Los murales del SCOP... de mal en peor

miércoles, 18 de septiembre de 2019 · 14:02
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- A dos años de la denuncia de integrantes de la agrupación de iniciativa ciudadana “En defensa de los murales del Centro SCOP”, no hay movilización, si acaso respuestas “en proceso” ante la presión. Y peor aún, al retirarse una parte de los murales –2200 metros cuadrados de 4000– y desalojarse el edifico del antiguo Centro SCOP, hasta hace unos meses sede de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), los mosaicos de técnica mexicana que se encuentran en el inmueble empiezan a sufrir las consecuencias, según alertan los miembros de dicha agrupación civil en entrevista colectiva con este semanario. Se trata de las investigadoras del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas (Cenidiap) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), Laura González Matute y Guillermina Guadarrama; Lucila Rousset, artista plástica y curadora en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); el periodista y promotor cultural Juan Bautista, y Jesús Ismael Vega, estudiante de biología, quienes han participado en una decena de protestas pacíficas de 2017 a la fecha (Proceso, 2188 y 2198), a la cual se han sumado vecinos de la Unidad Narvarte IMSS, mejor conocida como Unidad SCOP que colinda con el Centro SCOP. La unidad habitacional, en su origen, formaba parte del edificio de éste, que originalmente el presidente Adolfo Ruiz Cortínez inició con miras a un hospital del IMSS, y los departamentos para ser residencias médicas. Explica Bautista: “Es normal, si retiras unos tornillos, los otros se van a seguir desprendiendo, las ráfagas de aire están desmantelando la parte de arriba. Si tomamos en cuenta que el edificio está desbalanceado y si llega otro temblor, obviamente hay un riesgo mayor. No sólo eso, colinda con dos edificios de la unidad que tienen fallas. El año pasado pedíamos que dejaran de desmontar los murales y nos recibieran, logramos que se aprobara una minuta, vimos los mosaicos, están todos apilados y digamos que bien resguardados… de ahí, nada.” La segunda etapa incluyó un seminario en el Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la UNAM, en febrero pasado, “Foro Centro SCOP, pasado, presente y futuro”, que reunió a estudiantes, investigadores, los miembros de la citada agrupación civil, así como a los directores de la Secretaría de Comunicaciones y Transporte e incluso del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), el delegado de Benito Juárez, Santiago Taboada, y el presidente de ICOMOS (Consejo Internacional de Monumentos y Sitos) México. Sin ninguna firma de por medio, se acordó conformar una agenda de trabajo interinstitucional cuyo objetivo contemplaría también una declaratoria de Monumento Artístico y otra de Patrimonio Cultural Urbano para rescatar los murales y el conjunto escultórico del Centro. Durante esa reunión la titular del INBAL, Lucina Jiménez, comentó que estuvo al tanto del SCOP desde el proceso de transición, y que a su juicio era necesario contar con un estudio de mecánica de suelo post-sismo de 2017. La agrupación civil relató que tras un nuevo foro en el Centro Nacional de las Artes el pasado 7 de junio, se realizaron cinco mesas con diversos analistas, investigadores y docentes de la UNAM así como la presencia de Arturo Estrada Hernández, Guillermo Monroy Becerril y Héctor Cruz García, los únicos tres artistas sobrevivientes del trabajo original del SCOP. Comentó al respecto la investigadora Guillermina Guadarrama: “Durante las mesas de trabajo, representantes del CAV Diseño e Ingeniería (empresa que realizó parte del retiro, descenso, catalogación y almacenamiento de los 2200 mosaicos, entre septiembre y diciembre 2018), explicaron que todo el proceso de los murales es costoso, pero hay que recordar que luego del sismo de 1985 fue el Cencroapam (Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble) el que realizó las laboras de restauración y así no salió tan caro”, trabajo que pagó la SCT. Añadió: “¿De que sirvió bajarlos? No hay diseño de plan, no hay nada a la fecha, queremos que se visibilice la situación, que las autoridades lo atiendan.” Incluso tienen una demanda de siete puntos en torno a los murales, en el primero de los cuales se exige “el decreto del Patrimonio Artístico cultural de la obra”. Los siguientes son: –Se forme un fideicomiso para la reconstrucción y rescate, en los términos en que fue concebida la obra artística y el espacio sea convertido en una zona exclusivamente cultural, ecológica y recreativa. –Restringir el uso de suelo a servicios culturales. –Realizar nuevos peritajes para evaluar la fortaleza de la construcción y su uso. –Preservar los murales en sus sitios originales con la integridad con que fueron concebidos. –Se escuche a vecinos de la Unidad Habitacional SCOP en sus demandas para prever estrategias y posibles daños ante desprendimientos de edificios del Centro SCOP. –Se incluya como agente de observación al Grupo Iniciativa Ciudadana en Defensa del Centro SCOP como vigilante de los procesos de restauración y reinstalación de los mosaicos. El pasado mes de julio, la Unidad de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de la Secretaría de Cultura respondió a un Punto de Acuerdo emitido por el Congreso de la Unión (del cual Proceso tiene copia), donde se exhortaba a “generar un proyecto para restauración y reinstalación de los murales del Centro SCOP con base en la disponibilidad presupuestaria, y emitir, de ser el caso, la declaratoria de monumento artístico”. En documento sin firma, la Secretaría de Cultura respondió que, a través del INBAL los murales serán conservados y restaurados por el Estado: “En cuanto al tema de la declaratoria de Monumento Artístico, está en contacto con investigadores especializados del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, con quienes se coordina para iniciar un proyecto de investigación historiográfica que permita preparar un expediente técnico que, una vez conformado, pueda estar en condiciones de presentarse ante la Comisión Nacional de Zonas y Monumentos Artísticos del INBAL...” Al cuestionar a Lucina Jiménez, titular de Bellas Artes, sobre el SCOP, refirió escuetamente ahora: “El INBAL es normativo, el edificio del Centro SCOP depende del Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (INDAABIN) y trabaja en comunicación con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. Está en el marco de esas dos instituciones definir el avance, lo que el instituto plantea es definir la ruta, pero no tenemos la propiedad ni posesión del inmueble. “Ha habido recopilación de estudios y demás, y hasta donde sé están dialogando con Investigaciones Estéticas de la UNAM. No necesitamos presión, necesitamos la documentación que estamos haciendo, el armado del documento que tiene una ruta específica para una declaratoria. Estamos trabajando en ello.” Este texto se publicó el 15 de septiembre de 2019 en la edición 2237 de la revista Proceso

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