En vísperas de su Convención Nacional –que se inicia el lunes 17 y en la cual se oficializará la candidatura de Joe Biden, quien ya escogió a su compañera de fórmula–, el Partido Demócrata está mejor posicionado que nunca y es factible que llegue a la Casa Blanca. Juan González, quien ha acompañado a Biden desde que era vicepresidente y hoy es su asesor, habla con Proceso sobre los escenarios posibles para el partido y su futura relación con México. Advierte que el encuentro del pasado 8 de julio entre Trump y López Obrador podría tener un costo político para el mandatario mexicano.
WASHINGTON.– La visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a la Casa Blanca, los elogios a su homólogo estadunidense Donald Trump y la comparación que hizo de éste con George Washington afectaron las relaciones de México con los legisladores demócratas.
Juan González –asesor de Joe Biden cuando éste era vicepresidente y actual consultor de su campaña presidencial por el Partido Demócrata– expone que el encuentro del pasado 8 de julio entre Trump y López Obrador podría tener un costo político para el mexicano.
“Lo que hemos oído aquí en Washington por parte de la Cámara de Representantes es una crítica fuerte a la decisión del presidente López Obrador de prestarse a la campaña política de Trump en un tiempo en que este país está dividido políticamente”, dice González en entrevista.
Si derrota a Trump en los comicios presidenciales del próximo 3 de noviembre, apunta, Biden se concentrará en asuntos de carácter nacional, como la recuperación económica después de la pandemia, no así en el liderazgo demócrata legislativo.
“Es posible que la amistad bilateral entre (la bancada demócrata) del Congreso y el gobierno de López Obrador sí sufra un poco”, suelta González durante la entrevista telefónica concedida a Proceso, en referencia a los costos para México derivados del encuentro del 8 de julio.
Cuestionado directamente sobre si la presencia de López Obrador en la Casa Blanca incomodó o molestó al virtual candidato presidencial demócrata, González contesta raudo que Biden no se distrae por los juegos políticos del presidente Trump.
“En mi opinión, el vicepresidente está totalmente enfocado en las elecciones del 3 de noviembre y no se va a dejar distraer con lo que hace el presidente Trump; haciendo campaña política en cualquier momento”, subraya el exasesor de asuntos latinoamericanos de la vicepresidencia.
El miércoles 8 de julio, en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca López Obrador, quien en su libro Oye, Trump comparó con Hitler al ahora mandatario estadunidense, dio un giro radical e igualó a su anfitrión con George Washington, un ícono de la democracia.
“A nosotros que apoyamos al vicepresidente Biden –dice González al rememorar ese momento de la visita del mandatario mexicano a la capital estadunidense–, sí nos extrañó esa comparación o que haya dicho que el presidente Trump ha tratado a los mexicanos y a los mexicoestadunidenses con respeto, cuando lo que tenemos hoy en día es un gobierno con políticas migratorias diseñadas para complacer a un grupo de supremacistas blancos”.
Sostiene además que el racismo que emana de la política antimigratoria de Trump sólo tiene parangón con el discurso separatista que permeaba en Europa antes de la Segunda Guerra Mundial.
“No sólo eso, sino que Trump es el presidente más corrupto que ha tenido este país; el trato que le ha dado a México es una falta de respeto”, reitera el exasesor de la vicepresidencia de los Estados Unidos bajo el mandato de Barack Obama.
Y vuelve sobre la reunión del 8 de julio: “El cálculo del presidente López Obrador y del canciller (Marcelo) Ebrard es que no quieren molestar a Trump porque es impredecible y por si gana las elecciones de noviembre”.