Zedillo, Fox, Calderón y más de 30 exfuncionarios, siervos de trasnacionales

lunes, 11 de febrero de 2019 · 10:31
En todo el mundo se le conoce como revolving door: es el fenómeno mediante el cual funcionarios de alto rango de algún gobierno son contratados, luego de terminar su encargo público, por grandes empresas a las que pudieron haber beneficiado o que se beneficiarán de sus conocimientos e influencias. México es un escandaloso ejemplo de ese tipo: además de muchos secretarios de Estado y directores de paraestatales, tres expresidentes han aprovechado muy bien esas puertas giratorias. CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Al dejar sus tareas gubernamentales, tres expresidentes y más de 30 exfuncionarios –desde secretarios de Estado a directores de paraestatales o de la banca de desarrollo– hallaron acomodo en empresas relacionadas con los sectores que atendieron a su paso por la administración pública. Los expresidentes son Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa. Excepto el segundo, los otros dos fueron identificados por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien calificó de inmoral que ahora prestaran servicios al sector privado. El paso de la administración pública al ámbito empresarial, y viceversa, es conocida en la política internacional como revolving door (puerta giratoria), y de los sexenios recientes el más abundante en esos casos fue el de Calderón, de cuyos funcionarios de alto rango al menos 13 terminaron, como él mismo, en grandes empresas. Calderón formó parte del consejo de administración de Avangrid, filial de Iberdrola, la trasnacional energética de origen español. En la misma Iberdrola, desde 2013, cinco meses después de haber concluido su cargo en la dirección de Banobras, fue integrada al consejo de administración Georgina Kessel, quien se desempeñó con Calderón como secretaria de Energía, luego de presidir, entre otras cosas, la Comisión Reguladora de Energía. Dos meses después de dejar la Presidencia, en enero de 2001, Zedillo se integró al consejo de administración de Union Pacific, el gigante ferroviario estadunidense que se asoció con Grupo México para desarrollar Ferromex. Zedillo, primer presidente desde Miguel Alemán que incursionó abierta y activamente en el sector privado, se convertiría en miembro de los consejos de Alcoa, fabricante de productos de aluminio en México que, durante su gobierno, dejó impune el accidente industrial que intoxicó a casi 200 obreros en Ciudad Acuña, Coahuila. También ha sido consejero del gigante de productos sanitarios Procter & Gamble, de la editorial española Grupo Prisa, así como de Everis, la consultora de tecnologías de la información. Y Fox, apenas terminó su sexenio inició una intensa actividad privada... Fragmento del reportaje que se publica en la edición 2206 de la revista Proceso, ya en circulación.

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