La cinta que López Portillo prohibió

domingo, 31 de marzo de 2019 · 09:59
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- La película María de mi corazón de Jaime Humberto Hermosillo (con guion del Premio Nobel de Literatura 1982, Gabriel García Márquez) fue prohibida durante seis años por la Secretaría de Gobernación cuando era presidente José López Portillo, y el año pasado fue restaurada por la Cineteca Nacional, donde tendrá su estreno comercial en breve. Una función especial, a mediados de abril, se proyectará en la Cineteca de Zacatecas con presencia de su creador.  En el primer día de su exhibición, la Asociación Nacional de Actores intervino para que no se transmitiera María de mi corazón ya que no pertenecía a ese sindicato. Hermosillo y García Márquez recurrieron al recién formado Sindicato de Actores Independientes para conseguir el elenco del proyecto independiente. Después, Gobernación encontró  parecido entre el personaje de María Rojo y la entonces primera dama de México, María Esther Zuno, esposa de Echeverría Álvarez. Se prohibió.  Luego, el filme llegó a las salas mexicanas; pero las funciones fueron saboteadas. Así que Hermosillo decidió guardar los negativos originales en la Cinemateca Mexicana del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y en 2009 el director le pidió a esa institución que le entregara dichos negativos a la Cineteca Nacional, sólo para darse cuenta de que dos rollos se habían extraviado (ver https://www.proceso.com.mx/85216/maria-de-mi-corazon-los-rollos-perdidos). Cine en 16 mm Por fortuna, el año pasado se recuperó en el laboratorio de restauración digital de la Cineteca Nacional. Se restauró en siete meses, con la supervisión de Hermosillo, quien se encuentra muy contento por ello, y cuenta: “Ha sido una gran labor de la Cineteca Nacional. Ahora es necesario preservar Las apariencias engañan, que junto con Doña Herlinda… y María de mi corazón, son mis tres películas en 16 milímetros. Hay una cuarta que se extravió: Confidencias. El negativo está perdido. Además, no se han visto mis veinte filmes digitales. Siguen esperando la salida. Ahí hay todavía un material mío por conocerse.” El cineasta Alejandro Pelayo, director de la Cineteca Nacional, destaca así a María de mi corazón: “Consideramos que es una película fundamental del cine independiente mexicano de los años ochenta. Cuando ya no hay posibilidades de hacer un cine financiado por el Estado, Jaime recupera un poco el esquema del cine independiente, con dos cintas rodadas en 16 milímetros, Las apariencias engañan y María de mi corazón. En esta última, participan los principales actores y técnicos en forma de cooperativa. Ya que estaba filmada, la asume Manuel Barbachano Ponce y hace una ampliación a 35 milímetros. Él gestiona los derechos ante los sindicatos y se puede exhibir comercialmente. “Este filme nos marca a muchos de nosotros, que hacemos cine independiente en los ochenta, como un modelo de producción, donde ya no había un apoyo estatal y tampoco producción privada que se interesara en nuestro tipo de cine. A partir de su importancia, empezamos a buscar dónde se encontraba el negativo de María de mi corazón. Entonces se consiguió el negativo original, en 16 milímetros, y una copia, y a partir de ahí se empezó la restauración. Fue un trabajo de siete meses y fue interesante porque Jaime estuvo presente.” Además, los derechos de 35 milímetros para uso comercial, se vencieron: “Los derechos patrimoniales de la película regresaron al grupo principal: María Rojo, Héctor Bonilla y Jaime. Por eso ya se puede exhibir y la viuda de García Márquez ya no quiso nada que ver con este proyecto. “La queremos estrenar pronto en la Cineteca Nacional con una función diaria, y lo que genere se le entregará a este grupo que tiene los derechos de la película”.  Este texto se publicó el 24 de marzo de 2019 en la edición 2212 de la revista Proceso.

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