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Migrantes por oleadas... y las instituciones federales ausentes

La llegada masiva de migrantes haitianos a la frontera en Acuña-Del Río provocó el cierre del puente binacional y tuvo un alto costo económico. Sólo el comercio local perdió aproximadamente 77 millones de pesos en ocho días.
jueves, 18 de noviembre de 2021 · 06:30

La llegada masiva de migrantes haitianos a la frontera en Acuña-Del Río provocó el cierre del puente binacional y tuvo un alto costo económico. Sólo el comercio local perdió aproximadamente 77 millones de pesos en ocho días. El gobierno municipal y la sociedad civil se encargaron de alojar y atender a la gente en albergues, pero dirigentes empresariales locales acusan a las instituciones federales, como el INM, de estar rebasadas o, de plano, ausentes en esta crisis.

CIUDAD ACUÑA, Coah. (Proceso).– Esta localidad enfrenta una crisis desproporcionada por la llegada masiva de migrantes haitianos que, desde septiembre, se instalaron en esta frontera con la intención de obtener asilo en Estados Unidos.

Ante la oleada, las autoridades del vecino país cerraron ocho días el puente que une el municipio coahuilense con Del Río, Texas, lo que provocó pérdidas por hasta 24 millones diarios en el comercio y el sector de maquiladoras del lado mexicano. “Nos fue de la patada”, dice Luis Ángel Urraza, presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco).

Para reabrir el puente binacional el gobierno de Estados Unidos obligó al de México a retirar a los antillanos del campamento improvisado bajo el mismo, revela el alcalde acuñense Roberto de los Santos Vázquez.

Se estima que hasta fines de septiembre unos 16 mil haitianos permanecían en el Parque Braulio Fernández, bajo el puente y a la orilla del Río Bravo. Acuña tiene una población cercana a los 160 mil habitantes. Cuando los migrantes desbordaron el parque, el Ejército, la Guardia Nacional y policías tanto estatales como municipales realizaron patrullajes. Aunque hubo tensión, ningún visitante fue arrestado.

Algunos consiguieron pasar la frontera para realizar su trámite migratorio, pero en los albergues provisionales costeados por el municipio quedan todavía unos 500 haitianos, quienes se suman a aproximadamente 200 centroamericanos que se alojan en tres refugios sostenidos con apoyo del municipio y de la sociedad civil.

La vida en el Fandango

Unos 400 migrantes de origen haitiano se quedan en Terraza Fandango, en el Fraccionamiento Alameda, cerca del puente internacional. El sitio, descubierto y con piso de concreto, mide unos 50 metros cuadrados y se utiliza como salón de eventos y para bailes masivos.

En el albergue improvisado hay tres agentes Beta del Instituto Nacional de Migración (INM), pero ninguno acepta hablar con Proceso.

El alcalde De los Santos Vázquez, del partido estatal Unidad Democrática de Coahuila, dice que el dueño de Terraza Fandango acordó con el gobierno federal que se lo prestaría mes y medio a partir del 24 de septiembre, cuando los migrantes empezaron a llegar. El plazo ya se agotó y por lo tanto esperan que Migración ya pague el alquiler.

En el Fandango desplegaron cuatro enormes carpas con decenas de colchonetas. Bajo dos de ellas hay tiendas de campaña, otra es usada para la cocina, servicios administrativos y parcialmente como dormitorio, y la que resta, como área de socialización. En esta última hay un módulo donde una voluntaria de Casa del Migrante de Saltillo ayuda los haitianos a tramitar su residencia legal.

Fragmento del reportaje publicado en la edición 2350 de la revista Proceso, cuya edición digital puede adquirir en este enlace.

 

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