Conocido internacionalmente por el método de educación musical infantil que lleva su nombre y que aplicó en su Instituto Artene, el también compositor realizó esta obra sinfónica, La Santa Furia, por su apego al mundo indígena. “Habla de todos los valores humanos, religiosos y morales que movieron su existencia”, explica su hijo Germán, quien se dio a la tarea de rescatar la ópera y la coordinará artísticamente para su estreno el día 23 en Bellas Artes. Cuenta aquí toda la historia.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- La misión protectora a los indios realizada por el dominico sevillano fray Bartolomé de las Casas (1484-1566) brinda tema a La Santa Furia, oratorio compuesto por el pedagogo César Tort (Puebla, 1925-Ciudad de México, 2015), que el Palacio de Bellas Artes estrena mundialmente con la Orquesta Sinfónica Nacional y más de 200 artistas en escena los próximos viernes y domingo.
Para solistas, coros y orquesta sinfónica, La Santa Furia fue escrita por el fundador del método infantil de música impartido en su célebre Instituto Artene, de Coyoacán, y a decir de su hijo, el director de orquesta Germán Tort Ortega, se trata de una obra operística, con pasajes de cantata teatral y contenidos visuales e históricos, en el más puro estilo sonoro de su padre:
“Me siento afortunado de haber logrado conjugar un equipo bastante extenso en el debut de este espectáculo, donde nos juntamos la familia para cristalizar el proyecto de vida de mi papá, pues además participamos mi mamá (Silvia Ortega)–a quien le dedicó este Oratorio–; mi hermana Genoveva, cantante; mis hermanos, un sobrino, mi primo el cineasta Gerardo Tort (De la calle), y una pléyade de amigos mutuos y de papá, con apoyos del Fonca.”
–¿Qué le decía su padre acerca de La Santa Furia?
–Es la obra que más años le llevó componer, desde 1994. Habla de todos los valores humanos, religiosos y morales que movieron su existencia. Es curioso, pero cuando estrenamos la cantata a Morelos, La espada, con los magníficos versos de su amigo Carlos Pellicer Cámara y música de papá, los tres directores de las escuelas musicales más importantes de México me dijeron que fueron alumnos suyos en Artene. Hay políticos que llevan a sus hijos ahí; pero pocos saben que papá fue compositor, y juntos vamos a rescatar su legado. Ha sido una labor titánica, pero estamos felices del estreno.
De hecho, Andrés Manuel López Obrador, quien se inició en la política gracias al poeta y senador tabasqueño Carlos Pellicer, educó a su hijo Jesús en el Artene y ha prometido asistir al debut mundial de La Santa Furia.
“Mi papá tenía muchas ideas, pintaba bien y quería que su Oratorio a Bartolomé de las Casas se hiciera película. Dejó bocetos, dibujos y pequeños videos; pero no pudimos hacer toda aquella animación hoy pues se necesitaba mucho dinero, aunque la próxima vez la llevaremos a cabo. Para estas dos primeras representaciones compilamos un esfuerzo enorme en el montaje, ya con la grabación y las partituras nos lanzaremos a filmar...
“A él le encantaba el cine y su ambición era que La Santa Furia se filmara, así que hizo la música de fondo, el soundtrack. Tanto es así que se acercó a Alfonso Cuarón, a González Iñárritu y a Mel Gibson, quien cuando vino a México para rodar la película de los mayas Apocalypto, mi papá lo abordó para ver si lo podía convencer de llevar el Oratorio al cine. Y le dio el libreto, el guion de César Puebla, pero… Quizá para el próximo montaje ya tengamos las imágenes que papá creó y las logremos proyectar en vivo.”
Ambos conciertos en el Palacio de Bellas Artes se grabarán y proyectarán eventualmente en la Fonoteca Nacional, El Colegio de México, y una veintena de casas de cultura por la República mexicana. Germán Tort funge como coordinador artístico y director de escena en este tour de force.
Jamás la fe como pretexto
La Santa Furia, Oratorio a Bartolomé de las Casas para solistas, coro y orquesta sinfónica, dura aproximadamente una hora. Al frente del Ensamble Vocal de Solistas del Conservatorio Nacional de Música (CNM), Germán Tort desglosa los cinco movimientos:
“El primero se intitula Canto a la raza profunda, sobre los colores, la poesía y las pocas sonoridades que nos heredó el mundo indígena”.
El segundo, Las cosas indianas empieza después de la conquista, ahí vemos a fray Bartolomé de las Casas (Óscar Velázquez) defendiendo a una mujer india que ha sido violada [Violeta Dávalos], ante el acoso de un militar gachupín [Luis Rodarte]. Esta parte posee mucho dramatismo, como en una ópera, porque cantan, actúan, hablan, hay arias y dúos con un trasfondo fuertemente moral”.
Licenciado en Dirección de Orquesta por el CNM, obteniendo el título de conductor en el Conservatoire de Noisy-le-Sec, Francia, Germán Tort explica Vocación, el tercer movimiento:
“Es la reflexión de vida que se plantea fray Bartolomé de las Casas, pues cuando llegó a nuestro continente él no sabía qué hacer con su propia existencia. Hay un cuarteto de voces, cual coro griego, con la solista Graciela Díaz, soprano; Norma Vargas, mezzo; Mauricio Esquivel, tenor, y Edgar Gil, barítono, animando a Las Casas para que siga los ideales de su corazón.”
En el estudio de su padre en Tlalpan, junto al piano donde componía y la biblioteca entre cuyos volúmenes destacan El Estado mestizo. Literatura y raza en México de Joshua Lund, La raza cósmica de José Vasconcelos, o las pellicerianas Hora de Junio y Práctica de vuelo, Germán Tort se emociona:
“Mi papá también tenía esa conciencia filosófica de que el hombre había venido al mundo para trascender, a hacer algo bueno por los demás y a luchar por una existencia universal mejor, él no creía que uno nomás llegó acá pa’ divertirse. Su misión fue educar a los niños musicalmente, así fundó Artene hace 42 años; por lo mismo, admiraba a figuras como Carlos Pellicer o Bartolomé de las Casas y Jesucristo, quienes sacrificaron privilegios o su vida por alcanzar sus ideales. Aquí resalta el amor cristiano a la humanidad.”
Bartolomé de las Casas fue ascendido a obispo de Chiapas en 1543, cuenta, y el cuarto movimiento (El mundo) se refiere a un hecho anterior:
“Fonseca, el obispo de Burgos [Sergio Meneses] estaba, claro, a favor de los conquistadores, las encomiendas y los crímenes; cuando fray Bartolomé se acerca a los reyes de España a denunciar las viles atrocidades cometidas por los españoles, con el fin de poner un alto a las masacres e injusticias, hubo gente que sintió que sus intereses económicos se hallaban en riesgo. Este fenómeno continúa siendo actual. Se produjo entonces un carteo y una dura discusión entre el obispo de Burgos y fray Bartolomé, quien levanta su voz pronunciando aquella frase: ‘¡Jamás la fe como pretexto!’. O sea, nunca hay que usar el nombre o la fe de Dios para justificar acciones malignas.”
Tras el clímax, Génesis. El nuevo mundo culmina el oratorio de César Tort, en torno al mestizaje. El narrador en La Santa Furia es el nahuahablante Mardonio Carballo. El director huésped de la Sinfónica Nacional es José Luis Castillo. Asimismo, aparecen la bailarina Abril Lara y Ángel Ruz, como paje indio; la creación visual es del artista plástico Eloy Tarcisio; Víctor Zapatero, iluminación, y subtítulos de Francisco Méndez.
El teniente de fragata Roberto Santos dirige al Coro de la Secretaría de la Marina Armada de México; el teniente músico Héctor Silva al de la Secretaría de la Defensa Nacional de México; Christian Gohmer, los Solistas Ensamble del INBA; Héctor Villalobos, el Coro de Niños Músicos del Instituto Artene; Alejandro León, al Octeto Vocal del Coro Sinfónico del Sistema Nacional de Fomento Musical, y Sonia Sosa coordina al Ensamble Escénico Vocal del Sistema Nacional de Fomento Musical.
Las funciones serán el 23 de febrero a las 20:00 horas, y el domingo 25, a las 12:15.