Teatro

Londres-México-NY: "Blindness" alza el telón del Teatro Insurgentes

Blindness es para públicos de 13 años de edad en adelante. Su horario, de viernes a sábado a las 18:00 y 20:00 horas, y domingo a las 13:00, 16:00 y 18:00 horas. En esta Semana Santa tendrá otros horarios. El precio del boleto está a 850 pesos.
domingo, 4 de abril de 2021 · 16:32

Sin actores en vivo y sólo la voz grabada de la actriz Marina de Tavira desde Londres, con efecto tridimensional en los audífonos del público, la puesta de Mauricio García Lozano ofrece una experiencia artística y tecnológica fuera de serie. El drama Blindness, cuyo estreno ocurrió en la capital inglesa el año pasado y pronto reanudará la vida de los esce­narios de Off-Broadway de Manhattan, gira en torno a una pandemia por la pérdida de la vista inspirado en la novela de José Saramago, Ensayo sobre la ceguera.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Las mil butacas del emblemático Teatro de los Insurgentes lucen vacías. Ahora el público, con cubrebocas y sentado en sillas a sana distancia, ocupa el escenario rodeado de una instalación de luces que de pronto se apagan. 

Nada se ve. 

Pareciera que la actriz Marina de Tavira (DF, 1974), al ser escuchada interpretando a su personaje que padece miedo, angustia, nerviosismo, enojo e incertidumbre, estuviera físicamente, al lado, atrás y delante; pero no se halla ahí, y sin embargo los espectadores la buscan expresando con sorpresa: “¡Qué susto!”, “¡sensacional”, “¡uy!”, “¡oh!”, “¡uf!”…

Tras haber permanecido un año cerrado por el covid-19, este ya histórico inmueble de la Ciudad de México (terminado en 1953 bajo la tutela del arquitecto Alejandro Prieto y en cuya fachada se aprecia el mural en el que Diego Rivera plasmó a Cantinflas) presenta hoy el exitoso drama sensorial Blindness (Ceguera).

Está basado en la novela Ensayo sobre la ceguera (1995), del Premio Nobel 1998 José Saramago (Portugal, 1922-España, 2010). 

Se trata de una obra que en plena pandemia produjo la Donmar Warehouse,­ escenario íntimo en el barrio Covent Garden de Londres. Su estreno ocurrió apenas en julio de 2020, con adaptación del dramaturgo Simon Stephens (Manchester, 1971), dirección del holandés Walter Meierjohann y voz de la actriz inglesa Juliet Stevenson (Essex, 1956). La obra tuvo que suspenderse en agosto por el confinamiento.

En diciembre pasado la montó el Royal Theatre Carré, de Ámsterdam (donde nació Meierjohann). Y el 2 de abril será la premier en el Daryl Roth Theatre de Union Square en Nueva York.

Aquí, los productores Claudio Carrera (DF, 1971) y Tina Galindo (quien se recupera del covid-19 tras haber superado ya una vez esta enfermedad), más los actores Diego Luna (DF, 1979) y Luis Gerardo Méndez (quien a principios de marzo perdió a su papá por el coronavirus), trajeron la novedosa obra codirigida por Mauricio García Lozano (DF, 1970) y Meierjohann.

García Lozano ha dirigido más de 70 puestas en escena en diversos teatros nacionales y del extranjero. En entrevista por teléfono manifiesta que Blindness “ha sido toda una travesía intensa y padrísima, también con mucha fortuna y sincronía dentro de estos tiempos tan complicados”. Y con buen ánimo confiesa:

“La verdad es que Blindness es un drama mágico. Aunque ha sido un gran esfuerzo… es una de las experiencias más entrañables que he tenido a nivel de dirección de actores.”

A su vez, Marina de Tavira, actriz aspirante al Oscar, recalca que “es verdaderamente un ejercicio teatral en todo el sentido de la palabra. Fue una emoción trabajar en este teatro representativo con dos directores, uno a distancia y otro presencial, todos con tapabocas y pruebas de covid-19. Nunca lo olvidaré” (https://youtu.be/aE2GaCgSKnQ).

Viaje inmersivo

Mauricio García Lozano narra que el productor Carrera lo invitó al enterarse de que el Donmar Warehouse presentaba Blindness:

“Fue el primer teatro que se animó a dar funciones y al que le dieron permiso, también, con medidas muy específicas, porque en Londres los protocolos para abrir teatros eran y siguen siendo muy estrictos. Claudio vio de qué se trataba, sintió una intuición muy grande y me llamó. Entonces rebotamos la idea y nos dijimos: ‘Hay que ver la manera de montar esto’.”

Se integró como mediador entre lo diseñado en Londres y la creación de una experiencia nueva para el público mexicano, además de respetar las condiciones sanitarias de la Ciudad de México. El fundador y director artístico de la compañía Teatro del Farfullero, con la que ha producido 19 montajes, relata que realizó Blindness vía Zoom:

“El proceso de ensayo con la actriz, producción y montaje se hizo de manera remota. Coincidió con que Marina de Tavira se encontraba en Londres. Ella grabó allá con los creadores originales de la obra, los hermanos Ben y Max Ringham, con un diseño de sonido envolvente que utiliza tecnología binaural.”

(Wikipedia define sonido binaural como “aquel que, siendo grabado con dos micrófonos en una cabeza artificial, intenta crear para el oyente una sensación de sonido 3D similar a la de estar físicamente en la habitación o el lugar donde se producen los sonidos.”).

Prosigue:

“Marina y yo trabajamos dos meses antes de la grabación. Escuché la pista en inglés y me gusta mucho más en español, obviamente se debe a que es mi idioma, pero también con que es mi actriz, y ese trabajo lo llevo en el fondo del corazón. Claudio me contactó a principio de septiembre pasado; a inicios de octubre, Marina y yo creamos un calendario para laborar, fue un mano a mano muy intenso, muy hermoso. La grabación fue en la primera semana de diciembre y queríamos estrenar la tercera semana, pero no se pudo. Entonces llegó un periodo de impasse, de suspensión, y lo pudimos realizar hasta ahora, desde el 12 de marzo”.

Rememora que hace tiempo que Carrera deseaba trabajar con De Tavira. Llevan mucho de conocerse, pero no la había dirigido:

“Nos parecía que alguien con la voz de Marina, pero también con el registro emocional de Marina, podría ser ideal para esto. Aunque conocemos a la actriz, se convierte en la voz de quien uno quiera ponerle cara, y en ese sentido nos parecía que su riqueza de registros y su capacidad emocional nos podían dar también ese viaje en particular. Es decir, que la gente no estuviera sujeta sólo a ver a una persona, sino que pudiéramos meterla a un viaje imaginario muy inmersivo que le permitiera imaginar con libertad y con profundidad.”

Solidaridad humana

También profesor de actuación, García Lozano explica que Meierjohann, desde Londres, estuvo todo el tiempo con él:

“Los creadores ingleses pudieron haber dicho: ‘Esta es la fórmula y háganle como puedan’. Y para nada, se involucraron, y reconocieron que en Marina había una cosa que iba a dar como resultado una obra completamente diferente, completamente nueva. Se abrieron a cambiar muchísimas cosas en función de lo que Marina y yo habíamos hecho, y construir una nueva versión de Blindness, de la pista de Blindness. El viaje del encuentro humano entre los mexicanos y los ingleses dio como resultado un montaje muchísimo más rico, y creo que eso tiene que ver también con el espíritu del teatro.”

Fue un trabajo muy duro –enfatiza–, tanto en la producción como en la coordinación:

“Hubo rigor en la producción de parte de Claudio y Jorge Tapia para que todo funcionara bien. Se conformó un equipo en México: Adrián Martínez Fraustro en la escenografía, Víctor Zapatero en las luces, Miguel Jiménez en el audio. Construimos una interlocución muy clara y franca con nuestros pares en Londres y logramos no únicamente preservar la idea original, creo que la mejoramos en muchos sentidos debido a que la experiencia original estaba diseñada para el teatro Donmar, donde cabían 40 personas.

“Nosotros subimos al público al escenario, donde normalmente nunca ha estado, para que vea el teatro vacío, lo cual tiene que ver un poco con cómo el coronavirus vació los teatros. Logramos una nueva conceptualización, que efectuamos aquí en México, y contamos con todos los mecanismos tecnológicos, con la voluntad de crear algo más grande y darle una calidad idéntica a la del montaje original.”

Así, el público es también protagonista de Blindness. En la trama, todas las personas quedan ciegas, menos el personaje que recrea De Tavira; y en el teatro, al apagarse la luz, la gente no ve –como si también estuviera ciega–. Lo cual hace decir a García Lozano:

“Eso es lo que la vuelve muy teatral. Te encuentras en un mismo lugar con gente al lado, viviendo una misma experiencia, pero de pronto tu proceso imaginario, o la magia del teatro, te lleva a otro lugar y a otro estado de ánimo y ya no sabes exactamente dónde estás… en ese sentido la inmersión se vuelve mucho más poderosa. Yo diría que es teatro inmersivo, en el cual el usuario percibe a través de estímulos sensoriales, a partir de la instalación sonora como principio”.

–¿Y es teatro?

–Yo no le pondría otro apelativo.

“Es teatro porque consigue reunir a la gente en un mismo lugar a vivir una experiencia común durante 75 minutos. No hay actores en vivo y la idea de instalación sonora me gusta mucho, pero creo que va más allá del simple hecho del audio.”

En torno a Ensayo sobre la ceguera de Saramago, subraya:

“El autor escribe este texto como una metáfora de tantas cosas… es la ceguera de la falta de conciencia social, la ceguera de los políticos, nuestra propia ceguera ante el daño y el sufrimiento del congénere. Sin embargo, hoy esa historia se vuelve menos metafórica y más literal, porque en realidad sí hay una pandemia a nivel mundial que implica recluirnos, enceguecernos a mirar al otro de alguna manera. Nos interconectamos por Zoom, mediante internet; hay una sensación de que todos compartimos el miedo al contagio, y ese contagio implica perder el contacto real con el prójimo; en ese sentido la novela de Saramago se vuelve profética. Muy visionaria en términos de la reacción de la gente ante una situación límite como ésta.”

La obra teatral es bastante respetuosa del texto de la novela, y ambas apelan a la solidaridad humana, “a la capacidad de generar comunidad para sobrevivir, y desde luego a la capacidad de afrontar el horror en el que puede convertirse el ser humano a la hora de ejercer un poder desde la tiranía”. El personaje narrador dice: “Es un gobierno de ciegos gobernando a ciegos”, lo cual resuena en los tiempos presentes, sostiene García Lozano, “porque ¿cuánto oportunismo no hay en este momento a la hora de que la situación global se vuelve pandémica? La vigencia de un texto así es devastadora. Por un lado, es doloroso; por el otro, creo que por eso existe el arte, para vernos reflejados”.

–El tema del miedo en Blindness es imponente.

–Es crucial, porque en la medida en que la ceguera cunde, se propaga, y lo que viene es la caída a la oscuridad, a la incertidumbre. Lo más curioso es que en el fondo de ese miedo que da la incertidumbre está, como gran adversario, el propio ser humano con sus bajos instintos, con su tendencia a la tiranía, a ejercer el poder de manera dictatorial, a comerse a sí mismo. Es decir, en el fondo del miedo de la ceguera está el depredador humano. 

Marina en binaural

También actriz de cine y televisión, Marina de Tavira Servitje nominada al Oscar por Roma de Alfonso Quirino, manifiesta a Proceso cómo le fue con su voz para crear distintos momentos por los que pasa su personaje de Blindness, desde el miedo, la angustia, el enojo, la desesperanza, en fin:

“No fue sólo con la voz. Es decir, sí es una experiencia que el público escucha, pero fue realizada dentro de un teatro. El micrófono con el que se grabó, sobre todo la segunda y la tercera parte, es un micrófono binaural. Es una cabeza de maniquí con oídos que iba conmigo a todas partes… Yo estaba cerca o lejos de él. Ese micrófono es otro, porque es el esposo de esta mujer, la única que no pierde la vista, que no se contagia de este extraño virus. Pero ese micrófono es un personaje.”

Memorizó el texto, cuenta, como en una obra de teatro:

“Hubo un trazo escénico, ensayo, e igual tenía algo de cine porque había toma uno, toma dos, toma tres… y la escuchaba García Lozano, quien estaba en Zoom, desde México, revisándola en español. Y Meierjohann, el director que la había hecho en inglés y que no habla español, escuchaba la musicalidad del español.

“Era un teatro, no una cabina. No fue una grabación donde te sientas frente a un micrófono a leer. Realmente fue una puesta en escena. El personaje se mueve alrededor del micrófono; si debe ir a una ventana, va a una ventana; si debe ir a un exterior, va a un exterior; si debe tomar un objeto, va y lo toma; si debe referirse a otro personaje, lo ubica en el espacio, le habla y escucha su respuesta, que nadie más oye, y le contesta… Fue una emoción trabajar en este teatro representativo con dos directores, uno a distancia y otro presencial, todos con tapabocas y pruebas de covid-19. Nunca lo olvidaré.”

Arte de sobrevivir

Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte del Fonca, García Lozano habla sobre la crisis económica y la transformación del teatro en México:

“Tengo la sensación de que los que creamos teatro a todos los niveles conocemos la necesidad de transformarnos. Al ser un arte surge de la voluntad siempre concertada de muchas personas, y al ser tan artesanal sabemos adaptarnos y escuchar cómo viene la pelota y contestarla.

“Evidentemente esta pelota de la pandemia vino durísima, como una especie de cañonazo, y sin duda ha sido difícil adaptarse a la violencia de ese embate; pero han surgido enormes y valiosísimas experiencias y experimentos de supervivencia del teatro sobre plataformas digitales, y desde luego ha habido la necesidad de supervivencia, tal y como lo plantea Saramago en Ensayo sobre la ceguera.”

Enfatiza que, en ese sentido, Blindness es un teatro que ya sufrió un proceso adaptativo, “ya lo podemos meter en un proceso darwiniano de evolución de las especies, ya modificó de alguna manera una serie de elementos para sobrevivir”. Para él, “el coronavirus nos ha permitido imaginar recursos que desde luego se pueden integrar al teatro tal y como lo conocemos, porque ese va a volver.”

Carrera, De Tavira y Luis Gerardo Méndez coinciden: cuando finalice el covid-19, se incorporará al teatro lo aprendido en este montaje. Este último, productor y actor (Aguascalientes, 1982) menciona que Blindness “es una carta de amor y de esperanza a la humanidad y al teatro ante lo que sucede”. Destaca:

“La idea de Claudio fue buenísima, contundente, relevante… Todos nos preocupamos y coincidimos en que no iba si no era 100% segura. En ese sentido revisamos todos los protocolos, nos asesoramos con especialistas, con gente que había hecho el proyecto en Londres. Adaptamos ciertas cosas en el Teatro de los Insurgentes, desde el aforo, que es sólo 10%, muy por debajo de lo que exigen las autoridades para abrir un espacio como éste. Había que realizar ajustes a la ventilación, laborar la desinfección, incluso de los audífonos, para que la gente no se preocupe de que se pudiera contagiar y se entregue a la experiencia de por sí inquietante. Estamos muy contentos.”

Acentúa que sentía una gran responsabilidad de reactivar el teatro “para la gente que vive de esto, y es muy importante mandar un mensaje para el público de que se puede regresar con confianza a los escenarios, y era importante hacerlo bien”.

Blindness es para públicos de 13 años de edad en adelante. Su horario, de viernes a sábado a las 18:00 y 20:00 horas, y domingo a las 13:00, 16:00 y 18:00 horas. En esta Semana Santa tendrá otros horarios. El precio del boleto está a 850 pesos.

En los teatros de Estados Unidos y Canadá será de los primeros eventos a realizarse desde que ahí cerraron sus puertas. Lo montarán el Princess of Wales, de Toronto, y la Shakespeare Theatre Company, de Washington DC, y se verá asimismo en Hong Kong y en Nueva Zelanda.

Pero en México ya está.   

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