con respeto al presidente de la República, pese a que “no se lo ha ganado”, pero aclaró que eso “por ningún motivo significa que claudicaremos en nuestras convicciones”. “Señor Andrés Manuel, México necesita un presidente que gobierne para todos. Le recordamos: casi 60 millones de mexicanos no votaron por usted, o sea, dos terceras partes o no votaron o votaron por otra opción.” Y tras reiterar que el PAN será una oposición firme, constructiva y combativa, y exigirá al gobierno que cumpla sus promesas de campaña, asoció a López Obrador con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro: “Nos preocupa, sin exagerar, que como en ese país, después ocurra aquí en México la persecución de los medios de comunicación y la detención de la gente que piense diferente. Por el bien de México, esperamos sinceramente que esto no ocurra”. En entrevista, Cortés revela al reportero que hasta ese momento, la noche del jueves 29, no había sido invitado a la ceremonia de toma de posesión, que “no es un evento social, sino un acto republicano”. –De no recibir la invitación, ¿qué significaría? –Por ser un acto republicano, está en mi agenda. Y esa falta muestra otra vez de cuerpo completo el estilo de gobierno que se nos avecina. Anaya, “mi amigo” Aunque Cortés se ufana de que Anaya recibió el voto de 12 millones 600 mil mexicanos, en realidad como partido obtuvo menos de 10 millones, lo que acentuó su declive, agudizó sus conflictos internos y como consecuencia de ello renunció Felipe Calderón, quien construye una fuerza política que le disputará banderas y electores. Y él mismo, pese a que en la interna del PAN ganó la presidencia con 80% de los votos por 20% de Manuel Gómez Morin, admite que sigue procurando la unidad de su partido: “Estamos trabajando para que el PAN se vuelva la alternativa de los mexicanos y para eso primero se tuvo que dar el trabajo interno”. Parte de esa labor fue designar a Moreno Valle, exgobernador de Puebla, como coordinador de los senadores, en pago al respaldo que le dieron lo senadores que impulsaron inicialmente a Hécor Larios, el nuevo secretario general.  La influencia de los 12 gobernadores que tiene el PAN, cuya mayoría lo apoyó, se manfestó también con la designación del senador Mauricio Kuri, incondicional del gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez, como el encargado para fijar la posición del PAN en la toma de posesión de López Obrador.  Damián Zepeda había advertido que, de ser él sustituido por Moreno Valle, como ocurrió, el PAN quedaría en manos de los gobernadores que se le rendirían a López Obrador a cambio de recursos. “Si intereses ajenos al PAN, aunque sean gobiernos, van a ser los que regulen la agenda del partido, y por ello el PAN no puede cumplir su rol de oposición, sino que se pone a negociar temas a cambio de presupuesto, policías y demás, le espera un muy mal futuro al PAN.” –¿El PAN se está jugando la vida? –Completamente, pero vamos a ver el resultado. Si lo que escucho es real, estoy muy preocupado. Un pacto que formalice que una instancia que no tenga facultades estatutarias sea la que tome decisiones en el partido, me parecería terrible y no sólo terminaría muy mal, sino pésimo. De confirmarse que esos son los acuerdos me parece muy mal, porque implica que el dirigente no toma las decisiones en el partido. Y cuando Moreno Valle fue formalizado como coordinador, uno de los principales críticos de Cortés, Juan José Rodríguez Prats, exclamó: “¡Ya tenemos al nuevo dueño del PAN!”. El presidente de la Comisión de Doctrina de ese partido no tiene duda: “Marko Cortés, lo dije siempre, es un títere de él”.  Sobre estas críticas, Cortés dice no tener opinión y niega que haya designado a Moreno Valle, discípulo de Elba Esther Gordillo, a cambio de haberlo apoyado. –¿Entonces sólo por su talento lo designa coordinador? –No. Fue un esfuerzo por buscar en el PAN que todas las visiones, todas las expresiones, seamos parte de. –¿Y Ricardo Anaya? –Es un valor muy importante dentro del partido y siempre va a tener su lugar. Fue nuestro presidente del partido y fue nuestro candidato presidencial. –¿No rompió con él? –¡Por supuesto que no! Seguimos siendo amigos. Sobre el proyecto de Calderón, su enemigo, Cortés dice que no le preocupa su proyecto partidario, pese a que en ideario sería igual que el PAN y disputarían el mismo electorado: “Nosotros tenemos muy clara nuestra meta: que el PAN le siga sirviendo a México desde la oposición en lo nacional y desde los 12 gobiernos estales, los más de 470 ayuntamientos, con los diputados y los senadores como la primera fuerza de oposición, concentrados en que el PAN sirva y que tenga banderas en alto, defendiendo con valor y convicción las mismas causas que defendimos hace 80 años.” –¿Teme que Calderón vacíe al PAN? –Estamos concentrados en nuestra labor y estamos atendiendo los retos que la sociedad pide a la primer fuerza de oposición. Cortés dice ignorar también si han quedado definitivamente expulsados del PAN los calderonistas Ernesto Cordero, Jorge Luis Lavalle y Eufrosina Cruz. –¿Habrá más expulsiones de disidentes? –El PAN está en una búsqueda de sumar, de incluir, de llamar a todos los mexicanos a integrarse, a mostrarnos todos necesarios para poder hacer frente a la nueva realidad. Interrogado sobre si Rodríguez Prats podría sufrir represalias por haber aceptado que recibió 49 millones de pesos de empresarios para ser candidato a gobernador de Michoacán, Cortés sólo responde que “en Acción Nacional estamos llamando hoy a todos aquellos que vean al PAN como partido humanista, que puede ser contrapeso. Esa es la misión”. –¿Ni aunque Rodríguez Prats le diga que es “títere de Moreno Valle”? –Nosotros estamos viviendo hoy el enorme reto que enfrenta México con un posible dictador, con un posible gobierno populista, y nos estamos poniendo a esa altura de las difíciles circunstancias.  Este reportaje se publicó el 2 de diciembre de 2018 en la edición 2196 de la revista Proceso.

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