No le han pagado al entrenador cubano Juan Alexis Salazar

sábado, 3 de octubre de 2020 · 17:32
Avecindado en México desde hace ocho años, el entrenador cubano Juan Alexis Salazar reclama a la Federación Mexicana de Esgrima y a la Conade el pago de sus servicios, remuneración que dejó de percibir hace nueve meses a causa de la pandemia. Ha recurrido a ambas instancias, donde sólo lo traen a vueltas; lo peor, dice, es que no firmó contrato, lo que hace más difícil su reclamo. Aun así, dice estar dispuesto a reclamar sus derechos como entrenador nacional, a sabiendas de que la Conade tampoco les ha pagado a varios de sus colegas. CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– Entrenador de la selección nacional de esgrima en la modalidad de espada femenil, Juan Alexis Salazar –quien se dice “desertor” cubano– reclama a la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) el pago de sus salarios de los últimos nueve meses. En su carácter de agente libre y con ocho años de residencia en el país, Salazar ha decidido emprender su propia lucha en los tribunales contra las autoridades responsables: la Conade y la Federación Mexicana de Esgrima (FME), presidida por Jorge Castro Rea. Con siete años como entrenador nacional, Salazar ocupó hasta marzo pasado una de las habitaciones del Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento, administrado por la Conade. Pero las instalaciones permanecen cerradas a raíz del brote de coronavirus. Ahora, sin hogar y sin recibir el pago por los servicios prestados, Salazar sobrevive dando clases particulares, si bien admite que por la pandemia el número mermó de nueve a tres alumnos. De momento se aloja en el departamento de su exnovia, mientras ultima detalles de la querella que emprenderá contra los presuntos responsables de su situación. “Me considero un entrenador nacional de un país que necesita todo tipo de atención: en realidad nunca he tenido ninguna clase de prestaciones, y así lo han hecho siempre con todos los entrenadores de selecciones nacionales”, sostiene el cubano. Y agrega: “Soy un desertor. Ya nada tengo que ver con Cuba”. Lo dice sin rubor. “A mí no me van a censurar porque voy a seguir hablando. No tengo temor a nada en realidad. Si voy a morir o si me van a causar un daño, es que ya estaba en mi camino. Simplemente quiero dar batalla… Si estamos en un país, como México, en el que uno puede alzar la voz, quiero ser esa voz”. Todo empezó en enero pasado, cuando el entrenador exigió a la Conade los pagos de sus salarios correspondientes a los meses de octubre, noviembre y diciembre de 2019.
Un caso que nadie atiende
En entrevista con Proceso, Juan Alexis asegura que los encargados del área en la Conade se comprometieron a cubrirle sus remuneraciones. Al no recibirlas, evidenció el incumplimiento del organismo en su cuenta de Twitter. De esa manera, en enero pasado la Conade no sólo efectuó el pago al entrenador, también cubrió los pendientes que tenía hasta ese momento con el resto de los entrenadores. Por esos días se reunió con Sergio Monroy y Arturo Contreras antes de que éstos fueran despedidos por los escándalos de corrupción. El primero fue cesado de la Subdirección General a principios de septiembre como implicado –junto a la directora de la Conade–, entre otros delitos, en asociación delictuosa y soborno en agravio de la empresa denominada Cocinas Industriales Multifuncionales de Calidad. El segundo fue destituido de la Dirección de Alto Rendimiento del organismo, aunque desde julio pasado ya había sido suspendido por la Secretaría de la Función Pública por sus presuntos vínculos con una red de corrupción en la dependencia del deporte nacional. Contreras fue encontrado responsable, al igual que el director de Operación Fiduciaria, Carlos Ramírez Barrera –también destituido–, en el desvío de 50.8 millones de pesos del Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento en el primer semestre de 2019. En charla con Salazar, Arturo Contreras le avisó que antes de que la Conade los remunerara, le realizarían unas pruebas a los entrenadores para corroborar si reúnen las condiciones para ostentar su cargo. “Los que queden, firmarán contrato con la Conade”, advirtió el ahora exfuncionario. Pero no fue así. “Al transcurrir los primeros dos meses del año, en marzo se presentó el problema de la pandemia y no nos pagaron”, acusa el cubano, tras aclarar que habla a título personal. “En este caso soy el que ha tenido el valor de dar el paso al frente de reclamar los derechos de un entrenador nacional, sabiendo de antemano que la Conade tampoco les ha pagado a varios de mis colegas.” En julio pasado el entrenador envió un mensaje de texto a Contreras, quien le pidió que le llamara por teléfono. Cuando lo hizo, el exfuncionario le dijo que la Conade no le pagaría por los servicios prestados, pues carecía de contrato, por lo que le sugirió comunicarse con el titular de la FME, Jorge Castro Rea. Así lo hizo. Castro Rea cuestionó a su interlocutor: “¿Cuándo firmaste un contrato?”. Y Juan Alexis admite que no signó contrato, pero siempre recibió su sueldo sin restricciones, primero de la federación y posteriormente por parte de la Conade. De modo que a principios de septiembre Juan Alexis acudió a la Conade. Dice que vio laborar “normalmente” a Arturo Contreras, “pese a que me habían dicho que ya había sido despedido”. Enseguida Contreras lo envió con el jefe del Departamento de Análisis Técnico de la Conade, Guillermo Alonso, quien le refirió que sus pagos se hacen en línea directa con la FME. Le dijo que cualquier explicación relacionada con sus percepciones económicas deberá tratarlo con el presidente de la federación. Le aclaró también que se trata de asuntos internos con la federación; en ese sentido, la Conade desconoce la situación.

“Atropellan mis derechos”

Salazar dice que si en su momento Castro Rea se olvidó de registrarlo ante la Conade, ahora pide que al menos le tome la llamada. “Fui engañado por el presidente de la federación porque tenía entendido que pertenecía a la Conade, que a la vez se justifica con el argumento de que no tengo contrato ni estoy reconocido. “Manifiesto enérgicamente el atropello a mis derechos. No me han pagado mi sueldo desde hace nueve meses. Exijo mi pago, ya que mi tiempo y mi trabajo también valen. Tengo gastos y vivo de mi salario como entrenador. “He cumplido con mi labor y merezco ser atendido y remunerado. Este abuso contra mí es injusto y me iré a las últimas consecuencias, hasta donde tope”, amagó Juan Alexis el 14 de septiembre en su cuenta de Facebook. Tras su encuentro con Guillermo Alonso, el entrenador cubano fue a la Conade donde explicó su situación al técnico responsable del deporte convencional del organismo, Víctor Hugo de Lucio Ávila. “Este señor me salió con una cosa que no le encuentro lógica: ‘Lo que te dijo él (Alonso) eso es’. Tampoco le encuentro lógica que no me paguen, cuando sigo trabajando con mis atletas. “Al igual que Alonso, De Lucio tampoco me convenció, por lo que decidí llamarle a Jorge Castro después de tantos meses que no me respondía. Y mi presidente me respondió: ‘siempre te he apoyado…’”, cuenta Juan Alexis. –No se trata que me digas eso, porque como presidente de la federación debes intervenir para solucionar el problema –le dijo Salazar. –Eso fue un miércoles. Le pedí una respuesta esa misma semana. Le llamé el viernes. Nunca más me contestó ni por teléfono ni por mensajes en WhatsApp. Luego, relata, se comunicó con Analiz González Ponce, quien en ocasiones funge como gerente y otras veces como jefa técnica de la FME. “Conclusión: primero me dice que están trabajando y que no les gusta lo que estoy haciendo. Le respondí: ‘sólo reclamo mis derechos’. No me dio respuesta; me bloquearon. No he sabido más de ellos. “Estoy tan indignado, que en ocasiones me siento ahogado por esta situación. Es triste y penoso que un entrenador extranjero venga a entregarse por México, como lo hemos hecho en campeonatos mundiales, en Copa del Mundo desde 2013 en el que he estado al frente de la selección hasta la fecha, y tengamos que pasar por esto”, lamenta. En medio del conflicto salarial, el entrenador admite: “Sé que será difícil que me paguen, pero al menos que mi lucha sirva de ayuda a aquellos compañeros que tienen el temor de hablar. “Me siento un mexicano más, y no debería pasar este tipo de cosas, como sucede en la Conade, donde hay tantos problemas desde que Ana Gabriela Guevara asumió el cargo. ¿Hasta cuándo seguirá esta discriminación, este castigo. Con este tipo de personas que lo único que han hecho es acabar con el deporte de México, y con dinero de los trabajadores mexicanos.”

“Sólo quiero que me paguen”

En 2014 Salazar realizó un campamento de tres meses en España con un grupo de 16 atletas. Para economizar, la delegación fue concentrada en un colegio argentino, donde se ofrecían tres alimentos diarios de lunes a sábado. De modo que los apuros se presentaban cada domingo. “Se supone que el presidente de la federación enviaría dinero para cubrir la comida y la cena de los atletas en domingo. Pero sólo mandaba 10 euros para que los deportistas comieran y cenaran ese día. Le hablaba para decirle que los seleccionados se quejaban por la falta de alimentos. Me respondía: ‘No hay presupuesto porque la Conade sigue sin apoyarnos’.” En esas condiciones resistieron tres meses en España. “Todos los días el equipo abordaba el Metro para trasladarse a la sala de entrenamientos. El dinero que Castro enviaba sólo servía para el boleto del Metro. Muchas veces tuvimos que pasar de ‘colado’, cuidándonos de que no hubiera policías, para ahorrar de esa manera. Los padres tenían que mandarles dinero a los muchachos para los alimentos del domingo. Ni para eso había. “Imposible que eso pase en el deporte de México, y la esgrima mexicana tenía un montón de atletas en España: tan sólo en la modalidad de espada había 16 y otro tanto en las especialidades de sable y de florete, mientras que en Polonia estaba un profesor con otro grupo de esgrimistas. “En México hay muchísimos entrenadores cubanos que han desertado”, revela. “Me quedé en este país desde 2012. Soy un desertor y ya no tengo nada que ver con Cuba… el cubano suele ser muy político: prefiere aguantar como el cadenero y no decir nada. Soy, como me dicen: ‘el rebelde’, con el que no les conviene hablar conmigo. Únicamente quiero mi pago, que mi tiempo y trabajo valen. Tengo gastos y vivo de mi sueldo de entrenador”. Juan Alexis Salazar ha contribuido con medallas en la Olimpiada Nacional, presea de bronce de Ryan Rodríguez en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014; bronce por equipo en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018 y sexto lugar por equipos en los Juegos Panamericanos Lima 2019.
Reportaje publicado el 27 de septiembre en la edición 2291 de la revista Proceso.

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