Pitol y el largo litigio por su tutela

domingo, 15 de abril de 2018 · 14:38
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- “Siempre te voy a querer. Felices sueños y buen viaje tío, ¡pronto nos reencontraremos”. Así se despide Laura Demeneghi, hija de Luis, primo del narrador Sergio Pitol Demeneghi y con quien vivió desde niño, ya que desde los cuatro años quedó huérfano de padre y madre. Laura, pintora de profesión, cuidó totalmente al Premio Miguel de Cervantes 2005 en su casa de Xalapa, Veracruz, durante un año tres meses. Pero ella (quien desde pequeña convivió con el escritor), junto con su familia, entró en un largo litigio penal y civil para la tutela del traductor, “que desde 2014 indebidamente la ejercía el DIF Estatal de Veracruz”. El 4 de julio del 2017 Proceso fue invitado por Laura a visitar a Pitol en su casa veracruzana (ver video en proceso.com.mx). Él yacía, sentado en un sillón, atento con la televisión. Se transmitía el homenaje póstumo al pintor José Luis Cuevas que se le rendía en el Palacio de Bellas Artes. Mas Pitol ya no hablaba ni caminaba por completo, aunque se le veía bien. Todo empezó en 2009 cuando queda confirmado que el autor de Un largo viaje padecía afasia. En 2010 dejó de hablar. Del 2011 al 2014 empeoró la salud del traductor y diplomático (Proceso, 2124). A decir de Laura en aquella visita, ya era necesario que un tutor velara por su integridad física y económica: “Mi papá, como heredero y albacea del testamento que escribió mi tío en 2006, promovió en octubre del 2014 un juicio de interdicción. Sin embargo, la jueza María Concepción Andrade López otorgó la tutela interina a Adelina Trujillo Landa, procuradora de la Defensa del Menor, el Adulto Mayor y el Indígena del DIF Estatal de Veracruz, y como curadoras quedaron Nidia Magdalena Vincent Ortega y Elizabeth Corral Peña, las dos académicas de la Universidad Veracruzana (UV) del área del Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias.” En febrero del 2015, Pitol fue intervenido quirúrgicamente por un sangrado en el intestino delgado. Laura dijo: “En ese mes mi papá denunció públicamente lo que estaba ocurriendo en torno a Sergio Pitol, y desde entonces, nosotros, su familia, hemos sufrido un viacrucis, tanto legal como emocional: intimidaciones, denostaciones en la prensa local y nacional, además de los atropellos en nuestros derechos humanos promovidos por algunos de los implicados en este caso, desvelando una serie de entramados y complicidades al más alto nivel gubernamental del Estado.” En ese mes de ese año, la familia Demeneghi implicó “en el secuestro y manipulación, ya que sacaban a Pitol a homenajes y firmas de libros a pesar de padecer afasia”, al chofer Perdomo Mendoza, Vicent Ortega, Corral Peña, junto con Rodolfo Mendoza Rosendo, entonces director del Instituto Veracruzano de Cultura (IVEC), ahora director general de Difusión Cultural de la UV, quien en ese tiempo negó en entrevista todo. En diciembre del 2014, la familia Demeneghi metió un amparo para que la tutela quedara en su primo Luis, y se resolvió en febrero del 2015 en su contra. La familia apeló en la Segunda Sala del Tribunal Superior de Justicia, y perdió. Luis interpuso un amparo directo, el cual tampoco fue a su favor. Después introdujo un recurso de revisión y fue negativo. Así mismo, Luis metió una denuncia en noviembre del 2016 ante la Coordinación de la Fiscalía de Delitos Cometidos por Servidores Públicos contra Rodolfo Mendoza Rosendo, Adelina Trujillo Landa, la fiscal Indira Contreras Tun y la jueza María Concepción Andrade López de abuso de confianza, coalición y manipulación de un incapaz. Hoy rememora la joven pintora: “Dos años nos impidieron ver a mi tío Sergio; aludían que él no nos quería y se oponía a que lo visitáramos. Sin embargo, el 28 de octubre de 2016 los tomé desprevenidos y entré a su casa. Llevaba yo una cámara oculta y lo grabé. Lo que encontré ese día y que además quedó registrado fue aterrador. Me encontré una persona completamente desconectada de la realidad, sin cuidados, prácticamente sin poder caminar.” Ese registro en video, dice, sirvió para que la Comisión Estatal de Derechos Humanos (omisa hasta ese momento) instara a que lo pudieran seguir visitando: “Dos meses después lo pudimos ver de nuevo en su casa, era diciembre de 2016. Encontré a mi tío postrado en su cama, prácticamente inmovilizado, con úlceras en la espalda y coxis, con una infección urinaria, anémico, saqueada su ropa en el armario y él en andrajos. Su cuarto olía a orín de perro. Cuento también con las pruebas de esos días.” El 7 de febrero del 2017, Laura interpuso una denuncia penal en contra de Adelina Trujillo, Vincent Ortega y Corral Peña ante la Fiscalía especializada en investigación de delitos de violencia contra la familia, mujeres, niñas y niños y trata de personas, “por los delitos de manipulación de un incapaz, usurpación de identidad, robo y negligencia”. Por fin, desde septiembre de 2017, Luis pasó a ser el tutor de Pitol “por mandato judicial”. Aunque enseguida Laura revela –entrevistada el 12 de abril pasado, día del fallecimiento del creador del libro de cuentos Nocturno de Bujara: “Pero la Universidad Veracruzana nunca aceptó el cargo de mi papá, y nunca quiso pagar las regalías a mi tío, sólo reconoció el cargo de Adelina Trujillo y la doctora Eos López Romero.” Incluso, aseguró que las demandas que interpuso la familia del escritor Sergio Pitol siguen su curso. Este texto se publicó el 15 de abril de 2018 en la edición 2163 de la revista Proceso.

Comentarios