Todos los caminos llevan a "Roma"

domingo, 24 de febrero de 2019 · 09:47
Sólo por el hecho de tener 10 nominaciones a los premios Oscar, Roma ya tiene un lugar en la historia del cine. Pero lo verdaderamente inédito sería que un producto mexicano y hablado en español ganara (como señalan casi todos los pronósticos) el galardón principal de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood: Mejor Película del año. La cinta de Alfonso Cuarón podría marcar otro precedente, pues su principal vehículo de exhibición no han sido las salas cinematográficas sino Netflix, una plataforma de internet. CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- La película Roma, de Alfonso Cuarón, está en la antesala de alcanzar un hito del cine mexicano y que puede marcar varios precedentes, incluso a escala global. Aunque sus 10 nominaciones al Oscar ya le garantizaron un lugar en la historia de la filmografía nacional y mundial, Roma marcará un antes y un después si el próximo domingo 24 se alza con la estatuilla a la Mejor Película en la ceremonia que se llevará a cabo en Los Angeles. Ninguna película hablada en un idioma que no sea inglés ha obtenido el galardón principal que en 90 años ha concedido la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood, una de las instituciones más representativas de la hegemonía cultural impuesta por Estados Unidos. Roma será la primera, de cumplirse el pronóstico de apostadores y expertos de ese país. Roma es favorita también para que México consiga su primer Oscar como Mejor Película en Lengua Extranjera, una categoría en la que el país ha estado nominado en ocho ocasiones, sin éxito, y en la cual suele privilegiarse al cine europeo, que lo ha ganado en 56 de 68 ceremonias.  Cuarón también es amplio favorito para ganar en la categoría de Mejor Director, que ya obtuvo en 2014 por Gravedad. Aunque el de este año tendría un aliciente adicional: sería el primer realizador con un Oscar por dirigir una película en lengua extranjera, un honor que se le ha negado a leyendas como Federico Fellini e Ingmar Bergman, que estuvieron nominados varias veces, así como a otros consagrados como Costa-Gavras, Pedro Almodóvar, Akira Kurosawa y Francois Truffaut. Y más allá de los récords cinematográficos, el triunfo de Roma marcaría un precedente al ser también el de una película cuya difusión masiva se dio en internet y no en salas tradicionales, en las que hasta la fecha ha tenido una distribución limitada, sin pasar por las grandes cadenas exhibidoras. De hecho, este factor la convierte en una competidora extraña, a la que no se le puede comparar con el resto de nominadas a Mejor Película en términos de taquilla, y cuyo lanzamiento en otras plataformas como DVD o Blu-Ray es incierto. Por lo pronto, es la única ausente en el catálogo presente y futuro de la iTunes Store. Rarezas inéditas que lo serán aún más si gana el galardón principal. Y es así porque Roma terminó convirtiéndose en una de las principales apuestas artísticas y comerciales de Netflix, poseedora exclusiva de los derechos para su distribución. La firma fundada en 1997 por Reed Hastings y Marc Randolph, una de las principales plataformas de entretenimiento por streaming, es también una de las pocas que ha logrado que los usuarios de internet paguen para ver películas y series de televisión en línea, en sentido contrario al esquema de gratuidad que facilita la red.  Y ahora pretende también que se le considere generadora de contenido relevante, como es el cine de arte, un frente más de una batalla en la que el gigante californiano amenaza con trastocar para siempre el modelo de negocios que durante décadas ha predominado en la industria cinematográfica. Y en esa guerra, el principal premio de la Academia para Roma es una conquista fundamental. [caption id="attachment_574980" align="alignnone" width="650"]Roma y sus premios Óscar. Cartón de Gallut Roma y sus premios Óscar. Cartón de Gallut[/caption] La construcción de un imperio La historia de Roma comienza con un comunicado fechado el 8 de septiembre de 2016 de la empresa californiana Participant Media, fundada por el canadiense Jeff Skoll –primer presidente de la firma de comercio electrónico eBay– y coproductora de varios filmes de prestigio, entre ellos Spotlight, mejor película en el Oscar de ese año. El boletín anunció la sociedad para un proyecto, que en ese momento aún no tenía título, en el que unirían fuerzas con Alfonso Cuarón para filmar la historia de una familia de clase media en la Ciudad de México a principios de los setenta. El rodaje, a cargo de la empresa Espectáculos Fílmicos El Coyúl, comenzó en octubre de 2016 y desde ese momento se supo que el título sería Roma. Fue en abril de 2018 cuando se conoció públicamente la alianza con Netflix, que la retiraría de la competencia del Festival de Cannes como secuela del conflicto estallado un año antes por la exigencia de los exhibidores franceses de que la empresa estadunidense respetara las ventanas de exhibición tradicionales, y se abstuviera de presentar en su plataforma las películas que patrocinó en la competencia. Fue en septiembre, en el Festival de Venecia, donde Roma inició su racha triunfadora con la obtención del León de Oro. Desde ese momento, el sitio goldderby.com, que recopila los pronósticos de los principales especialistas de los medios estadunidenses, comenzó a ubicarla como una de las mayores favoritas con miras a la temporada de premios, en particular el Oscar. Los vaticinios se hicieron efectivos en las semanas posteriores, en las que Roma fue hilvanando reconocimientos de diversas asociaciones de críticos (Toronto, Seattle, St. Louis, San Francisco, Nueva York, Chicago, Londres y Los Angeles, entre otras) que le concedieron los máximos honores.  El 22 de enero Roma estableció récord al ser la primera película mexicana en lograr 10 candidaturas al Oscar, superando las seis que consiguió en 2007 El laberinto del fauno, de Guillermo del Toro. Fue incluida entre las ocho competidoras a Mejor Película y aparece en las quintetas de Actriz en un Papel Protagónico (Yalitza Aparicio), Actriz de Reparto (Marina de Tavira), Fotografía, Director, Película en Lengua Extranjera, Edición de Sonido, Mezcla de Sonido,  Guion Original y Diseño de Producción.  Roma empató el récord de más nominaciones para una película en lengua extranjera (10) que impuso en 2001 El tigre y el dragón, representante de Taiwán dirigida por Ang Lee. Roma y El tigre y el dragón comparten también el honor de haber sido postuladas simultáneamente como Mejor Película en Lengua Extranjera y Mejor Película. Ambas forman parte de una muy selecta lista a la que también pertenecen Z (Argelia, 1970), La vida es bella (Italia, 1999) y Amour (Francia, 2013). En la historia del Oscar hay, sin embargo, casos curiosos de cintas no habladas en inglés que compitieron como Mejor Película sin haber representado a su país como Mejor Película en Lengua Extranjera. Son los casos de Gritos y susurros (Suecia, 1974) y El cartero (Italia, 1996).  Mención aparte merece Los emigrantes, de Suecia, que fue nominada como Mejor Película en Lengua Extranjera en 1972 y como Mejor Película en 1973. En ambas perdió. A diferencia de Roma, ninguna de las películas no habladas en inglés que la precedieron tuvo posibilidades reales de coronarse en la categoría principal, y más bien se conformaron con ser recompensadas en otros rubros.  Al cierre de esta edición (viernes 15), la página oddschecker.com marcaba como favorita a Roma para la estatuilla de Mejor Película, además de ponerla a la cabeza en los rubros de Director, Película en Lengua Extranjera y Fotografía. De igual forma, 20 de 24 expertos recopilados por goldderby.com ponen la obra de Cuarón a la cabeza de sus listas. Los momios en favor de Roma se incrementaron el domingo 10 con la obtención del premio principal de los Bafta, que otorga la Academia británica. Un hándicap es que perdió en los premios del Sindicato de Productores, cuyo ganador suele anticipar al de Mejor Película. En esa ceremonia fue superada por Greenbook. La hora de México Como hito en el cine nacional, es también la primera vez que un título mexicano parte como favorito para Mejor Película en Lengua no Inglesa. A diferencia del resto de las categorías, en las que se nomina y se premia a las personas involucradas en la realización del filme, en este rubro los candidatos son los países postulantes, que sólo tienen derecho a presentar una película a la competencia. La Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas anunció el pasado 14 de septiembre que seleccionó a Roma para representar al país en la 91 edición de los premios Oscar. De alguna forma enmendó el error cometido en 2002 con Cuarón, cuando relegó a su película Y tu mamá también y prefirió enviar Perfume de violetas, de Maryse Sistach, que no fue considerada en la quinteta final. Un año después, Y tu mamá también consiguió nominación al Oscar por Guion Original.  México ha figurado ya ocho veces en la quinteta final de Película en Lengua Extranjera, pero nunca se ha llevado el trofeo. De conseguirlo, sería apenas la cuarta vez que un representante de Latinoamérica lo levante, tras los triunfos conseguidos por Argentina con La historia oficial (1986) y El secreto de tus ojos (2010), y por Chile, el año pasado, con Una mujer fantástica. Y sería apenas la octava hablada en lengua castellana si se suman las estatuillas recogidas por España en 1983 con Volver a empezar, en 1994 con Belle époque, en 2000 con Todo sobre mi madre y en 2005 con Mar adentro. La primera vez que México apareció en la quinteta fue en 1961 con Macario, de Roberto Gavaldón, que fue vencida por El manantial de la doncella, de Ingmar Bergman (Suecia). Un año después, Ánimas Trujano, de Ismael Rodríguez, fue doblegada también por Bergman y su clásico Detrás de un vidrio oscuro. Tlayucan, de Luis Alcoriza, compitió en 1963, aunque la estatuilla se fue a Francia con Sibila.  En 1976 México volvió a la contienda con Actas de Marusia, una película de tema chileno dirigida por el exiliado chileno Miguel Littín, que fue derrotada por Dersu Uzala (El cazador), producción postulada por la entonces Unión Soviética pero dirigida por el japonés Akira Kurosawa. Tuvo que pasar un cuarto de siglo para que México volviera a estar representado con una fuerte candidata, Amores perros, de Alejandro González Iñárritu, que nada pudo hacer en 2001 frente a la demasiado poderosa El tigre y el dragón, de Ang Lee. Dos años consecutivos México perdió frente a Alemania. En 2003, El crimen del padre Amaro, de Carlos Carrera, sucumbió ante En un lugar de África, de Caroline Link; y en 2007, El laberinto del fauno, drama de Guillermo del Toro ambientado en la Guerra Civil española, perdió frente a La vida de los otros, de Florian Henckel von Donnersmarck, aun cuando ganó tres de sus seis candidaturas.  Por último, en 2011, Biutiful, de González Iñárritu, fue superada por la danesa En un mundo mejor, de Susanne Bier. Aunque el solo hecho de tener 10 nominaciones parecería asegurarle el triunfo en esta categoría, podría darse el caso extraño de que Roma ganara como Mejor Película pero perdiera como Mejor Película Extranjera. Y es que enfrenta fuerte competencia con la polaca Guerra Fría, que además fue nominada a Mejor Director y Mejor Fotografía y está fuertemente apoyada por Amazon, competidora de Netflix. Es dirigida por Pawe? Pawlikowski, quien ya ganó en esta categoría en 2015 con Ida. Además, de nueva cuenta está nominado el alemán Florian Henckel von Donnersmarck –verdugo de El fauno– y también debe considerarse el prestigio de la aspirante libanesa Capernaum y Asunto de familia, del prestigiado realizador japonés Hirokazu Koreeda, esta última, ganadora de la Palma de Oro en Cannes. Otro galardón inédito El pronóstico de apostadores y expertos es que Cuarón se alzará por segunda vez con la estatuilla de Mejor Director. De confirmarse esta predicción, podrá decirse que la segunda mitad del siglo XXI esta categoría estuvo copada por México, considerando los triunfos obtenidos por González Iñárritu en 2015 y 2016, y por Del Toro en 2018. Y también, para redondear los logros inéditos, Cuarón sería el primer director en ganar esa categoría con una película hablada en lengua extranjera (no inglés), un honor que se le negó en 1962, 1964, 1971 y 1976 al italiano Fellini por La dolce vita, 8 1/2, Satyricon y Amarcord, respectivamente; en 1970 al greco-francés Costa-Gavras por Z; en 1973 al sueco Jan Troell por Los emigrantes; y en 1974, 1977 y 1984 al también sueco Bergman por Gritos y susurros, Cara a cara y Fanny y Alexander. Se le negó en 1975 al francés Truffaut por La noche americana, en 1980 al también francés Édouard Molinaro por La jaula de las locas, en 1986 al japonés Kurosawa por Ran, en 1995 al polaco Krzysztof Kieslowski por Rojo, en 1999 al italiano Roberto Benigni con La vida es bella, en 2001 al taiwanés Ang Lee con El tigre y el dragón, en 2002 al español Almodóvar con Hable con ella, en 2004 al brasileño Fernando Meirelles con Ciudad de Dios, en 2008 a Julian Schnabel con la francófona La escafandra y la mariposa y en 2013 al austriaco Michael Haneke con Amour, también hablada en francés. Curiosamente, uno de los competidores de Cuarón en esa quinteta podría arrebatarle esa primicia: el polaco Pawlikowski con su también muy celebrada Guerra Fría.    Este reportaje se publicó el 17 de febrero de 2019 en la edición 2207 de la revista Proceso.

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