El transporte de carga, un negocio de alto riesgo

viernes, 23 de febrero de 2018 · 10:31
La inseguridad durante el sexenio que está por concluir dejó una víctima a la que no se le ha prestado mucha atención: el sector del autotransporte de carga. Mover mercancías por carretera ya es una pesadilla en la que los operadores de tractocamiones sufren asaltos de la delincuencia organizada –destacadamente en la carretera México-Veracruz, “la ruta de la muerte”– y después deben enfrentar la ineptitud o corrupción de las autoridades, y también, desde luego, el incremento desmedido en los costos de las pólizas de seguros. CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- La llaman “el triángulo peligroso”, “la ruta de la muerte” o “territorio huachicol”. Es la carretera México-Veracruz –con una derivación hacia Tlaxcala–, donde el sector del autotransporte de carga vive una de sus peores crisis, afectado por el crimen organizado, que impone ahí su ley. “Es la ruta actualmente más peligrosa. Después de las 11 de la noche hasta las cinco de la mañana las autoridades no se hacen responsables, ni la Policía Federal ni la Policía Estatal. Hasta (los delincuentes) matan a los operadores; a veces los secuestran en lo que mueven o venden la unidad”, dice a este semanario Jesús Rosas, operador de un camión de carga. El presidente de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (Conatram), Elías Dip Ramé, confirma en entrevista que los asaltos se han incrementado: “Los robos en la carretera fácilmente son de unas 50 unidades diarias, tanto dentro de la ciudad como en los trayectos carreteros. Uno de los puntos más peligrosos para los operadores y para las empresas es el triángulo integrado por Tlaxcala, Veracruz y Puebla, las rutas México-Veracruz y México-Tlaxcala”. Agrega: “Ahí nuestro problema es serio, porque los camiones que te roban, si son de modelo reciente, en muchos lugares los venden –ya tienen cliente– o los desarman en 24 horas. Venden partes que incluso nosotros mismo compramos, porque, ¿a quién se las venden? ¡A los transportistas!” La situación es alarmante, al grado de que las empresas aseguradoras decidieron no ofrecer sus servicios en dicha entidad, pues no resulta costeable. Sólo de 2016 a 2017 hubo un alza de 57% en el robo de vehículos. En 2016 se registraron dos mil 698 hurtos; el año pasado fueron cuatro mil 237 robos. En todo el sexenio de Enrique Peña Nieto, según cifras de las aseguradoras, el aumento del robo de autos en dicha zona se disparó 198%, casi nueve veces más que la tasa de crecimiento nacional, que fue de 23.6% entre 2012 y 2017. La situación empeora en Tlaxcala, donde el hurto de automóviles se disparó 408% de 2012 a 2017, mientras que de 2016 al año pasado incrementó 90%. Según la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), en el primer año del sexenio de Peña Nieto apenas se robaban 186 vehículos, mientras que en el 2017 la cifra pasó a 944 unidades. Primas ascendentes El pasado 30 de enero, Carlos Jiménez Palacios, titular del seguro de automóviles en la AMIS, aseguró en conferencia de prensa que “estos incrementos de robos no se ven en el resto de los estados. Es alarmante y es un reflejo de la prevención y del actuar frente al delito”. Reconoció que la industria del seguro ya registró pérdidas en Puebla, viéndose en la necesidad de incrementar las primas hasta 12% para camiones y autotransporte de carga. Recaredo Arias, presidente de la AMIS, dice en entrevista: “No puede ser que el Kenworth esté dentro de los tres vehículos más robados; es un camión y el número de parque es bajo”. Según cifras de la AMIS, del total de vehículos que se robaron en Puebla en 2017, la mayor parte corresponde a equipo pesado: 34%. Le siguen los automóviles, con 33%, mientras las pick-up ocupan el tercer lugar en incidencia de robo, con 29%. Las motocicletas ocupan el último sitio, con sólo 4%. En todos los casos la tendencia es al alza desde 2014, pero en el caso del transporte pesado (tractocamiones y remolques), el delito de robo creció 224% en lo que va del sexenio de Enrique Peña Nieto. “Muchas veces no se trata de la marca o tipo del camión que se roban. Es la mercancía la que les interesa a los delincuentes, principalmente autopartes, abarrotes, electrodomésticos. Sucede que en los retenes ellos abren la caja, revisan los papeles y si uno no trae mercancía que les interese, te dejan ir”, aclara Jesús Rosas, quien transporta textiles. También señala que los asaltantes cuentan con aparatos avanzados que permiten eliminar todo tipo de rastreo satelital. Arias señala: “Tiene que ver mucho con la delincuencia organizada, porque la mercancía robada luego se desplaza a través de la economía informal; hay toda una delincuencia organizada que roba a transporte, se los lleva a bodegas y desde esas bodegas se abastecen tianguis y diferentes lugares”. Precisa que “eso pasa de manera muy particular en Puebla, pero el robo de mercancías está fuerte en varios estados, Por ejemplo, todo el corredor de Iztapalapa y Vallejo con la salida a Querétaro y una parte de la carretera, ahí también son muy altos los índices de robo. En Guerrero también. En Puebla se atribuye parte de los robos al transporte para trasladar gasolina robada, de huachicol, como le llaman vulgarmente”. Para el líder de la Conatram, la situación es mucho más complicada, pues además de sufrir el robo, los transportistas enfrentan casos de corrupción en las instancias de justicia, con las grúas y hasta con las mismas aseguradoras. De acuerdo con Dip Ramé, el Ministerio Público es otro cáncer, porque no atiende las denuncias si no hay dinero de por medio. “La recuperación de la unidad, si es que la encontraron, va acompañada de billetes; pueden ser de 20 mil a 30 mil pesos. Si no encontraron la unidad te dicen: ‘El robo fue en Chihuahua. Váyase a Chihuahua a presentarlo’, cuando el delito es federal”, reprocha. Y remata: “Para nosotros es un problema la corrupción con el delincuente organizado, porque va organizado con el Ministerio Público y los jueces. No te digo que todo esté generalizado, pero la mayoría no hace su trabajo como debe ser. Si la unidad fue recuperada y puesta a disposición del Ministerio Público y ya arreglaste toda la tramitología para sacar tu unidad, viene el siguiente obstáculo: las grúas”. Asegura que las grúas forman parte de la delincuencia organizada, porque por un salvamento en el que pudieran cobrar de cinco mil a 10 mil pesos, la tarifa se dispara hasta 185 mil pesos. “La ley se la pasan por el arco del triunfo. Y aquí viene otra parte de la delincuencia: la Secretaría de Comunicaciones y Transportes o los directores de los centros de dicha dependencia, quienes tienen la obligación de que se cumpla el reglamento o la norma y vigilar la operación de los centros concesionados de almacenamiento de vehículos, que son las pensiones”, enfatiza. Agrega que la obligación de la SCT es hacer que la pensión cumpla lo dispuesto por la ley y cobre conforme a una tarifa oficial. Sin embargo “no lo hacen. Nos la pasamos peleando con la Secretaría, pleito tras pleito y obviamente logramos que de 200 mil pesos, te cobren 20 mil. ¡Qué caritativos! Gracias al trabajo que hacemos, no podemos pasarnos todo el día peleando con la autoridad para que haga cumplir la ley”. –¿En el sexenio ha aumentado el robo de autotransporte?–se le pregunta. –De 2012 a esta fecha, fácilmente llevamos 150% o 200% más robos. Las pólizas, que costaban entre 40 mil y 50 mil pesos, para quien sufrió entre uno y dos robos se incrementan a 120 mil, 150 mil o hasta 200 mil pesos. Si no tuvo robos en dos años, entonces su póliza es barata. Pero ahora los seguros dicen que si el robo fue nocturno, te cuesta hasta 20% del deducible. Añade: “Toda esta situación perjudica al transporte. ¿Te vas a parar a la mitad del recorrido, esperando que den las seis de la mañana para circular? Las compañías de seguros, estoy de acuerdo que son negocios y muchas han perdido, pero también han ganado miles de millones de pesos. Al pagar una póliza no debes hacer ese incremento cada que hay incidencia”. –¿La industria cuenta con el capital suficiente para atender el mercado, que presenta cifras históricas en términos de robo de autos? –se le pregunta a Arias. –Nos estamos acercando a un nivel donde ya no está habiendo márgenes de utilidad en el seguro de automóviles, pero esto no significa matemáticamente un incremento de tarifas. Donde sí se hace un alza de tarifas es en el robo de mercancías, porque ahí las aseguradoras tienen que actuar con deducibles, con coaseguros, con pedir ciertas medidas de seguridad, como que los transportistas salgan en convoyes, roten choferes, roten macheteros y se supervise o rote a los despachadores. Arias da cifras del sector: “Tenemos 17 centavos más. Es decir que por cada peso de reservas, tenemos invertidos 1.17 pesos, y tenemos reservas por 1 billón 75 mil 913 millones de pesos; y el capital de los seguros es 2.4 veces el capital que se requiere: 256 mil millones de pesos es lo que tenemos de capital. Las reservas son para todas las obligaciones de la compañía”. Focos rojos La inseguridad tiene al país con los focos rojos prendidos; de acuerdo con el líder de las aseguradoras, el robo de automóviles es un reflejo de la situación de criminalidad; el año pasado se llegó a la cifra récord de 90 mil 187 unidades hurtadas. Dicha cifra significa un aumento de 27.2% respecto del año pasado, es decir el mayor crecimiento en el presente sexenio. “Sentimos que los niveles de violencia e inseguridad en el país están en sus peores momentos. Como contexto, nosotros habíamos tenido una baja consistente desde noviembre de 2011 en el robo de automóviles y desde mediados de 2015 ya empezó a subir y ha venido haciéndolo a ritmos altos, de forma que estamos en los peores niveles”, sentencia Recaredo Arias. La Cámara Nacional de Autotransporte de Carga señaló recientemente: “El tema del robo al autotransporte marcó 2017 como el año más inseguro para nuestras empresas. México atraviesa por una crisis de inseguridad que se ve reflejada lamentablemente en la operación del autotransporte del país. El tema de inseguridad es el rubro más demandado y dolido por nuestros afiliados”. Apenas esta semana la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) reveló que 44% de sus agremiados han sido víctimas de ese delito en el último año, según la plataforma Data Coparmex, que da seguimiento a los temas de mayor relevancia pública y económica de México. Este reportaje se publicó el 18 de febrero de 2018 en la edición 2155 de la revista Proceso.

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