Revista Proceso

Sin diagnósticos terminados: Respalda el INBA Pabellón y Bodega en Chapultepec

Dos espacios que han generado controversia dentro del proyecto “Naturaleza y Cultura” son los relativos a las artes visuales, que integrarán un nodo manejado por el INBA: un pabellón para el arte contemporáneo mexicano y una bodega que alojará parte de los acervos museísticos del Estado.
jueves, 5 de noviembre de 2020 · 06:55

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Como una “oportunidad inmejorable” califica la arquitecta Dolores Martínez Orralde el Proyecto “Bosque de Chapultepec: Naturaleza y Cultura”, pues de sus partidas presupuestales se entregarán al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) 200 millones de pesos.

Se destinarán al trabajo integral de mejoramiento interno y externo de sus recintos ubicados en la zona, que son los museos de Arte Moderno (MAM) y de Arte Contemporáneo Rufino Tamayo, así como la Sala de Arte Público Siqueiros (SAPS).

Éstos se integrarán al Nodo de Artes Visuales del proyecto global, cuyo plan maestro está anunciado para el próximo 7 de noviembre (Proceso 2288).

Luego de que el pasado 18 de agosto el INBA informó en un comunicado la inversión para sus espacios, así como de los proyectos que tiene ahí (en conjunto con los del Instituto Nacional de Antropología e Historia –INAH–), la arquitecta responde –a pregunta de este semanario– que la institución se ocupará de la administración del Pabellón Contemporáneo Mexicano (en la Primera Sección del bosque) y de la Bodega Nacional de Arte (en la llamada Cuarta). Y aunque todo está aún “en fase de diagnóstico”, ofrece algunos adelantos.

Subdirectora general de Patrimonio Artístico Inmueble de Bellas Artes, Martínez Orralde asegura desconocer si internamente se ha debatido la viabilidad del pabellón, si pudiera darse marcha atrás o si “va porque va”:

“No tengo información, nosotros estamos trabajando en un diagnóstico, revisando las capacidades de nuestra infraestructura para identificar la falta de espacios de atención, y no tenemos uno de expresión contemporánea. El concepto que se está manejando apenas, en un proceso de análisis para el pabellón, no es de un museo en específico, no es museo, no va a ser un elemento protagónico ni invasivo, no tendrá bodega, no está destinado a un artista en particular. En fin, estamos hablando de un foro abierto, de una estructura ligera que forme parte de la naturaleza misma del bosque.”

Subraya que se quiere generar un lugar de encuentro y diálogo entre las artes, el diseño, la ciencia, donde tengan cabida por igual la literatura, la tecnología, las artesanías, o se pueda realizar algún festival, pero “sigue el proceso, ahorita no hay una definición de forma ni de nada, seguimos en estudios y está en revisión toda esta fase”.

–Cómo sería una estructura ligera, ¿una especie de caja de cristal como han sido otros espacios para exposiciones o ferias internacionales?

–Todavía no lo tenemos definido. Lo que sí queremos es ponderar el patrimonio natural del bosque, te lo digo desde la visión del patrimonio: así como hacemos el análisis y la puesta en valor de la infraestructura patrimonial de nuestros museos, debemos respetar y entender la seriedad que implica estar en el bosque.

Fragmento del reportaje publicado en la edición 2296 del semanario Proceso, cuya versión digital puedes adquirir aquí.

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