Mediante su esposa, Rafael Moreno Valle busca "reelegirse" en Puebla

jueves, 7 de junio de 2018 · 10:02
Rafael Moreno Valle acaricia la reelección en Puebla mediante la candidatura de su esposa, Martha Erika Alonso, con el fin de construir un cacicazgo que impulse su proyecto rumbo a la Presidencia de la República en 2024, alertan opositores políticos y académicos. En Puebla y en Veracruz –estado cuyo gobernador pretende dejarle el poder a su hijo– “estamos observando procesos de regresión autoritaria muy severos”, advierte Juan Luis Hernández, académico de la Universidad Iberoamericana. PUEBLA, Pue. (Proceso).- En esta entidad federativa los comicios se encaminan a convertirse en una suerte de referéndum en el que los electores decidirán si Rafael Moreno Valle consolida su cacicazgo mediante un familiar tan directo como su esposa, Martha Erika Alonso, pieza fundamental para su proyecto político con miras en las elecciones presidenciales de 2024. Aunque el exgobernador panista, ahora candidato plurinominal al Senado, concluyó su sexenio en febrero de 2017, sectores locales dan por hecho que ha mantenido el control político durante el corto mandato (de casi dos años) de Antonio Gali Fayad. “En los hechos, Moreno Valle sigue gobernando Puebla porque sabemos que Antonio Gali es sólo un encargado de despacho. Lleva casi ocho años mandando y se va a aventar 14 años en el poder si gana Martha Erika Alonso”, advierte Manuel Carmona, vocero del recién creado Movimiento Antirreeleccionista Poblano (MAP).  Abogado de profesión, Carmona forma parte de un grupo de ciudadanos que se vieron motivados a incursionar en el activismo político al percatarse de que las próximas elecciones poblanas pueden implicar un retroceso para la democracia.  “Un voto para Martha Erika es un voto para la reelección de Moreno Valle”, es el mensaje que divulga el MAP entre la ciudadanía. La organización, incluso, busca llevar al Senado una iniciativa que ponga candados legales a casos como los de Puebla y Veracruz, donde también el gobernador pretende perpetuarse en el poder mediante su hijo.  El MAP está integrado por grupos que se consideran agraviados por el morenovallismo, como burócratas despedidos o quienes fueron presos políticos; también por habitantes de poblaciones reprimidas, ambientalistas y usuarios afectados por la privatización del agua, entre otros.  El Instituto Electoral del Estado de Puebla, alegando razones de violencia política de género, prohibió a los candidatos a la gubernatura de la coalición Juntos Haremos Historia, Luis Miguel Barbosa, y del PRI, Enrique Doger, exponer en sus campañas la relación marital entre Alonso, candidata de la coalición por Puebla al Frente, y el exgobernador Moreno Valle. Sin embargo, la posibilidad de que esto implique una “reelección disfrazada” se ha convertido en el tema central de la contienda en esta entidad, que es cuna de los hermanos Serdán, mártires del movimiento antirreeleccionista revolucionario.  Para Juan Luis Hernández Avendaño, politólogo y académico de la Universidad Iberoamericana Puebla, las votaciones en este estado y en Veracruz, donde es candidato a gobernador el hijo de Miguel Ángel Yunes, serán un referéndum sobre si dos familias (los Yunes y los Moreno Valle) consolidan sus cacicazgos regionales. “Es preocupante –alerta– porque se entendería que México debería de avanzar hacia procesos de democratización, y lo que estamos observando son procesos de regresión autoritaria muy severos, en los que las familias y grupos buscan enquistarse en el poder para generar cacicazgos locales.”  Considera que particularmente el escenario electoral poblano es muy similar al de 2010, cuando había una hegemonía priista liderada por el entonces gobernador Mario Marín, quien hacía de todo para quedarse en el poder, y una ola de ciudadanos deseosos de un cambio a la cual “se subió” Moreno Valle. “Ahora vemos exactamente lo mismo, pero con actores distintos: un grupo morenovallista tratando de conservar el poder a como dé lugar y un anhelo social de cambio que además tiene nuevas demandas, como la inseguridad y los feminicidios”, expone. “Está claro que para Moreno Valle es fundamental seguir conservando la hegemonía política en Puebla para su proyecto futuro de 2024”, dice. Pese a que la candidatura de Barbosa no representa el mejor perfil para un cambio, agrega el académico, el senador con licencia se ha beneficiado no sólo de un realineamiento antimorenovallista, sino del tsunami generado por la candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador, quien en Puebla tiene más de 55% de las preferencias. Se olvida de Anaya En Puebla es la primera vez que se realizarán unas elecciones concurrentes con las federales, por lo que los votantes tendrán que cruzar este 1 de julio seis boletas: Presidente, Senador, Diputado Federal, Gobernador, Alcalde y Diputado local.  Cuando faltan cuatro semanas para las votaciones, las encuestas hablan de una competencia reñida entre Alonso Hidalgo y su contrincante de Juntos Haremos Historia, Luis Miguel Barbosa, pero hay algunos sondeos que marcan una ventaja para el candidato morenista.   Este 31 de mayo, Barbosa hizo un llamado a los “buenos” priistas y panistas para que ejerzan un “voto útil” en favor de su candidatura, como la única con posibilidades de vencer al morenovallismo. “Es un momento histórico, crucial de nuestro estado”, justificó.  Según el senador con licencia, el exmandatario estatal “ya se dio cuenta que no ganará las votaciones” y prepara el fraude electoral con la compra de votos y de representantes de partido, así como una estrategia en la que abrirán urnas para cruzar en una segunda ocasión los votos en favor de Morena a fin de que sean anulados.  El 26 de mayo último, en el municipio de Huauchinango, López Obrador anunció que pedirá a organismos internacionales que acudan como observadores de los comicios del 1 de julio y se concentren en Puebla y Veracruz, donde Moreno Valle y Yunes pretenden “imponer” a sus familiares.  De acuerdo con analistas políticos, Moreno Valle ha empezado a movilizar todas sus piezas para garantizar el triunfo de su esposa.  Cuando se habla de morenovallismo, no sólo son los partidos PAN, PRD, Movimiento Ciudadano y los estatales Compromiso por Puebla y Pacto Social de Integración los que respaldan a Alonso. El 24 de mayo pasado, Alejandro Romero Carreto, candidato del Partido Nueva Alianza, fuerza política aliada al exmandatario en comicios pasados, se bajó de la contienda y se espera que haga un pronunciamiento en favor de la esposa de Moreno Valle. Además, otras fuerzas que en Puebla juegan con Moreno Valle son Antorcha Campesina, el Partido Verde Ecologista de México y amplios sectores del PRI.  El 26 de mayo último, Alonso portó una gorra con las siglas de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en un acto de campaña en el municipio de Tepanco de López.  Días después, el priista Jesús Morales Flores, hermano del exgobernador Melquiades, grupo priista en el que Moreno Valle tiene sus raíces, fue nombrado coordinador de la campaña de Alonso en Tepeaca.  “No estamos pendejos”, dijo el 26 de abril último el candidato a diputado federal del PRI, Humberto Aguilar Viveros, al asegurar que es evidente que hay un acuerdo político entre Moreno Valle y el candidato presidencial del tricolor, José Antonio Meade, quien a diferencia de sus contrincantes sólo ha estado una vez en Puebla para apoyar la campaña local.  También dentro del PAN ha habido quejas contra Moreno Valle. El argumento es que la estructura estatal se ha centrado en la campaña de Alonso y se ha hecho a un lado la promoción del candidato presidencial, Ricardo Anaya.  El pasado 18 de mayo, el regidor poblano Miguel Méndez escribió en Twitter: “En el @PANPUEBLA hay que pedir la propaganda de @RicardoAnayaC directamente al presidente del CDE @JesusGilesC. Ahora entiendo por qué nadie en Puebla hace campaña a favor de nuestro candidato a presidente de la República. #vansolos #noapoyanaricardo”. Aparte de esto, actores políticos opositores al morenovallismo revelaron a la reportera que emisarios del exgobernador los han contactado en los últimos días para ofrecerles “lo que pidan” a cambio de que operen en favor de Alonso, pues ya dan por hecho que la elección presidencial está perdida y pretenden asegurar el triunfo local.   Marido incómodo En sus discursos de campaña, Erika Alonso ha evitado decir el nombre de Rafael Moreno Valle. Sin embargo, ofrece resolver muchos de los problemas que se achacan al sexenio de su marido, el exgobernador poblano, como el fenómeno de los huachicoleros, los feminicidios, el crimen organizado y el abandono del campo. Incluso ha ofrecido reglamentar el servicio de mototaxis, que su esposo persiguió por ser ilegales; también ha criticado la falta de agencias del Ministerio Público en Puebla, las cuales fueron desmanteladas durante el mandato de Moreno Valle, y hasta ofreció regresar a las Juntas Auxiliares las facultades que el exgobernador les quitó.  Tampoco el exgobernador se ha presentado en los actos proselitistas de su esposa, aunque se da por hecho que es el operador de su campaña. Al respecto, Barbosa asegura que Moreno Valle ha citado a presidentes municipales en su propia casa para amenazarlos de que tendrán problemas con la aprobación de sus cuentas públicas si no apoyan la candidatura de su esposa.  Otro aspecto denunciado por la oposición en Puebla es que personajes clave de la autoridad electoral son excolaboradores de Moreno Valle, como Jacinto Herrera Serrallonga, consejero presidente del Consejo General del Instituto Electoral del Estado de Puebla, y Fernando Chevalier Ruanova, magistrado presidente del Tribunal Electoral de Puebla.   Con cola que les pisen Además de la “reelección disfrazada” que pretende Moreno Valle, las denuncias entre candidatos a la gubernatura se han centrado en materia de enriquecimiento ilícito, a partir de la publicación de las declaraciones 3 de 3.  Barbosa fue exhibido por tener casas que tendrían un valor superior a los 25 millones de pesos; una de ellas incluso perteneció a los hijos del expresidente Miguel de la Madrid. Al senador con licencia también lo señalaron por realizar costosos viajes al extranjero y de no contar con cédula profesional aun cuando se ostenta como abogado.  El priista Enrique Doger fue acusado por sus opositores de esconder 32 propiedades que supuestamente tendrían un valor de 200 millones de pesos.   Sobre la esposa de Moreno Valle, quedó al descubierto que ella y su familia poseen un rancho de 122 hectáreas en San José Chiapa, en el municipio donde Moreno Valle propuso la instalación de la automotriz alemana Audi y donde su gobierno invirtió recursos públicos por más de 17 mil millones de pesos para infraestructura.  Morena denunció que el matrimonio Moreno Valle-Alonso esconde ganancias que percibe por tener participación en los consejos administrativos de 31 empresas y poseer acciones en 23 firmas. Sólo en una de ellas, los hoteles City Express, el exmandatario tendría acciones por más de 65 millones de pesos, según los señalamientos.  Otra de las características del proceso electoral poblano es que se ha tornado violento. Como muestra, en febrero último fue asesinado José Jairo García Oliver, aspirante panista a una diputación local por el municipio de Huejotzingo; en marzo, Aarón Varela Martínez, precandidato de Morena a la alcaldía de Santa Clara Ocoyucan, y también en marzo fue ejecutado Gustavo Martín Gómez Álvarez, candidato del PRI a la presidencia municipal de Francisco Z. Mena.   Este reportaje se publicó el 3 de junio de 2018 en la edición 2170 de la revista Proceso.

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