La inteligencia militar y su larga historia de filtraciones

sábado, 2 de noviembre de 2019 · 17:51
Las labores de inteligencia militar en su combate al narcotráfico no son nuevas. Numerosas siglas han amparado esa labor y varios jefes castrenses la han encabezado. Pero desde hace varios sexenios, esa tarea del Ejército ha estado manchada por infidencias y bajo sospecha de estar al servicio de algunos capos criminales, a tal grado que algunos integrantes y supervisores del Cian –antecedente del GAIN– fueron procesados durante los gobiernos de Fox y Calderón, acusados de proporcionar información a los cárteles de Juárez y de Sinaloa. CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).. El comandante de la Guardia Nacional, general Luis Rodríguez Bucio, fijó la mirada en el secretario de la Defensa Nacional, general Luis Cresencio Sandoval. El presidente de la República, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, había dado la orden de que se revelara el nombre del responsable de la información de inteligencia con la que el Ejército actuó en el frustrado operativo militar contra Ovidio Guzmán López. Sentado en un extremo, junto a miembros del gabinete de seguridad en la conferencia de prensa del 31 de octubre del presidente Andrés Manuel López Obrador, Rodríguez Bucio giró la cabeza y levantó un poco la mirada en espera de la respuesta del jefe del Ejército. Hizo a un lado las notas que venía tomando y tomó su teléfono celular. Sabía que la información que estaba a punto de hacerse pública a petición de la reportera de Proceso, Neldy San Martín, era de alta sensibilidad para los estándares mexicanos en los que las Fuerzas Armadas se han cerrado en extremo al escrutinio. Él mismo había ocupado en un momento crucial el cargo que estaba por develarse. Fue el jefe del Grupo de Análisis de Información de Narcotráfico (GAIN) cuando el entonces presidente Felipe Calderón le declaró la guerra a los cárteles de la droga. Más aún, conoce de primera mano la manera en que se gestó la violencia del narcotráfico durante el gobierno de Vicente Fox, porque ya estaba inmerso en la información de inteligencia contra los cárteles de la droga. Lo que para muchos fue la revelación de un “grupo caza-capos” dentro del Ejército, fue la explicación del organigrama existente desde hace un cuarto de siglo en la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y que como equipo especializado, durante los dos gobiernos del PAN, fue incapaz de detener a Joaquín El Chapo Guzmán, padre de Ovidio Guzmán. Varios fueron los operativos del Ejército de los que se escapó el entonces jefe más conocido del Cártel de Sinaloa. También diversas las acusaciones sobre fuga de información desde ese grupo de inteligencia militar. (Fragmento del reportaje especial publicado en Proceso 2244, ya en circulación)

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