La iniciativa de donar 200 millones de pesos del Infonavit para la rehabilitación de varios espacios públicos del municipio morelense más afectado por el sismo del 19 de septiembre empieza a causar ruido. Primero, porque fue el consejo de administración el que decidió disponer de esos recursos y no se ha aclarado cómo se seleccionó a los despachos de arquitectos que participarán; después, porque en esta fase electoral está presente la tentación de los actores políticos de atribuirse la ayuda.
JOJUTLA, Mor. (Proceso).- La más reciente iniciativa para apoyar a los damnificados del sismo del 19 de septiembre es el Plan de Reconstrucción Jojutla, y fue presentado con bombo y platillos ante la prensa el martes 6.
Los gobiernos federal, estatal y municipal presumieron esa ayuda, pero los 200 millones de pesos que se destinarán a realizar 11 proyectos de reconstrucción para varios espacios públicos del municipio provienen de un “donativo” de trabajadores y patrones afiliados a Infonavit.
El consejo de administración de ese organismo, que tiene representación tripartita (gobierno, sindicatos y patrones) decidió utilizar esos recursos en Jojutla, dijo ese martes el director del organismo de vivienda, David Penchyna Grub, porque “aquí se presentaron prácticamente la mitad de las víctimas fatales del sismo del 19 de septiembre en Morelos, y más de 2 mil inmuebles sufrieron daños por su cercanía al epicentro y otras características geográficas como su proximidad al Río Apatlaco, que contribuyeron al elevado nivel de desastre”.
Y concedió: “A nadie hay que darle las gracias, es un esfuerzo conjunto que no tiene tinte partidario. Lo que hoy anunciamos aquí en Jojutla no tiene nada que ver con nuestra obligación crediticia y pensional del Infonavit, es resultado de una coordinación de esfuerzos entre los tres órdenes de gobierno, con Fundación Hogares, que preside Cristina Rubio, y nuestro Centro de Investigación para el Desarrollo Sostenible (CIDS), que dirige Carlos Zedillo Velasco”.
Los espacios por rehabilitar son la Alameda, el zócalo y los jardines municipales, así como el auditorio municipal y los espacios públicos de la Unidad Habitacional El Higuerón y una “sección no catalogada” del complejo de viviendas de San Miguel Arcángel. Además, se prevé la reconstrucción de la escuela primaria Emiliano Zapata, el llamado Puente de los Suspiros, la Capilla de la Santa Cruz, la ayudantía de la colonia Emiliano Zapata y del Centro Comunitario del Higuerón.
El director del CIDS, a quien corresponde la parte técnica de la aplicación de estos recursos, es Carlos Zedillo, hijo del expresidente Ernesto Zedillo Ponce de León. Egresado de Harvard, desde julio de 2016 ocupa ese cargo y ha viajado a Jojutla varias veces desde septiembre pasado.
Fragmento del reportaje especial publicado en Proceso 2155, ya en circualción