Operador del desfalco en la Conade, con pasado peñanietista

viernes, 13 de marzo de 2020 · 13:33
Carlos Fernando Ramírez Barrera es el responsable de firmar la salida de los recursos públicos del Fodepar, el fideicomiso para el deporte de alto rendimiento donde la Secretaría de la Función Pública descubrió desvíos de recursos por un monto que asciende a los 50 millones de pesos. ¿Cuál es la historia de este funcionario clave? Una investigación de este semanario da cuenta de su pasado priista cuya génesis es el Estado de México. CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Al director de Operación Fiduciaria y Mercadotecnia de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), Carlos Fernando Ramírez Barrera, lo persigue su pasado priista: su familia materna y él mismo está ligado a Enrique Peña Nieto y a Luis Miranda Nava, uno de los más íntimos colaboradores del expresidente. Ramírez Barrera es el hombre que administra los recursos del fideicomiso público Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento (Fodepar) donde la Secretaría de la Función Pública (SFP) detectó irregularidades que causaron un daño patrimonial de más de 50 millones de pesos sólo durante los primeros seis meses de la gestión de Ana Guevara como directora general de la Conade. La medallista olímpica y mundial incrustó en un área nodal de la máxima dependencia del deporte mexicano al mexiquense Ramírez Barrera, un peñanietista que primero fue su contador personal y ahora es uno de los funcionarios federales involucrados en el desvío de recursos públicos vía facturas falsas, alteradas, apócrifas y carentes de validez fiscal (Proceso 2259). La relación entre Guevara y Ramírez comenzó cuando una de las tías maternas de éste, María Elena Barrera Tapia, los presentó. Barrera Tapia fue senadora por el Partido Verde en la LXII Legislatura, misma en la que Guevara tuvo una curul representando al Partido del Trabajo (PT). María Elena Barrera Tapia es hermana de María de la Concepción, mamá de Carlos Fernando y de Gabriela, quien estuvo casada con Luis Miranda Nava, uno de los funcionarios más cercanos a Peña Nieto: fue su subsecretario de Gobernación y su secretario de Desarrollo Social. Las hermanas Barrera Tapia han sido consentidas en los gobiernos de Enrique Peña Nieto a nivel estatal y federal. María Elena, una médica cirujana, es la más cercana al expresidente. Cuando Peña gobernó el Estado de México la nombró secretaria de Salud. Ese cargo lo desempeñó entre 2005 y 2009. Ella lo acompañó en momentos complicados, como cuando su esposa Mónica Pretelini falleció en 2007. Después, el entonces gobernador del Estado de México impulsó a María Elena rumbo a la candidatura por la presidencia municipal de Toluca y en julio de 2009 recibió la constancia de mayoría que la acreditó como alcaldesa hasta 2012. En ese cargo, Barrera Tapia hizo gala de su nepotismo. En agosto de ese año nombró a su sobrino Carlos Fernando Ramírez Barrera como subdirector de Administración y Finanzas del Organismo de Agua y Saneamiento del ayuntamiento. El gusto le duró menos de dos años a Ramírez Barrera. En medio de cuestionamientos de los partidos opositores por ser familiar directo de la alcaldesa, él tuvo que separarse del cargo, pero ninguno de los dos fue sancionado por ese hecho.
Vecinos
En noviembre de 2011, rumbo a los comicios para renovar la Presidencia de la República y el Poder Legislativo, el PRI, PVEM y Nueva Alianza anunciaron la coalición “Compromiso por México”. Enrique Peña Nieto se convirtió en el presidente de México y su amiga María Elena Barrera Tapia, en senadora por el PVEM, electa por el principio de mayoría relativa para representar al Estado de México. Al mismo tiempo Andrés Manuel López Obrador convirtió en senadora a Ana Gabriela Guevara. En una entrevista concedida a la periodista Carmen Aristegui, en su programa de MVS Noticias, el entonces candidato a la Presidencia de la República por el Frente Amplio Progresista (PRD-PT-Movimiento Ciudadano) confesó que el único favor que le pidió a su coalición fue que Guevara se convirtiera en senadora por la vía plurinominal… Y así ocurrió. En el Senado, Guevara hizo migas con María Elena Barrera Tapia. Después de haber sido delegado de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en Naucalpan, entre 2014 y 2017, Carlos Fernando Ramírez Barrera se quedó sin trabajo. Antes de separarse de ese encargo, Ramírez Barrera contrajo nupcias con Ana Isabel Esquivel Camacho, quien durante el sexenio de Enrique Peña Nieto trabajó como directora general adjunta en la Presidencia de la República. La boda de Ramírez Barrera y Esquivel Camacho tuvo lugar el 5 de mayo de 2017 en el Ixtapan Golf Resort Country Club, ubicado a hora y media de Toluca, donde Peña Nieto y Luis Miranda Nava son propietarios de lujosas villas. Esquivel Camacho también formó parte de la campaña presidencial de Peña Nieto. Según su declaración patrimonial, trabajó para el PRI de febrero a agosto de 2012, como asesora del secretario particular del candidato Peña Nieto. Cuando Peña Nieto gobernó el Estado de México, Esquivel Camacho fungió como coordinadora de Comunicación Social de la Secretaría de Desarrollo Urbano. Renunció en febrero de 2012 para incorporarse a la campaña presidencial. Su hoy esposo también fue funcionario cuando Peña gobernó el Estado de México: en noviembre de 2011 fue designado director de Comercialización del Instituto de Investigación y Fomento de las Artesanías, dependencia asignada a la Secretaría de Turismo estatal donde se mantuvo hasta enero de 2014, como parte de la administración de Eruviel Ávila. Licenciado en Contaduría Pública por la Universidad Iberoamericana, Carlos Fernando se alejó del servicio público durante 2018. En ese periodo fue Ana Guevara quien le tendió la mano para que tuviera empleo. Ambos son aficionados al golf. Guevara vive en el Club de Golf Los Encinos, en Toluca, y Ramírez Barrera es socio del Club San Carlos en Metepec, Estado de México, lugar donde acostumbraban jugar Enrique Peña Nieto y Luis Miranda Nava, también socio en Los Encinos. En 2018, Carlos Fernando Ramírez Barrera hizo campaña con el candidato del PRI a la presidencia de la República, José Antonio Meade. Pese a la derrota electoral, Ramírez consiguió acomodo en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien tanto ha condenado las prácticas corruptas “del pasado” y el desastre que “los neoliberales y los conservadores” (priistas y panistas) dejaron en el país.
Operador
Como director de Operación Fiduciaria y Mercadotecnia de la Conade, Carlos Fernando Ramírez Barrera tiene el poder de firmar la salida de los recursos públicos del Fodepar. Sólo él pudo determinar el destino del dinero que está en una cuenta del Banjército Así, Ramírez Barrera autorizó que se hicieran transferencias de recursos a un grupo de personas que simularon ser entrenadores y que fueron señalados en la observación 4 de la auditoría 12/2019 que realizó el Órgano Interno de Control de la Conade, según la cual dichas personas deberán devolver el dinero público que recibieron. De Ramírez Barrera dependen la jefa de Inversión y Evaluación Fiduciaria, Tania Ibeth Sierra González, y la jefa de Mercadotecnia, Adriana Ortega Cedillo. Los tres son responsables de recibir y verificar las facturas con las que se comprueban los recursos federales. Los tres funcionarios se encargaron de “palomear” los documentos anómalos que después entregaron a la fiduciaria (Banjército) sin guardar copias electrónicas o en papel de los mismos, lo cual dificultó la auditoría. Pese a que López Obrador dijo que todos los servidores públicos de su gobierno están obligados a hacer su declaración patrimonial, Ramírez no aceptó hacerla ni tampoco declaró sus conflictos de interés. Este reportaje se publicó el 8 de marzo de 2020 en la edición 2262 de la revista Proceso Te recomendamos: La corrupción a espaldas de la 4T

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