Criticado por la propia afición de Tigres debido a su juego poco espectacular, el técnico Ricardo Tuca Ferretti, por sus números, es uno de los mejores entrenadores de México. El brasileño naturalizado mexicano disputará este domingo la final del Torneo Clausura 2019 contra el Club León. ¿Pero cuál es su fórmula ganadora? ¿Por qué ha durado tantos años en su equipo? “Ferretti no arriesga, domina un estilo de juego y con él los jugadores entienden que su permanencia, si no se adaptan, es la que está en riesgo”, explica en entrevista el analista de futbol Roberto Gómez Junco.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Sin importar que Ricardo Ferretti consiga o no su séptimo título en la Liga MX, o que ponga o no a los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León entre los clubes más ganadores del futbol mexicano, ya es el mejor director técnico por su sistema de juego equilibrado y efectivo, por el entendimiento con sus jugadores de quienes obtiene su mejor versión en la cancha y hasta porque ha transformado al equipo en una institución protagonista y autofinanciable.
Así define el analista de futbol Roberto Gómez Junco al entrenador brasileño naturalizado mexicano. “Lo veo como el mejor técnico, pero es subjetivo. Eso no se mide sólo con títulos y juegos ganados. Él tiene ingredientes extra, porque sus jugadores le creen y dicen que juegan mejor con él. Su profesionalismo, se prepara continuamente, y su manera de revitalizar el interés por el futbol.
“Es un caso de estudio a fondo. No ha dejado de dirigir durante 20 años, los últimos ocho con el mismo equipo, y es increíble verlo con desplantes y enojos, con esa pasión hasta en los entrenamientos, y no se ha vuelto loco”, comenta el también exjugador.
Ricardo Ferretti de Oliveira, el Tuca, de 65 años, tiene un lugar en la historia deportiva por sus números. Junto con Ignacio Trelles es el más ganador (seis títulos: cuatro con Tigres, uno con Chivas y otro con Pumas), también es el que más juegos ha dirigido en Primera División, con mil 107, y el que más finales ha disputado (12 de Liga, cuatro de Concacaf, cuatro de Campeón de Campeones, una de Copa MX, una de Super Copa y una de Copa Libertadores).
De personalidad fuerte, Ferretti es tan explosivo como efectivo en el campo. Tiene un sistema de juego transparente y bien definido que no le gusta a la propia afición y le compra críticas de la prensa. En 10 años con Tigres ha dirigido siete finales. Con el Tuca no hay margen para el error. Final perdida, final reclamada. Se le acusa de desplegar un juego deslucido, defensivo por completo, que no arriesga nunca.
Caso inédito
Roberto Gómez Junco considera que quien encasilla al Tuca en esos conceptos es porque no entiende cómo juega: él parte del equilibrio que exige el futbol moderno, en el que cada vez es más importante que los futbolistas cumplan con labores defensivas y ofensivas.
“En México, quienes pasan por expertos no revisan cómo juega un equipo más allá de la simple formación. Hay equipos que empiezan a ser muy ofensivos y a los seis meses a fuerza de trancazos recapacitan y entienden que ninguno puede ser ofensivo si primero no aprende a defender. Lo ha hecho hasta el Barcelona”, comenta.
Los Tigres de Ferretti han sido el equipo más dominante de la última década porque su manera de jugar le dicta que no necesita cambiar. Cada jugador sabe cuáles son sus responsabilidades en el campo, Ferretti jamás experimenta. Coloca a cada uno donde sabe que será capaz de realizar la tarea encargada y de la mejor manera.
“Pueden tornarse predecibles o aburridos porque siempre van a jugar así –expone el analista– y lo que sí concedo como crítica es que los Tigres dominan a tal grado una forma de jugar que no se salen de ella. Equipos que no llegan a dominar una forma se ven obligados a intentar por distintos caminos. En Tigres cada una de las posiciones están muy bien definida. Salen tres o cuatro jugadores y llegan otros tres o cuatro que hacen las mismas funciones.
“Jurgen Damn intenta hacer ahora lo que hacía Danilinho en su momento. Por eso es, quizá, el mejor técnico en el futbol mexicano, sus equipos dominan a lo que juegan y por eso a veces caen en la comodidad de no variar.”
Así, explica Gómez Junco, los Tigres de Ferretti van a jugar con tres defensas, dos mediocampistas recuperadores y dos distribuidores y tres hombres adelante. No importa si es Jesús Dueñas, Guido Pizarro o Rafael Carioca. Si se fueron Damián Álvarez e Ismael Sosa y ahora están Javier Aquino y Luis Quiñones. O si Sobis ya no acompaña a Gignac, si es Enner Valencia o Lucas Zelarayán. Los defensores deben saber incorporarse al frente o qué hacer en jugadas a balón parado.
Hasta Gignac cumple con labores defensivas, hay que estorbar la salida del rival. El juego de Tigres es colectivo, es un equipo eficiente en bloque que sabe cerrar espacios al defender y ampliarlos en el ataque, detalla.
“Para consolidar su juego, Ferretti sí le da importancia a tener el balón más tiempo. Sus equipos, Pumas e incluso Chivas, dependen de tener la pelota para funcionar adecuadamente. Todo eso se trabaja. Hay que hacerlo en entrenamientos. Llama la atención su capacidad para convencer al futbolista, por eso es un caso inusitado, no hay otro técnico en los últimos 20 años que haya durado lo que Ferretti dura en cada uno. Es inédito en el futbol mexicano.”
Para el comentarista deportivo, si se quiere encontrar a un personaje de la talla del Tuca, uno debe remontarse a la época de la Tota Carbajal con Morelia, “pero hablamos de otro futbol y un nivel de exigencia donde no tenías que ganar nada. Acá son años con nivel alto porque Tigres cada año se pone como objetivo el título”.
Los retos del Tuca
Autor de Méjico Esdrúxulo, El ilustre pigmeo y Los crimencitos impunes, Gómez Junco destaca que entre las cualidades de Ricardo Ferretti se cuenta la capacidad de convencimiento que tiene con los jugadores, hecho que en México no es fácil conseguir.
Al Tuca todos lo respetan. No hay quien se atreva a hacer aspavientos si sale de cambio o a cuestionar las decisiones del entrenador. Para el especialista es un secreto cómo logra que los jugadores pasen años con él, lo vean todos los días en los entrenamientos, coman con él en las concentraciones, jueguen y, además, sean eficientes en la cancha. Se sienten útiles, se saben mejores jugadores dirigidos por Ferretti.
“Esto también tiene que ver con el mensaje que viene desde arriba: si el equipo no funciona, no va a salir el técnico; se van a ir ustedes tres o cuatro jugadores, porque tenemos dinero para hacer eso. Los Tigres tienen 10 años invirtiendo muy bien. Encuentran a Ferretti y le dicen: ‘Dime dónde invierto, quién te estorba y quién te ayuda’. Los jugadores entienden que su permanencia es la que está en juego, no la del técnico como en otros equipos. No es que premeditadamente los futbolistas dejen de jugar bien, pero sí pasa que pierden el interés, hartos del técnico en turno.”
El analista habla ahora sobre otro de los grandes retos que Ferretti asume: “Convencer a los jugadores de que son el plantel más poderoso, porque lo son igual que América y Monterrey. Hay quien dice que deben haber ganado más. Sí, puede ser, pero no es tan fácil convencer al equipo de seguir ganando títulos. Eso lo hace el Barcelona y equipos con otra cultura deportiva. En México con el equipo que es campeón vas a batallar para sostenerlo, para que no se derrumbe como se derrumbaron las Chivas de Almeyda”.
–¿Hay un respeto irrestricto a la autoridad de Ricardo Ferretti que impacta positivamente?
–Está muy claro quién manda. Sucede hasta con los directivos. No me imagino a nadie de la directiva regañándolo, ya no digas corrigiéndole la plana en cualquier sentido. Sí se apoya mucho en Miguel Mejía Barón, es su gran amigo y asesor. Los directivos aprendieron hasta la saciedad que con Ferretti su equipo está en buenas manos.
–¿Los cuestionamientos a su estilo de juego son injustos?
–Es cuestión de gustos; puede no gustarte cómo juega Tigres, pero, primero, entiende qué hace y luego lo criticas. ¿Qué se debe entender? Que juegan un futbol equilibrado donde todos defienden y todos atacan, que es muy importante tener el balón, que es muy importante elaborar su juego, aunque aburran porque toquen y toquen. Entiendo las críticas en esta Liguilla porque puede ser más ambicioso y agresivo. Pero Ferretti ha aprendido cómo es el futbol mexicano y se ha vuelto pragmático.
“En la semifinal: ‘Monterrey me supera en 20 minutos, pero nada más me mete un gol, medio que cierra el juego, me controla, pero yo con el 1-0 estoy relativamente tranquilo porque sé que viene el partido de vuelta. Ahí busco el gol antes del medio tiempo, lo consigo y eso me da el pase a la final, pues a ver cómo le hace Monterrey porque yo no necesito otro gol, cierro los espacios, no corro riesgos al frente’. Y se consiguió el resultado”, expone Gómez Junco.
Señala que quien quiera ver mejor futbol no piensa todo eso, piensa en “yo hubiera querido un mejor espectáculo, los dos equipos atacan y se convierte en un partidazo, ¡qué padre!”. Agrega que Ferretti, en cambio, está pensando en que su equipo avance a la final, se va volviendo pragmático y que eso se ve en los técnicos como Miguel Herrera (América) y Diego Alonso (Monterrey), en mayor o menor medida.
“Llega un momento en que los técnicos dicen ‘lo que necesito es el resultado’. Eso es, quizá, el excesivo pragmatismo de Ferretti y de los Tigres y hace que se vea un futbol deslucido o que salte a la vista que pueden jugar mucho mejor.”
Dice que también tiene que ver con que un día a los jugadores no les salen las cosas y eso define juegos. Tigres a veces no funciona, señala, porque sus figuras no están jugando al nivel que deberían y todo se le achaca a Ferretti.
–Si Tigres se corona, Ricardo Ferretti se consagrará; pero si pierde, la crítica versará sobre que paga el precio de su estilo de juego…
–Con el simplismo con el que analizamos el juego: si ganas, eres el mejor; si pierdes, eres el peor, sí. Para mí gane o pierda es el mejor técnico de México. Sé que los números importan y que si obtiene su séptimo título van a empezar las comparaciones con Nacho Trelles. Desde ahorita te digo que Ferretti es mejor que Trelles, que estaba en otra época y con méritos diferentes, en un futbol menos competido que el actual.
“En aquella época dirigías a un equipo poderoso y tenías grandes probabilidades de ser campeón. Ahora hay un nivel de competencia y de exigencia mucho mayor. En este mundo competido un técnico que no ha dejado de dirigir en 20 años, que ha sido campeón con Pumas, Chivas y Tigres, que los ha hecho jugar bien y que se nota en la cancha quién está dirigiendo, porque hay un sello y está la mano del técnico, tiene un mérito enorme.”
–La propia directiva es consciente de que Ferretti les saneó las finanzas, un equipo ganador trae dinero consigo– se le comenta.
–A Tigres se le invirtió mucho en su momento, pero ya no implica un gasto actualmente. Cemex medio se ha desentendido porque el club empezó a ser autosuficiente. Al ser protagonista recibes más dinero por derechos de transmisión, patrocinios, el estadio está con lleno garantizado, es el estadio en el que más dinero entra sólo por los precios de los boletos y de lo que ahí se vende. Esos ingresos que tienen que ver con el papel de protagonista y han convertido a Tigres en negocio, aunque nunca lo van a reconocer.
“Cuando pierden finales, la gente quiere que se vaya Ferretti. Con otro técnico pudieron no haber ganado esos cuatro títulos (torneos de Apertura 2011, 2015, 2016 y 2017). Los directivos saben que su producto está en muy buenas manos con Ricardo.”
–Las críticas a Ricardo Ferretti son contradictorias en un futbol donde las quejas se centran en la nula continuidad de los entrenadores o que hay equipos “que no saben a qué juegan”…
-Sí, hay una contradicción. No es seguirle por seguirle, tiene que haber un sustento y aquí lo hay de sobra. Critican y critican a Ferretti, pero los Tigres están en la Liguilla cada torneo, desde hace 10 años. América igual, pero los otros equipos tienen altibajos. Hay equipos que un torneo sí califican y en otro no, pero el sistema de competencia es tan laxo y generoso que sólo con pasar (a la Liguilla) puedes salir campeón y ya la hiciste.
“En el caso de Tigres se agradece que haya un interés permanente por estar arriba. Me gustaría que los 19 equipos (en el Apertura 2019 jugará el Atlético San Luis) se armaran para pelear por el título porque eso elevaría el nivel de juego de la Liga, pero son pocos los equipos que quieren ser campeones y se preparan en consecuencia. Los otros saben que con irla llevando sin tener problemas de descenso todo está bien, ven la taquilla, el costo de los jugadores y se la van llevando. No tienen el objetivo de ser protagonistas como se ve en Tigres, América o Monterrey”, agrega Gómez Junco.