Lo que era una celebración deportiva terminó en pesadilla. Los X Juegos Nacionales Populares, realizados a finales de 2017, dejaron un saldo de 120 personas con salmonelosis. Además, jóvenes atletas tuvieron que dormir en pasillos de hoteles de paso. Autoridades federales esperan que el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, rinda cuentas sobre los recursos recibidos para la organización del torneo. “No sé si son ineptos o corruptos. (Velasco) ofreció 4 millones de pesos (para los juegos) y, al final, se quedó con 8 millones de pesos federales”, denuncia el promotor de la competencia, José Mora.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- El gobierno de Chiapas está rodeado de problemas: además de los asuntos políticos propios del actual proceso electoral, el gobernador Manuel Velasco Coello debe enfrentar un escándalo derivado de los X Juegos Nacionales Populares (JNP) que solicitó organizar.
Cuando el mandatario pidió a las autoridades federales que su estado fuera la sede de la justa deportiva ofreció 4 millones de pesos extras a los 8 millones que la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) destinó para el torneo.
Sin embargo, el desinterés del mandatario y las irregularidades de los organizadores marcaron a los JNP como los peores de su historia. Además, se desconoce el destino de los 12 millones de pesos que, en teoría, debieron emplearse para la competencia anual en la que participaron cerca de 2 mil jóvenes de escasos recursos, la mayoría con historiales de adicción y alcoholismo.
El desaire del gobernador (no asistió a la inauguración) fue el menor de los problemas en los juegos; decenas de atletas, entrenadores y jueces se enfermaron y no pudieron participar. Incluso, algunos de ellos regresaron en mal estado a sus entidades de origen. Al menos 123 personas contrajeron salmonelosis, entre otras infecciones estomacales, por el consumo de alimentos y bebidas en mal estado.
De acuerdo con el reporte de los atletas que se enfermaron de salmonela, 33 son de Guerrero; 20, de Morelos; 20, de Veracruz; 15, de Nuevo León; 10, de Baja California; 10, de la Ciudad de México; 8, de Guanajuato; 4, de Zacatecas y 3 son de Quintana Roo.
Pese a lo anterior, el gobierno de Manuel Velasco Coello nada hizo para remediar la situación, denuncia el coordinador de los Juegos Nacionales Populares, José Mora Pérez.
Aún incrédulo por la desatención del gobierno estatal, y molesto, el promotor de la competencia cuenta a Proceso que un día les dieron de cenar a los jóvenes deportistas “una torta con frijoles, que en la calle puede costar unos 10 pesos. No les dieron jugo ni huevos, cereal ni nada de sopa, tampoco hubo guisado o frutas; el agua fresca apenas estaba media pintada, y la gente se empezó a enfermar por la comida”.
Otro problema: en el primer día del torneo, decenas de deportistas durmieron en pasillos de moteles y hoteles de paso, porque al gobierno de Chiapas se le olvidó pagar el hospedaje de los jóvenes.
De acuerdo con testimonios recabados por este semanario, previo a la llegada de las delegaciones deportivas a Tuxtla Gutiérrez, la voz agitada de Ernesto Coutiño, director de Cultura Física, de la Secretaría de la Juventud, Recreación y Deporte del estado, anticipaba el desastre que se avecinaba, porque aún no tenían los recursos ofrecidos por la Conade y no sabían cómo le iban a hacer para reservar los hoteles.
Cuando llegaron los atletas, lo que parecía ser un asunto de mero trámite se complicó. Las gerencias de los hoteles hicieron esperar horas a los jóvenes, debido a que no habían recibido el depósito para reservar.
“Los hoteles fueron de muy mala calidad, pero lo peor fue la comida. Por lo general, siempre nos dan servicio de bufet, con un menú apropiado para el deportista. Esta vez no fue así, y más de 80% de los jóvenes de toda la delegación se enfermó del estómago. Algo más grave aún: los deportistas nunca contaron con un seguro médico. Es la primera vez que nos pasa”, dice Mora.
Toman distancia
Ante el rosario de quejas por la desorganización de la competencia, la Conade se deslinda de los problemas. En una respuesta enviada a este semanario, la dependencia federal aclara que, si bien sí se atrasó la entrega de 8 millones de pesos a los organizadores, se llegó a un acuerdo con el gobierno local para que solventara parte de los gastos mientras llegaba el dinero convenido.
“La Secretaría de la Juventud, Recreación y Deporte (de Chiapas) accedió a realizar el procedimiento y la Conade ya pagó”, expuso.
Ante el cuestionamiento de si hubo un subejercicio o sí se invirtieron los 12 millones de pesos en los Juegos Nacionales Populares, la Conade respondió que “en dado caso, fue una desatención de ellos (de las autoridades estatales). Es algo similar a la Olimpiada Nacional, los estados solicitan la sede y se encarga del evento, alimentación y hospedaje”.
Por el momento, la dependencia que encabeza Alfredo Castillo Cervantes está a la espera de que el gobierno de Chiapas le entregue un reporte sobre el uso de los recursos públicos que recibió para organizar los JNP en Tuxtla Gutiérrez, del 27 de noviembre al 6 de diciembre último.
“Me la pasé vomitando”
Ninfa Berenice Delgado, quien representó a Guerrero en los X Juegos Nacionales Populares, asistió a la competencia dispuesta a revalidar sus logros.
Ella se preparó como pocas veces y, a juzgar por su empeño en los entrenamientos, estaba convencida de recuperar, al menos, la medalla del segundo lugar que obtuvo dos años atrás. No obstante, inesperadamente abandonó la competencia de la manera “más penosa”.
Berenice Delgado relata que fue eliminada en su primera oportunidad en la prueba de Sanda (combate libre), categoría 65-70 kilos femenil, en adultos avanzados. La causa: constantes vómitos.
Cuenta que, un día antes de su pelea, acudió como unas 30 veces al sanitario. “Toda la noche me la pasé así. Acudí al servicio médico, me dieron pastillas, pero nada me calmó la infección. Por la deshidratación que presentaba, pensé en no participar. Sin embargo, al día siguiente me levanté como pude y decidí presentarme en la competencia”.
Cuando apenas comenzaba el combate, Berenice recibió una violenta patada en el estómago, lo que mermó aún más su precaria condición física. Fue el momento más embarazoso de su carrera deportiva. Enseguida, se volteó hacia su entrenador y sucedió lo inevitable: “¡Terminé vomitándolo!”.
“Infelizmente no llegué a nada. Anteriormente he participado en esta competencia y he logrado medallas de plata. En 2017 quedé en cuarto y dos años conseguí el segundo lugar. De modo que iba por una presea”, lamenta.
Berenice está entre los atletas que la delegación de Guerrero reportó enfermos de salmonelosis por consumir alimentos y bebidas en mal estado, otorgados por el gobierno de Manuel Velasco.
“Fue una experiencia muy desagradable. Algunos papás de mis compañeros se molestaron mucho cuando se dieron cuenta que los organizadores no le daban de comer a sus hijos o que en otros casos había alimentos con mal aspecto y mal sabor.
“Nos daban chilaquiles con una especie de tortillas remojadas en algo que parecía salsa de tomate, crema, queso y muy poco pollo. El agua era natural con el color de la jamaica, pero no sabía como tal. Al parecer, no les alcanzó ni para el azúcar.
“Un día nos dieron cereal. Fue el mejor día de todos. Eso sí, nos prohibieron formarnos más de una vez para no recibir más comida. Pesaba 67 kilos, después de todos mis vómitos regresé a Acapulco con tres kilos y medio menos. Mis pantalones y blusas, de plano, ya no me quedaban”, detalla Ninfa, considerada en Guerrero como una destacada deportista.
Arturo Ramírez, representante de la Conade y subdirector de Desarrollo Estratégico del Deporte Estatal y Municipal, probó una vez los alimentos del comedor asignado, con el objetivo de constatar las quejas presentadas por atletas y entrenadores, y “también se enfermó del estómago”, expone Mora.
Otro caso: Félix Schacht Aguilar, integrante de la comitiva veracruzana, también contrajo salmonelosis. “En el transcurso de los días nos fuimos enfermando”, dijo en entrevista. Expuso que escribió a la directora del Instituto Veracruzano del Deporte, Ángeles Ortiz, solicitándole que exponga una queja ante la Conade “por la falta de higiene en los alimentos que enfermaron a deportistas, delegados, jueces y entrenadores en Chiapas”.
Fue idea de Velasco
Como se trataba de la décima edición de los Juegos Nacionales Populares, su promotor planeó una competencia de primer nivel. Incluso, se permitió sugerir al gobierno de Chiapas la contratación del rockero Alex Lora para la inauguración. Nada ocurrió; peor aún, los JNP ni si quiera tuvieron difusión en los medios de comunicación locales. El gobierno estatal los convirtió “en el peor de la historia”.
La idea de otorgar a Chiapas la sede de la décima edición de la justa surgió en 2016, a petición del propio Manuel Velasco, durante una ceremonia de abanderamiento de jóvenes deportistas chiapanecos.
En su oportunidad, Mora Pérez expuso al gobernante estatal la ideología y el sector al que va dirigido el proyecto de los Juegos Nacionales Populares.
“El gobernador quedó encantado y lo primero que nos pidió fue llevar los Juegos Nacionales Populares a Chiapas en 2017. Velasco también habló de darle un gran impulso al deporte del estado, tras reconocer que tiene muchos rezagos”, relató.
Incluso, menciona que el secretario estatal de Juventud, Recreación y Deporte, José Luis Orantes, comentó que tenía “la instrucción del gobernador para agregarle 4 millones de pesos a los Juegos Nacionales Populares, es decir, aparte de los 8 millones de pesos que aporta la Conade”.
El terremoto del pasado 7 de septiembre, con magnitud de 8.2 grados, que sacudió Chiapas, Oaxaca y Tabasco, modificó el calendario de los juegos que originalmente se iban a realizar en agosto.
Consciente de la tragedia y de que el estado está en los primeros lugares en pobreza, la coordinación general de los JNP planteó la posibilidad de cambiar de sede. Sin embargo, el gobernador chiapaneco habló con el director general de la Conade, Alfredo Castillo, para pedirle que no dejara a su estado fuera y le solicitó dos meses de plazo.
“Nos engañaron”
El gobernador Velasco no acudió a la ceremonia de apertura; en su lugar, envió al encargado del deporte en Chiapas. A decir de José Mora, el funcionario estatal se presentó acompañado “de personas que pasaban por el lugar, llegaron puros acarreados. Me sorprendió el desplante del mandatario, porque cuando pidió la sede lo hizo con la convicción de quien parece estar muy interesado”.
Para el coordinador de los JNP, todo esto es producto de la improvisación. “No sé si sean ineptos o simplemente corruptos, o el deporte de plano no les interesa. Ofrecieron 4 millones de pesos adicionales y, al final, el gobierno de Velasco se quedó con 8 millones de pesos que aportó la Conade”.
Mora insiste en la exigencia de que el gobierno de Chiapas aclare la situación, también la inmediata devolución de los recursos públicos. Ese dinero “se lo chingaron. Nos dieron tortas de frijoles. Manuel Velasco, simplemente, nos engañó. Y te puedo decir: el gobernador se cagó en sus palabras. Es la verdad”.
Pretende parar la nota
El miércoles 7, Proceso buscó al actual secretario de la Juventud, Recreación y Deporte de Chiapas, Samuel León Sánchez, para conocer su posición sobre las denuncias expuestas contra el gobierno de Manuel Velasco.
–¿Vas a publicar la nota y al mismo tiempo una respuesta de nosotros? ¿Cómo podemos hacerle para frenar esta nota? –pregunta.
–No hay manera, señor –se le responde.
–¿No hay manera de frenarla? Siempre hay una manera de frenarla. Ahora estoy en un recorrido, márcame en una hora para hablar del tema. Incluso, te doy el punto de vista de la secretaría...
Cuando se le llamó de nuevo, el funcionario estatal dijo: “No te puedo dar una posición ahora, porque soy una persona muy metódica. Ahora voy a hablar con el director que llevó los Juegos Nacionales Populares, con mi director de prensa y mi director financiero, para ver qué pasó. No te puedo dar una postura de algo que no me tocó, pero márcame en una hora”.
Sin embargo, León Sánchez ya no respondió a las llamadas de este semanario.
Este reportaje se publicó el 11 de febrero de 2018 en la edición 2154 de la revista Proceso.