Los entretelones del entuerto llamado NAIM

sábado, 18 de agosto de 2018 · 20:06
Un dictamen de MITRE Corporation que considera inviable el plan alternativo del Nuevo Aeropuerto Internacional de México propuesto por Andrés Manuel López Obrador coincide con el de la SCT, el cual fue presentado al equipo de transición en julio último. No obstante, Javier Jiménez Espriú, quien fue postulado como titular de esa dependencia para el próximo gobierno, reitera: es necesario que otra agencia internacional de prestigio realice un estudio a profundidad sobre la propuesta de un aeropuerto en Santa Lucía. Estos son los entretelones de lo que López Obrador llamó el “entuerto” del NAICM. CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- En las primeras horas de miércoles 15 llegó a las oficinas del ingeniero Javier Jiménez Espriú –futuro titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes– el dictamen de MITRE Corporation y de su Centro para el Desarrollo de Sistemas Avanzados de Aviación. El estudio considera inviable el “plan alternativo” de un nuevo aeropuerto en la base militar de Santa Lucía. El documento, considerado como uno de los estudios clave de factibilidad y seguridad aeroportuaria del plan alternativo de Santa Lucía, fue entregado y discutido por el equipo del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, quien desde el 22 de marzo último planteó públicamente su oposición al Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), que heredará del gobierno de Enrique Peña Nieto. La posición de MITRE desacredita el plan alternativo, a pesar de que un grupo de ingenieros y especialistas mexicanos y chilenos, apoyados por altos mandos de la Secretaría de la Defensa, planteó la viabilidad de la base aérea de Santa Lucía porque “el suelo ofrece estabilidad y soporte suficientes”, “no presenta obstáculos para el desarrollo de las operaciones de un Sistema Aeroportuario del Valle de México (Savam)” ni muestra “impedimento para generar la compatibilidad de rutas” con el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). El “entuerto” estaba ya planteado al interior del equipo de transición de López Obrador: o respaldaban la continuidad del NAIM, que apenas tiene un 3% de avance y cuatro años de retraso, o lo cancelaban para analizar la posibilidad del plan alternativo, cuyo costo sería cuatro veces menor al nuevo aeropuerto de Texcoco, con el riesgo de pagar más de 100 mil millones de pesos por contratos ya firmados (60 mil millones) y “gastos no recuperables” (40 mil millones). En la discusión al interior del equipo de López Obrador se decidió avanzar en el proyecto de la consulta nacional, que fue presentado el viernes 17. Días antes, integrantes del Frente en Defensa de la Tierra de San Salvador Atenco –opositores desde hace más de tres lustros al proyecto del aeropuerto de Texcoco– se manifestaron afuera de la casa de transición en la calle de Chihuahua y consideraron una “simulación” el proyecto de consulta. En paralelo, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), más varios integrantes del Consejo Mexicano de Negocios, han insistido en las dos reuniones privadas con López Obrador en las bondades de continuar con el proyecto del NAIM en Texcoco, en el que participan 217 empresas, aunque son sólo seis los grandes contratistas. “Lo que no vamos a aceptar es una camisa de fuerza. Sabemos que es muy compleja la obra. No estamos sometidos a intereses creados. La consulta será para todos. No aspiramos a una dictadura, pues no inclinamos la balanza”, afirmó López Obrador en la conferencia de prensa del 17 de agosto, en la que dio a conocer los plazos para debatir entre las dos opciones desde el 8 de septiembre “en todos los medios de comunicación” y realizar una consulta o una encuesta a finales de octubre. AMLO insistió: “seremos guardianes” de los fondos de pensiones que se han invertido vía Afores en el actual proyecto del NAIM. Advirtió también que se respetarán “todos los contratos” y garantizó que “no habrá corrupción” en la decisión final que se tome. Parafraseó a El Quijote de la Mancha: es un “asunto complicado, difícil, que heredamos, pero tenemos que enfrentar”, y pidió el apoyo “al pueblo de México para deshacer el entuerto”. Ese mismo día, el presidente del CCE, Juan Pablo Castañón, afirmó que estaban dispuestos a revisar el plan alternativo de Santa Lucía, a construir más pistas en esta base aérea militar. Pero también dijo que es importante “considerar” el elevado costo de cancelar el actual proyecto del NAIM en Texcoco. “Cancelar la obra actual tiene un costo en conjunto de 170 mil millones de pesos, habrá que compararlo con respecto a rentabilidad y funcionalidad de seguir la construcción a partir de ahora. Y cuánto cuesta llegar al punto final de las dos alternativas”, planteó Castañón. Fragmento del reportaje especial publicado en Proceso 2181, ya en circulación.

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