Cine alemán

sábado, 22 de agosto de 2020 · 14:42
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– Desde el sitio de FilminLatino puede accederse a la Semana del Cine Alemán que lleva a cabo el Instituto Goethe; entre las cintas disponibles todavía, Rebelde por accidente (Nur ein Augenblick; Alemania-Gran Bretaña, 2019), de la realizadora germana de origen sirio, Randa Chahoud, propone su visión de la guerra en Siria a las escalas personal y familiar. La historia del joven sirio Karim (Mehdi Meskar), estudiante en Berlín, posteriormente arrojado al abismo de la devastación de su país de origen y de las atrocidades del régimen Assad, tiene un preámbulo doble: Una entrevista documental a un periodista que describe el caso real de una prisionera de guerra que dio a luz en una cárcel del régimen; ahí creció su hija, una niña que a los cinco años no sabía lo que era un pájaro o un árbol. Ya dentro de la ficción, un grupo de jóvenes músicos celebra la primavera árabe, ambiente de libertad, música y poesía, todo aniquilado en un instante cuando la policía del régimen irrumpe, golpea y encarcela a los asistentes. En unos cuantos minutos, Chahoud hace recordar ese momento de optimismo para el pueblo árabe, empañado muy pronto por la represión, la guerra devastadora y el fundamentalismo. Posteriormente el estudiante se liga con una emigrante de Islandia, Lilly (Emily Cox), y pronto la pareja espera un hijo; el melodrama se hace inevitable cuando Karim regresa a Siria con la ilusión de rescatar a su hermano mayor, prisionero en una cárcel de tortura del régimen de Assad; sigue la visión del horror de la guerra, el pragmatismo de los guerrilleros, y la espiral se traga al joven sirio. Entre marionetas del destino y marionetas de la directora, los personajes se hallan al servicio de una serie de ideas y principios que demostrar: la pérdida de la inocencia de Karim que, una vez tocado por la guerra, se involucra necesariamente; lazos familiares y venganza parecerían valores máximos para el pueblo árabe, o el impulso masculino es de mecha corta para la guerra. Chahoud titubea entre la denuncia de la injusticia, la guerra como recurso, y el absurdo masculino del recurso a la violencia. Se salva, afortunadamente, gracias a la buena dirección de actores, un elenco adecuado para el tema, como Mehdi Meskar, italiano políglota de origen marroquí, o la austriaca británica Emily Cox, que responden naturalmente a la tensión cultural que se vive en Alemania entre la cultura europea y árabe o musulmana. El contenido autobiográfico da autenticidad a la historia, y gracias a la fuerza emocional de sus actores Chaoud hace creíbles los momentos más esquemáticos del filme. Y, precisamente, el verdadero talento, aún con mucho que desarrollar, de la directora, se percibe en eso que el título en alemán declara y que la traducción al inglés, o al español, traiciona; sólo un momento (nur ein Augenblick) se articula a base de esos instantes en la vida donde todo se decide y las consecuencias se desatan como avalancha inevitable. Así el instante donde Karim decide buscar al hermano, o donde asume participar en la guerra, o la intuición, derivada de su propia historia, cuando Lilly decide intervenir. No habría tal accidente. ____________________ En mi nota de la semana pasada comenté que el apoyo de la programación de cine mexicano del FESTIVAL ESTACIONaRTE era por parte de la Filmoteca de la UNAM, en realidad es por parte de Imcine; una disculpa por el dato equivocado.
Texto publicado el 16 de agosto en la edición 2285 de la revista Proceso.

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