San Miguel de Allende, en la ruta del infierno y con un alcalde frívolo

martes, 11 de febrero de 2020 · 18:24
Luis Alberto Villarreal García, presidente municipal de San Miguel de Allende, Guanajuato, ha sido incapaz de frenar la oleada de violencia que afecta a esta localidad de importancia turística nacional e internacional. Eso sí, este panista sigue encumbrándose como empresario de bienes raíces y como próspero criador de toros de lidia. Proclive a los escándalos, hace unos años fue señalado por participar en la presunta exigencia de “moches” y apareció exhibido en el video de una fiesta con supuestas trabajadoras sexuales. SAN MIGUEL DE ALLENDE, Gto. (Proceso).­– Luis Alberto Villarreal García no necesitó más que un par de años para recuperar espacios y cargos, afianzado en sus?vínculos políticos dentro y fuera del PAN, partido que no lo descobijó pese a que sus escándalos –en cambio– sí contribuyeron a la debacle electoral del instituto político en 2015. Con todo, este próspero criador de toros de lidia gobierna hoy esta localidad, ensombrecida por la violencia como el resto del estado. En 2014 Villarreal se vio forzado a renunciar a la coordinación de la bancada de su partido en la Cámara de Diputados tras las acusaciones de cobro de “moches” a cambio de recursos públicos, y luego de la revelación de un video en el que él y varios panistas, entonces diputados federales, aparecieron en una fiesta con presuntas trabajadoras sexuales en Puerto Vallarta (Proceso 1972).
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Villarreal justifica parranda con teiboleras: “Asistí como invitado” Cuando terminó su periodo en San Lázaro lo hizo con el más bajo perfil posible, en medio de la debacle de quien lo arropó –Gustavo Madero, entonces presidente nacional del PAN– y del encumbramiento de Ricardo Anaya. De esa manera Villarreal quedó fuera de las listas para un cargo de elección popular rumbo a 2015, cortando de tajo su entonces imparable carrera política, iniciada en 2000 como diputado federal; luego fue alcalde de San Miguel (en un primer trienio), después senador y más tarde diputado federal por segunda ocasión. Si bien su ascenso como funcionario público y legislador había quedado atrás, no ocurrió lo mismo con sus alianzas políticas: procuró estar cerca del sucesor de Madero, Ricardo Anaya. Villarreal García se sumó al respaldo que Rafael Moreno Valle dio a Anaya para que éste asumiera la dirigencia nacional del PAN en 2015, y después apoyó la candidatura presidencial del exmandatario poblano, postulación que quedó en manos del mismo Anaya. Pese a que sus anhelos públicos por convertirse en el gobernador de Guanajuato no tuvieron eco suficiente en el PAN, Villarreal reapareció en 2018 en las listas de su partido como aspirante a la diputación federal por el distrito 02, mientras que su hermano Ricardo buscaría la reelección como alcalde de San Miguel de Allende. La comisión permanente del Comité Ejecutivo Nacional panista dejó fuera a Luis Alberto. Sin embargo, hubo un enroque: la propia comisión lo incluyó como candidato a la alcaldía de San Miguel de Allende, y a su hermano Ricardo como candidato a la diputación por el distrito 02. Ahora por segunda vez presidente municipal de San Miguel de Allende, Luis Alberto no ha estado lejos de la polémica. Principalmente es cuestionado porque durante su administración el municipio ha sido presa de una oleada criminal que hasta 2019 se tradujo en 108 homicidios dolosos, contra los 11 que hubo en 2017.  
Ligas y propiedades
De acuerdo con una investigación de este semanario, Luis Alberto Villarreal García ha mantenido los cuestionados vínculos con personajes que en 2014 fueron acusados de pedir “moches”. Ese año un grupo de alcaldes, entre los que destacó el panista celayense Ismael Pérez Ordaz, denunció que varios diputados federales encabezados por Villarreal García y Manlio Fabio Beltrones, entonces coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, exigían una “comisión” y que se favoreciera a ciertas empresas a cambio de recibir recursos del erario para obra pública provenientes de una bolsa que otorgaban a discreción (Proceso 1944). En marzo de 2014 el periódico AM de León publicó los nombres de algunos empresarios de Sonora, de donde Beltrones es originario, y de personajes que fueron señalados como representantes del priista y de Villarreal para “negociar” obra pública con alcaldes como el de Celaya. Dos años antes, en diciembre de 2012, el entonces presidente municipal Pérez Ordaz expuso ante miembros del ayuntamiento que Villarreal y Beltrones ofrecían una bolsa de 160 millones de pesos del erario para realizar obra pública “a cambio de una comisión de 35% y de asignar los trabajos a una empresa que le indicaran”, según dio a conocer el diario leonés. Entre los personajes señalados como emisarios de los entonces líderes de bancada del PAN y del PRI está José Arcadio Cabrera Luque. Tras ese primer escándalo, Villarreal acudió a la Procuraduría General de la República (hoy fiscalía) y solicitó una investigación en su contra. Poco después la dependencia lo exoneró. Una investigación realizada por Proceso da cuenta de que Cabrera Luque sí tiene relación con el ahora alcalde de San Miguel de Allende, por lo menos en lo que respecta a la adquisición de predios en La Mesa del Malanquín, un fraccionamiento residencial de esta ciudad. De acuerdo con el certificado emitido por el Registro Público de la Propiedad y de Comercio del estado de Guanajuato, Villarreal es dueño de dos lotes de 600 metros cuadrados cada uno en la tercera etapa de dicho fraccionamiento. Además, aparece como copropietario de otros 12 lotes situados en la misma zona residencial. En la revisión también se encontró que por lo menos cuatro de esos lotes fusionados (7, 8, 9 y 10) están a nombre de Luis Alberto Villarreal en copropiedad con las empresas Bronce Medal Invest, SA PI de CV, así como de MMXII SA de CV. El panista tiene 25% de la propiedad de cada uno de los lotes 7 y 8 y 50% del lote 10. Medal Invest y MMXII fueron creadas entre 2013 y 2014, cuando Villarreal aún era el coordinador del PAN en San Lázaro. Bronce Medal es una promotora de inversión constituida a principios de 2014 en Hermosillo, Sonora, cuyo capital social mayoritario fue aportado por César Felipe Madrid Espinoza, quien también aparece como socio en MMXII, constituida en abril de 2013 en Hermosillo. MMXII se dedica a “la compraventa, representación, consignación, comisión y en general la comercialización por cualquier medio o sistema, distribución y en su caso importación y exportación de toda clase de bienes, mercaderías y accesorios, así como todos los artículos que se requieran para usos industriales, comerciales, agrícolas, personales y domésticos, además de todo tipo de artículos de uso personal y público por cualquier medio o sistema, lo mismo que el mantenimiento de dichos bienes o accesorios”. [caption id="attachment_617562" align="alignright" width="360"]Registro de inmuebles. Registro de inmuebles.[/caption] En mayo de 2013 se efectuó una asamblea en la que se aprobó una venta de acciones de MMXII, tras la cual quedó como accionista mayoritaria y administradora María Elena Fernández Torres, y como socios minoritarios José Arcadio e Ignacio Cabrera Luque. José Arcadio también aparece como apoderado legal. Abelardo Quero Inzunza, director de Desarrollo Urbano en el trienio de Ricardo Villarreal, otorgó la modificación de traza, licencia de urbanización y permiso de venta para la tercera etapa de La Mesa del Malanquín para comercializar 208 lotes unifamiliares en 12 manzanas, según la autorización que por unanimidad dio el cabildo el 16 de septiembre de 2016. En julio de 2017 el mismo director de Desarrollo Urbano envió un oficio al registrador público de la propiedad en el cual le notificaba que, por oficio del 20 de junio de ese año, “se decretó la suspensión del permiso de venta en el fraccionamiento denominado El Malanquín tercera etapa”. También le solicitó que “para no afectar derechos adquiridos por terceros con anterioridad a la suspensión del permiso de venta”, ciertos lotes debían ser “debidamente inscritos… quedando vigente la suspensión para el resto de los lotes”. En la lista que Quero Inzunza entregó figuran los nombres de cuatro propietarios y sus respectivos lotes: siete son de la empresa MMXII, representada por su apoderado José Arcadio Cabrera Luque; cinco son de la empresa Bronce Medal Invest y seis más de Villarreal García.  
Nuevo ganadero
En diciembre de 2014, cuando acababa de abandonar la coordinación del PAN en la Cámara de Diputados tras las acusaciones de pedir “moches” y del videoescándalo en Puerto Vallarta, Villarreal se hizo socio de De la Mora, una de las ganaderías de toros de lidia con más renombre en México. En ella el alcalde panista está asociado con Samuel Lejtik Vargas, otro nombre que surgió en 2014, pero ligado a su hermano Ricardo Villarreal en el negocio de los casinos. Ambos están en el Grupo Win (Proceso 1874). Lejtik y Ricardo Villarreal iniciaron en 2007 una empresa de apuestas en Querétaro (Grupo Kalevi), reveló AM de León en agosto de 2014. En 2011 el propio Lejtik y Adrián Anguiano –primo de los Villarreal– crearon en un mismo día tres empresas operadoras de apuestas que quedaron inscritas en el registro público, consignó el rotativo. Luis Alberto y Ricardo Villarreal han negado estar asociados a ese empresario o a los casinos. No obstante, así está integrada la sociedad en la Ganadería de La Mora: el presidente es Fernando de la Mora, con 25 mil acciones; el secretario es Samuel Lejtik Vargas, con dos mil 500, y el tesorero es Luis Alberto Villarreal, con 22 mil 500, según un documento del Registro Público de Comercio de San Juan del Río, cuya copia tiene Proceso. El objeto social de la ganadería va mucho más allá de los toros de lidia, pues además de dedicarse a la compra, venta, importación, exportación, reproducción, crianza y comercialización de ganado de toro de lidia y ganado en general, está dada de alta para “la comercialización de productos agropecuarios, compra venta de productos farmacéuticos y bioquímicos de la rama veterinaria; compra y venta de todo tipo de materiales, insumos, equipos y sus refacciones; la compra, venta de bienes muebles e inmuebles; distribución, recolección y entregas de materias primas o productos terminados dentro de la República Mexicana, así como la importación o exportación de productos agrícolas y de cualquier clase”. La sociedad también tiene como fines “la prestación de servicios de cobranza, asistencia técnica y de cualquier tipo de asesoría, operar y administrar cualquier tipo de empresas industriales, comerciales o de servicios, por cuenta propia o de terceros, capacitar y seleccionar personal, adquirir y enajenar todo tipo de valores y partes sociales, títulos, patentes, marcas, nombres comerciales y cualquier tipo de derechos de propiedad industrial, literaria o artística…” La página de internet de la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia indica que en 2017 “se traspasó la ganadería a Samuel Lejtik Vargas, Luis Alberto Villarreal García y Fernando de la Mora Ovando, trasladándola a su sede actual” en Ocampo, Guanajuato. Villarreal asiste cada mes de mayo a la temporada taurina de la Plaza Las Ventas, en España. En 2019, ya como alcalde, se reveló que adelantó un viaje oficial a Cracovia para hacer una escala en Madrid. “Me fui a los toros como cada año lo hago y como cada año lo voy a hacer”, dijo a reporteros cuando le preguntaron sobre la polémica escala. [caption id="attachment_617558" align="aligncenter" width="660"]Una de las residencias de Luis Alberto Villarreal en el estado de Guanajuato. Foto: Especial Una de las residencias de Luis Alberto Villarreal en el estado de Guanajuato. Foto: Especial[/caption]
Este reportaje se publicó el 9 de febrero de 2020 en la edición 2258 de la revista Proceso.

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